Salud
Investigación revela cuál es la dieta que deben seguir los colombianos para alimentarse mejor
La investigación les permitió a los investigadores determinar qué les falta en la dieta a las personas.
Cada país tiene costumbres de alimentación distintas que están determinadas por su cultura, sus condiciones geográficas y, hay que decirlo, su bienestar económico. En todos los países, sin embargo, los ciudadanos requieren de una alimentación saludable que garantice su bienestar nutricional.
Por eso, este 7 de julio se publicó una investigación llamada Dieta, enfermedad cardiovascular y mortalidad en 80 países en la Revista Europea del Corazón, cuyo objetivo fue encontrar cuál es el plan de alimentación más adecuado para los habitantes de distintas partes del mundo y construir un puntaje que permitiera calificarlo.
Según un comunicado del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Santander, que hizo aportes a la investigación, el estudio contó con la participación de 7.500 individuos colombianos, que a su vez estuvieron dentro de una muestra de 147.642 personas de países de ingresos altos, medios y bajos. Sus datos se analizaron con el fin de detectar qué les faltaba para tener una dieta saludable.
Patricio López-Jaramillo, rector de la Universidad de Santander en Bucaramanca e investigador del artículo, aseveró que la publicación de ese estudio se dio en un momento clave para Colombia, pues el Plan Nacional de Desarrollo que está implementando el Gobierno tiene entre sus ejes fundamentales promover la alimentación adecuada de los ciudadanos.
En esa medida, López-Jaramillo destacó la importancia de que el país busque una soberanía alimentaria que tenga en cuenta una dieta saludable y se construya a partir de la gastronomía local.
En el estudio, señaló la Universidad de Santander, se daba una calificación a la calidad de la dieta de los pacientes que iba del 1 al 6. Colombia, sin embargo, obtuvo un puntaje de 2,4, mientras que en los países ricos se registra un promedio cercano a 4,8.
En territorio colombiano señalaron que hay un déficit en el consumo de alimentos como nueces, legumbres, leche y pescados, todos ellos son considerados como “alimentos protectores”. En esa medida, la recomendación de los expertos apunta a incrementar la ingesta de estos productos para mejorar el balance nutricional a nivel nacional.
Incluir mayores porciones de estos alimentos en la dieta podría tener múltiples beneficios para la salud pública en Colombia, algo que deberían tener en cuenta las autoridades a la hora de garantizar el derecho a la alimentación.
Los investigadores también encontraron que hay otros comestibles que podrían ser muy positivos para la nutrición. “Se encontraron asociaciones similares con la inclusión del consumo de carne o cereales integrales en la puntuación de la dieta. Nuestros hallazgos indican que los riesgos de muerte y eventos vasculares en adultos en todo el mundo son mayores con una ingesta inadecuada de alimentos protectores”, indicaron los autores de la investigación en sus conclusiones.
No obstante, también reconocieron que sus hallazgos tienen algunos límites, pese a que advirtieron que son datos robustos, tienen un buen respaldo científico y podrían ayudar a realizar recomendaciones nutricionales ajustadas al contexto de numerosos países de todo el mundo.
“Nuestro estudio tiene algunas limitaciones potenciales. En primer lugar, la dieta (como en la mayoría de los grandes estudios epidemiológicos) fue autoinformada y las variaciones en los informes podrían conducir a errores aleatorios que podrían diluir las asociaciones reales entre las puntuaciones de la dieta y los resultados clínicos”, indicaron los investigadores.
En esa medida, lanzaron la hipótesis de que los efectos positivos de llevar una dieta saludable pueden ser incluso mejores en comparación con lo que han encontrado.
De otro lado, señalaron que no hicieron un examen del rol que tienen individualmente las frutas y verduras dentro de las dietas.
“La evidencia reciente sugiere que los compuestos bioactivos y, en particular, los polifenoles que se encuentran en ciertas frutas o verduras (por ejemplo, bayas, espinacas y frijoles) pueden ser especialmente protectores contra las ECV. Se necesita trabajo futuro para determinar qué proporción de los beneficios para la salud relacionados con estas frutas y verduras son impulsados por la cantidad de polifenoles dietéticos u otros nutrientes”, concluyeron los autores en su artículo científico.