Salud
Los medicamentos que pueden dañar los riñones
Todos los seres humanos pierden parte de la función renal mientras van envejeciendo.
Cuando se genera daño en uno o ambos riñones, causado por la exposición excesiva a mezclas de medicinas, en especial medicamentos para el dolor (analgésicos) de venta libre, se conoce como nefropatía por analgésicos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
“La nefropatía por analgésicos implica un daño dentro de las estructuras internas del riñón y es causada por el uso prolongado de analgésicos (medicamentos para el dolor), en especial los medicamentos de venta libre que contienen fenacetina o paracetamol y los antinflamatorios no esteroides (AINE), como ácido acetilsalicílico (aspirin) o ibuprofeno”, explicó la biblioteca.
De hecho, señaló que este padecimiento con frecuencia ocurre como resultado de la automedicación, a menudo por algún tipo de dolor crónico.
Asimismo, explicó que es posible que en un principio no se presenten síntomas, pero con el tiempo, a medida que el medicamento lastima los riñones, se presentarán síntomas de enfermedad renal, que incluyen:
Tendencias
- Fatiga, debilidad.
- Aumento en la frecuencia o urgencia urinaria.
- Sangre en la orina.
- Dolor de costado o dolor de espalda.
- Disminución del gasto urinario.
- Disminución de la lucidez mental, que incluye somnolencia, confusión y letargo.
- Disminución de la sensibilidad, entumecimiento (especialmente en las piernas).
- Náuseas, vómitos.
- Tendencia a presentar hematomas o sangrado.
- Hinchazón (edema) en todo el cuerpo.
Ahora bien, la empresa estadounidense de seguros, Cigna, reveló que “estos son algunos ejemplos de medicamentos comunes que tal vez deban evitarse, ajustarse o cambiarse:
- Analgésicos (medicamentos para el dolor), incluidos los siguientes: Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (Aine), como ibuprofeno y naproxeno. Los AINE pueden reducir el flujo de sangre a los riñones. Los Aine también se encuentran en los medicamentos para la fiebre, el resfriado y la tos, y los problemas para dormir. El acetaminofén y la aspirina pueden ser dañinos si se usan en exceso. Suelen ser seguros en pequeñas cantidades.
- Suplementos herbarios, que pueden contener minerales como el potasio que son perjudiciales para las personas que tienen enfermedad renal. Muchas hierbas pueden interactuar con los medicamentos recetados.
- Estatinas, como atorvastatina, lovastatina y simvastatina, para el colesterol alto.
- Medicamentos para la diabetes, como insulina y metformina.
- Medicamentos para la acidez y el malestar estomacal, como Milk of Magnesia y Alka-Seltzer. Estos medicamentos pueden afectar los electrolitos.
- Medicamentos antimicrobianos, incluidos algunos medicamentos antibióticos, antifúngicos y antivirales”.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Por su parte, para cuidar los riñones se recomienda:
- Tomar agua: por lo general, los hombres deberían consumir 3,7 litros de agua al día y las mujeres deberían beber 2,7 litros.
- Tener una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Hacer ejercicio: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, aunque, se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
- Dormir lo suficiente: la mayoría de los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño diarias.
- Controlar la diabetes, la presión arterial alta y la enfermedad cardíaca.