Salud
¿Lleva una vida sedentaria? En la tercera edad es probable que sufra de demencia
La OMS declaró el sedentarismo como un problema de salud.
La ciencia lleva décadas demostrando los riesgos del sedentarismo: Obesidad, enfermedades del corazón, incluyendo enfermedad coronaria e infarto; presión arterial alta, colesterol alto, accidente cerebrovascular, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, y, como si fuera poco, ciertos tipos de cáncer, incluidos los de colon, seno y de útero.
El sedentarismo es un estilo de vida carente de movimiento o actividad física. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como sedentaria a aquella persona que realiza menos de noventa minutos de actividad física semanal. En 1994, este organismo internacional declaró el sedentarismo como un problema de salud.
Ahora bien, una reciente investigación agrega que las personas mayores de 60 años que pasan más tiempo sedentarios pueden tener un mayor riesgo de desarrollar demencia. Lo complejo es que dicha posibilidad aumenta significativamente cuando se pasan más de diez horas diarias en comportamientos que no requieren actividad.
Actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, más del 60% de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo.
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Un estudio que publica Jama señaló además que la forma en que se acumula el comportamiento sedentario a lo largo del día no importaba tanto como el tiempo total de sedentarismo cada día.
El autor principal de la investigación, David Raichlen, perteneciente a la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos, indicó que la duración total del comportamiento sedentario tuvo una asociación similar con la demencia, independientemente de que se acumulara en periodos de varias horas o de forma intermitente durante el día.
El riesgo de demencia “aumenta significativamente” entre los adultos que pasan más de diez horas diarias realizando conductas sedentarias como sentarse, ver la televisión o conducir. El estudio recuerda que el estadounidense promedio es sedentario durante aproximadamente 9,5 horas al día.
Los investigadores utilizaron para su estudio datos del Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica a gran escala de participantes de todo el país.
Se centraron en una muestra de 50.000 personas mayores de 60 años que no tenían un diagnóstico de demencia al inicio de la investigación y habían aceptado usar acelerómetros, dispositivos de muñeca para medir el movimiento, durante las 24 horas.
A continuación, aplicaron un algoritmo de aprendizaje automático para analizar el gran conjunto de datos y clasificar los comportamientos en función de las distintas intensidades de actividad física.
Después de un promedio de seis años de seguimiento, los investigadores utilizaron registros hospitalarios de pacientes hospitalizados y datos de registros de defunciones para determinar el diagnóstico de demencia. Encontraron 414 casos positivos.
Los resultados del análisis estadístico fueron ajustados en función de datos como la edad, el sexo, nivel educativo, raza/etnia, genética y características del estilo de vida (actividad física, dieta, consumo de tabaco y alcohol, salud mental declarada).
Aunque un alto nivel de sedentarismo se relacionó con un mayor riesgo de demencia, los investigadores descubrieron que había ciertos niveles de sedentarismo que no se asociaban con esa enfermedad.
“Nos sorprendió descubrir que el riesgo de demencia empieza a aumentar rápidamente a partir de las 10 horas diarias de sedentarismo, independientemente de cómo se acumulara el tiempo”, dijo Gene Alexander, de la Universidad de Arizona.
Los niveles más bajos de comportamiento sedentario, hasta alrededor de 10 horas, no se asociaron con un mayor riesgo”, agregó.
Para Raichlen, este detalle “debería tranquilizarnos a los que tenemos trabajos de oficina en los que pasamos mucho tiempo sentados, siempre que limitemos nuestro tiempo diario total de sedentarismo”