Salud
La vitamina que evita problemas de coagulación y previene la osteoporosis
Es un nutriente clave para cuidar el corazón y prevenir calcificación en las arterias.
La coagulación de la sangre es un proceso normal en el cuerpo. Cuando se corta o se produce una lesión, el organismo envía células sanguíneas llamadas plaquetas junto con otras proteínas especiales a la zona de la lesión y forma un coágulo, explica la Sociedad Americana del Cáncer.
“Este tipo de coágulo se asemeja a un aglomerado de sangre seca y algunas personas lo llaman costra. A menos que el corte o la lesión sea muy grande, el coágulo obstruirá el área donde ocurrió la lesión. Esto ayuda a detener el sangrado. Estos tipos de coágulos sanguíneos son normales, permanecen en el sitio mientras se cura y luego se desprenden o se disuelven con el tiempo cuando ya no se los necesita”, precisa la referida fuente.
Hay una vitamina que es esencial para que el cuerpo tenga una buena coagulación. Se trata de la K, que tiene un efecto protector del corazón, mantiene el esqueleto fuerte y previene la calcificación de las arterias. También ayuda a evitar enfermedades cardíacas y un déficit de esta puede provocar caries, osteoporosis, venas varicosas o enfermedades infecciosas, entre otras afecciones.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que la cantidad de esta vitamina que una persona necesita depende de la edad y el sexo, y para obtenerla se requiere del consumo de alimentos como: hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada (o berza), brócoli y lechuga; aceites vegetales; algunas frutas como los arándanos azules y los higos, además de queso, huevos y granos de soya.
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La deficiencia de esta vitamina es poco común, porque además de los alimentos, las bacterias que están presentes en el colon fabrican cierta cantidad que el cuerpo absorbe, precisa el portal Cuidate Plus. Sin embargo, algunas personas pueden tener dificultades para obtenerla.
La importancia en los bebés
En los bebés, la falta de la misma puede ocasionar serias complicaciones. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) indican que los bebés nacen con cantidades muy pequeñas de vitamina K almacenada en el cuerpo, lo cual puede provocar problemas graves de sangrado si no se suplementa.
“Cuando el sangrado tiene lugar adentro del cuerpo, puede ser difícil notarlo. Con frecuencia, un bebé que tenga este tipo de afección sangrará en los intestinos o en el cerebro, lo cual puede provocar, en este último caso, un daño cerebral e incluso la muerte. Los bebés que no reciben la inyección de vitamina K al nacer pueden presentar un sangrado por deficiencia de esta vitamina en cualquier momento y hasta los 6 meses de edad”, precisa.
Así como esta vitamina es clave para los bebés, lo es en todas las edades, pues además de prevenir problemas de coagulación, también es buena para hacerle frente a la osteoporosis.
La fundación estadounidense AARP indica que hay estudios que evidencian que las personas que comen más alimentos ricos en vitamina K tienen huesos más fuertes y son menos propensas a las fracturas de cadera. En algunas partes del mundo, este nutriente se prescribe como tratamiento para fortalecer la estructura ósea. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, por ejemplo, permite que las empresas afirmen que los alimentos con vitamina K ayudan a la salud de los huesos.
Señales de la falta de esta vitamina
En general, si una persona no consume la cantidad de vitamina K que el cuerpo requiere, es posible que presente diversos síntomas como hemorragias, aparición de hematomas, síndrome purpúrico y calcificación excesiva en las articulaciones.
Cuando un individuo tiene la sangre muy líquida es más propenso a sufrir hemorragias. Por ejemplo, una pequeña herida podría convertirse en un serio problema, ya que se hace complicado detener la salida de sangre del cuerpo.
Otra señal de la falta de este nutriente en el cuerpo es el síndrome purpúrico, que se da por la proliferación de manchas púrpuras o rojas en determinadas zonas del cuerpo, debido a que la sangre se acumula. A diferencia de los hematomas, estas manchas no desaparecen. Lo más frecuente es que se presenten en los tobillos, ya que es un lugar crítico en cuanto a circulación.
Un síntoma más es la calcificación excesiva en las articulaciones. La vitamina K actúa como un conductor haciendo que la vitamina D se sitúe en los lugares adecuados. En consecuencia, cuando los niveles de la primera son bajos, la segunda se acumula en las zonas equivocadas, tales como las articulaciones y los cartílagos.