OMS
Información de salud falsa circula en más del 95 % de los países, según la OMS
El ente multilateral manifestó que es necesario adelantar múltiples acciones para evitar que los ciudadanos reciban datos errados sobre salud.
En un comunicado publicado este 13 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el 95 % de sus países miembro han identificado que en sus territorios circula información “errónea” sobre temas sanitarios.
Para hacerle frente a este fenómeno, la OMS señaló que es clave que las autoridades sanitarias tengan en cuenta que una parte importante de la salud pública es garantizar que los ciudadanos accedan a información verídica y de calidad.
Por ello, el ente multilateral ha adelantado esfuerzos para fortalecer la circulación de información fiable durante emergencias de salud. Esto se volvió especialmente importante después de la aparición de la covid-19, que dio paso a un fenómeno que la OMS denomina como “infodemia”. Con este término se refiere a una coyuntura sobre la cual hay demasiada información tanto verdadera como falsa.
“Demasiada información, o sobrecarga de información, puede hacer que las personas eviten la información”, sostuvo el ente multilateral.
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Y agregó que pueden presentar hábitos “como tratar de evitar las noticias o apagar las alertas en sus teléfonos. Esto afecta la forma en que reciben información, y obtener información precisa y creíble se vuelve más desafiante cuando las personas limitan las fuentes de información que consultan. Esto se aplica tanto a los trabajadores de la salud como a las personas”, sostuvo la OMS.
Señaló que, en esa medida, es importante que las autoridades estén en capacidad de comprender las necesidades de información que tienen los ciudadanos para presentar alternativas adecuadas que respondan a situaciones de emergencias sanitarias.
“Esta nueva realidad de cómo la información es abastecida y servida por algoritmos en las redes sociales y fuentes web para individuos, y cómo consultan diferentes fuentes, significa que se necesitan enfoques más flexibles para monitorear y comprender mejor el entorno de información en el que viven las personas y las comunidades”, añadió la OMS.
De hecho, el ente multilateral explicó que las preguntas que no son respondidas de forma adecuada pueden crear “caldos de cultivo” para que prolifere la desinformación en un territorio determinado.
Esto se ha visto en casos prácticos, como cuando empezó la vacunación masiva contra la covid-19 y hubo grandes vectores de información falsa que aseguraban de forma errónea que estos medicamentos podían poner en riesgo la salud de las personas.
Estas ideas fueron especialmente nocivas para la salud pública, pues se demostró que el riesgo que corría una persona que se enfermaba de covid-19 era mucho más alto que el que asumía alguien que se aplicaba una dosis de la vacuna, pues los efectos adversos graves en todo el mundo fueron mínimos.
“Las narrativas de preocupación que no se abordaron en las comunidades a menudo resurgían durante la covid-19. Las preguntas e inquietudes sobre la salud, especialmente sobre los temas emergentes que no están resueltos, son legítimas, pero si no se abordan por completo, fuentes menos confiables llenarán el vacío”, detalló la OMS.
En esa medida, el ente multilateral hizo énfasis en la necesidad de que los estados tengan un “enfoque sistemático” que les permita monitorear las infodemias y crear estrategias que puedan ayudar a controlar la desinformación.
“Al monitorear las conversaciones y el entorno de información sobre temas de salud, las personas expresarán preguntas, inquietudes, confusión y narrativas que pueden dar luces sobre la respuesta a la emergencia”, anotó la OMS.
Y recalcó que para combatir la desinformación sobre asuntos sanitarios es importante producir estrategias que permitan aclarar las dudas sobre temas confusos, mejorar la comunicación de riesgos, incrementar la participación de las comunidades en el sector salud y fortalecer las capacidades del talento humano en salud.
“Sobre la base de esta experiencia y en una amplia consulta de los administradores de infodemia que trabajan en las agencias de la ONU y los socios mundiales de salud pública, la OMS y sus socios publicarán la próxima guía sobre la integración de diversos conjuntos de datos para analizar y comprender la infodemia en poblaciones y contextos específicos”, anunció el ente multilateral.