Salud
Las enfermedades cardiovasculares se pueden evitar de esta manera
La alimentación es vital para gozar de buena salud, pero hay que saber qué comer.
Los denominados carotenos “son pigmentos sintetizados que abundan en la naturaleza, especialmente, en flores, vegetales y frutas”, según el portal del Instituto Europeo de Nutrición y Salud, lo que permite que las mismas tengan un color rojo, amarillo o naranja e incluso verde.
Así, consumir frutas y verduras para combatir la incidencia de enfermedades humanas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y la diabetes, es indispensable, tal como lo indica un estudio titulado Los carotenoides y la salud humana, publicado en la revista Science Direct.
Allí explican que los carotenoides “desempeñan un papel importante en la prevención de enfermedades humanas y en el mantenimiento de una buena salud. Además de ser potentes antioxidantes, algunos carotenoides también contribuyen a la vitamina A de la dieta. Existe evidencia científica que respalda el papel beneficioso de los fitoquímicos en la prevención de varias enfermedades crónicas”.
De igual manera, un nuevo estudio del Idibaps, publicado en la revista Clinical Nutrition, concluye que un nivel elevado de carotenos en sangre se relaciona con una menor presencia de aterosclerosis en las arterias y, por lo tanto, con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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Este último trabajo estuvo dirigido por Gemma Chiva-Blanch, del grupo de Investigación translacional en diabetes, lípidos y obesidad, que dirige Josep Vidal. Además de Chiva-Blanch, quien también forma parte del Ciberobn y es profesora agregada de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya.
Es importante aclarar que la acumulación de grasa en la parte interna de los vasos sanguíneos (generalmente colesterol LDL, el llamado colesterol malo), es conocida como aterosclerosis. Esta acumulación en forma de placas de ateroma provoca una disminución del diámetro interno del vaso y, por lo tanto, dificulta la circulación de la sangre.
Así mismo, las placas de ateroma se pueden romper y formar trombos que impiden la circulación de la sangre, provocando infartos de miocardio, cuando la sangre no llega al corazón, o ictus isquémicos, cuando donde no llega es al cerebro.
Se sabe que la alimentación tiene un rol fundamental cuando de las enfermedades cardiovasculares se trata. Los carotenos son unos compuestos bioactivos presentes en alimentos como zanahorias, espinacas, lechugas, tomates, boniatos, brócoli, el melón naranja (cantalupo), pimiento, mango, papaya, albaricoques, nísperos, calabaza, etc.
Los carotenos tienen potencialmente la capacidad de frenar la aterosclerosis. “Los estudios que se han hecho hasta ahora, pero, no han sido concluyentes e incluso parece que, administrados como suplemento, tienen un efecto perjudicial”, explica Chiva-Blanch.
En el artículo que publica la Clinical Nutrition se estudió el comportamiento de 200 personas de edades comprendidas entre los 50 y 70 años, reclutados por el grupo de Investigación transversal en atención primaria del Idibaps, que dirige Antoni Sisó-Almirall.
A los voluntarios que participaron en el estudio se les analizaron dos parámetros: la concentración de carotenos en sangre y, mediante una ecografía, la presencia de placas de ateroma en la arteria carótida.
“El estudio concluye que una mayor concentración de carotenos en sangre se traduce en una menor carga aterosclerótica, especialmente en mujeres. Por lo tanto, podemos confirmar que una dieta rica en frutas y verduras y, por lo tanto, en carotenos, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares”, añade Chiva-Blanch.
Así las cosas, para evitar enfermedades cardiovasculares es importante incluir en la dieta “la zanahoria, los grelos, el repollo crespo, la espinaca y los berros, pimientos rojos, acelgas, tomate, lechuga, albaricoque, níspero, caquis y también, yema de huevo o maíz”, según el portal Directo al Paladar.
*Con información de Europa Press.