La sencilla necesidad que puede ser indicio de que una persona tiene diabetes

Identificar que una persona está padeciendo de diabetes puede ayudar a salvarle la vida, pues se trata de una afección crónica que requiere cambios importantes en sus hábitos.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS ha señalado que esta enfermedad es “una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”. Además, es una de las primeras diez causas de muerte en Colombia y el mundo.

De acuerdo con la Clínica Mayo de Estados Unidos, los síntomas de la diabetes tipo 2, que es la clase más común de diabetes en el mundo, no se presentan de forma repentina, sino que van apareciendo paulatinamente.

Tal vez uno de los detalles más llamativos es que las personas que están presentando dificultades para regular los niveles de azúcar en su sangre también tienen la necesidad constante de orinar, que si bien parece relativamente común, puede ser un indicio de este problema de salud.

Esto se debe a que, según reseña la Clínica Mayo, cuando aumentan las cantidades de glucosa en el torrente sanguíneo, los riñones deben esforzarse más para filtrar la sangre y ayudar al organismo a “absorber” el azúcar extra.

“Cuando los riñones no pueden seguir el ritmo, el exceso de glucosa se excreta en la orina y arrastra los líquidos de los tejidos, lo que te deshidrata. Esto por lo general te provocará sed. A medida que bebas más líquidos para saciar tu sed, orinarás aún más”, sostiene la institución de salud.

Pero la necesidad constante de orinar y la sed no son, sin embargo, los únicos síntomas que pueden ayudarles a los pacientes a sospechar que están padeciendo de diabetes.

Por ejemplo, la Clínica Mayo sostiene que en ocasiones las personas diabéticas pueden desarrollar cansancio sin motivos aparentes, pues la glucosa alta hace que los pacientes tengan menos posibilidades de usar la energía que proporciona ese azúcar, algo que se agrava con la pérdida de líquidos que se produce al orinar.

También podría presentarse un bajón de peso. “Cuando pierdes glucosa a través de la micción frecuente, también pierdes calorías. Al tiempo, la diabetes puede impedir que la glucosa de los alimentos llegue a las células, lo que provoca un hambre constante. El efecto combinado puede causar pérdida de peso rápida, en especial, con la diabetes tipo 1″, señala la Clínica Mayo.

Y agrega que pueden percibirse algunos síntomas que pueden afectar directamente la salud de los ojos.

“Los niveles altos de glucosa en la sangre extraen líquido de los tejidos, incluidos los cristalinos de los ojos. Esto afecta la capacidad de hacer foco. Si no se trata, la diabetes puede hacer que se formen nuevos vasos sanguíneos en la retina (la parte posterior del ojo) y dañar los vasos sanguíneos establecidos. Para la mayoría de las personas, estos cambios tempranos no causan problemas de visión. Sin embargo, si estos cambios progresan sin ser detectados, pueden ocasionar pérdida de la visión y ceguera”, advierte la institución médica.

Además, recuerda que las personas diabéticas pueden tener problemas para que sus heridas cicatricen y se curen con normalidad. Como el azúcar alto afecta el flujo sanguíneo, pueden aparecer úlceras que no se sanan fácilmente en distintas partes del cuerpo, algo que puede notarse especialmente en los pies.

Los miembros también pueden verse comprometidos por sensaciones fuera de lo común. “Demasiada glucosa en la sangre puede afectar el funcionamiento de los nervios. Puedes notar hormigueo y pérdida de sensibilidad (entumecimiento) en tus manos y pies, al igual que dolor ardiente en tus brazos, manos, piernas y pies”, puntualiza la Clínica Mayo.

Por último, resalta que en la boca pueden manifestarse algunos problemas, como notar que las encías están especialmente rojas o inflamadas.

En esa medida, se recomienda que los pacientes acudan a su médico tratante siempre que perciban cualquiera de los síntomas antes mencionados. Hacerlo puede mejorar su calidad de vida y evitar que su estado de salud se deteriore.