Salud
¿Le crecen las manos o los pies? Esta es la enfermedad rara que podría tener, se confunde con el gigantismo
La glándula pituitaria es la que se encarga del crecimiento.
La Acromegalia es una enfermedad que afecta al sistema endocrino y que es ocasionada por la excesiva producción de la hormona de crecimiento en la edad adulta, causada en la mayoría de los casos por un tumor benigno en la glándula pituitaria, de acuerdo con información de la Clínica Universidad de Navarra.
Según cifras de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE), se estima que esta enfermedad puede afectar a cuatro personas por cada millón de habitantes en el mundo y en el caso específico de Colombia, a 200 personas cada año.
Cuando se padece esta enfermedad, los huesos se acrecientan, principalmente en las manos, los pies y en la cara, esto ocurre porque la hormona del crecimiento se eleva, señala Medline Plus. Dicho esto, el trastorno puede confundirse con el gigantismo, pero a verdad es que son distintos, ya que, a diferencia de la acromegalia, el gigantismo se diagnostica en la infancia y se hace evidente en el aumento de estatura.
Al respecto, el endocrinólogo Henry Tovar, de la ACE, explicó: “Esta enfermedad no distingue género, sin embargo, suele detectarse con mayor facilidad en mujeres que en hombres. Hemos evidenciado que las mujeres, al estar más atentas a sus cambios físicos, suelen identificar con mayor facilidad algunos de los cambios corporales que ocasiona este padecimiento, tales como el agrandamiento de sus pies y manos, así como en ciertas partes de su rostro”.
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“Al ser una enfermedad progresiva, su diagnóstico no es inmediato. Sin embargo, algunos de los síntomas pueden pasar desapercibidos o confundidos con el paso de los años. La acromegalia, además de derivar otro tipo de complicaciones, afecta psicológica y socialmente a quienes la padecen, pues las alteraciones físicas que ocasiona en el agrandamiento de manos, pies y rostro pueden ser evidentes y afectar la calidad de vida de los pacientes”, concluye el médico.
Los síntomas de la enfermedad son variados, pero se hacen notorios con el paso del tiempo, por lo que es posible que pase desapercibida, pues su diagnóstico no es inmediato. El Manual MSD, registra algunos de los más representativos:
- “Los niños llegan a ser muy altos, mientras que los adultos sufren deformaciones óseas, pero no ganan estatura.
- Es frecuente que haya insuficiencia cardíaca, debilidad y alteraciones visuales.
- Los brazos y las piernas se alargan.
- Puede que la pubertad se retrase y que los genitales no se desarrollen por completo.
- Los rasgos faciales se vuelven toscos y las manos y los pies se hinchan.
- El cartílago de la laringe se engrosa y, en consecuencia, la voz es más profunda y ronca.
- Las costillas también se engrosan y dan al tórax una apariencia de barril.
- El dolor articular es un síntoma frecuente.
- Al cabo de muchos años, puede desarrollarse una artritis degenerativa invalidante.
- El corazón también se hipertrofia, lo que afecta a su actividad e incluso puede dar lugar a insuficiencia cardíaca.
- La lengua también puede agrandarse y volverse más rugosa.
- A medida que la piel se hace más gruesa. Las glándulas sebáceas y sudoríparas de la piel aumentan de tamaño, lo que da lugar a una sudoración profusa y, con frecuencia, el olor corporal es desagradable”.
A esto se suma Mayo Clinic, que destaca otros síntomas puntuales:
- Dolores de cabeza, que pueden ser persistentes o fuertes.
- Irregularidades en el ciclo menstrual de las mujeres.
- Disfunción eréctil en los hombres.
- Pérdida del deseo sexual.