Salud
Los mejores suplementos alimenticios para frenar la caída del cabello: así se pueden consumir
La pérdida excesiva de cabello puede ser indicador de problemas de salud.
El ser humano puede perder unos cuantos cabellos durante el día, lo cual es completamente normal. Sin embargo, el escenario cambia cuando comienza a notar que su pelo está cayendo de manera desproporcionada.
Pues bien, esta situación tiene nombre propio y se le denomina alopecia. Específicamente, hace referencia a la pérdida parcial o total del cabello.
Según expone la enciclopedia médica MedlinePlus, la pérdida del cabello se presenta gradualmente y puede suceder por parches o generalizada, afectando la zona capilar en general.
Las causas de la pérdida de cabello pueden variar. Las más comunes incluyen:
Herencia: Tanto hombres como mujeres tienden a perder el grosor y la cantidad de cabello con la edad. Este tipo de calvicie por lo regular no es causado por una enfermedad, sino que está relacionada con el envejecimiento, la herencia y cambios en la hormona testosterona.
Estrés físico o emocional: “El estrés puede causar la caída de la mitad hasta tres cuartos del cabello en el cuero cabelludo”, indica el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. De peso, anota que ese tipo de pérdida de cabello se denomina efluvio telógeno.
Algunas causas asociadas al estrés que pueden desencadenar la caída del pelo son: fiebre alta o una infección grave, el parto (en las mujeres), una cirugía mayor, enfermedad grave, sangrado súbito, estrés emocional intenso, dietas drásticas (especialmente las que no contienen suficiente proteína) y el consumo de ciertos fármacos.
Suplementos para frenar la caída del cabello
La revista Promofarma expone en su sitio web que existen algunos suplementos que podrían ayudar a prevenir la caída del cabello. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de implementar su consumo.
- Suplementos con extracto de mijo, aceite de germen de trigo, L-cistina y vitamina B5. Según el citado portal, estas sustancias aportan valiosos nutrientes al cabello, “fortaleciéndolo desde la raíz y potenciando su crecimiento”.
- Aminoácidos azufrados y bioelementos, sustancias beneficiosas para el fortalecimiento y el crecimiento del cabello.
Por otra parte, el diario ABC recoge otros nutrientes cuyo consumo podría ayudar a fortalecer el cabello:
Biotina y vitaminas del grupo B: La caída excesiva de cabello puede ser indicador de una deficiencia de biotina. Se trata de una vitamina esencial para los tejidos corporales. En el mercado existen suplementos, aunque también se puede obtener a partir de alimentos como la carne de ternera, el pollo o las papas.
Vitamina A: el déficit de esta vitamina está asociado con la ralentización del crecimiento del pelo. La recomendación básica para mejorar los niveles de este nutriente es mediante el consumo de lácteos. El médico también puede sugerir el consumo de suplementos vitamínicos.
Minerales: El hierro, el zinc, el cobre, entre otros minerales, contribuyen a sintetizar las proteínas, promoviendo el crecimiento del cabello y fortaleciendo su estructura.
Otras causas de la caída del cabello
- Alopecia areata (parches de calvicie que se dan en el cuero cabelludo, la barba y posiblemente las cejas; las pestañas se pueden caer).
- Anemia.
- Trastornos autoinmunitarios como el lupus.
- Quemaduras.
- Ciertas enfermedades infecciosas como la sífilis.
- Uso excesivo de champú y del secador.
- Cambios hormonales.
- Enfermedades tiroideas.
- Hábitos nerviosos como arrancarse el cabello continuamente o frotarse el cuero cabelludo.
- Radioterapia.
- Tiña de la cabeza (tiña del cuero cabelludo).
- Tumor del ovario o de las glándulas suprarrenales.
- Peinados que ponen demasiada tensión en los folículos del cabello.
- Infecciones bacterianas del cuero cabelludo.
Teniendo en cuenta las múltiples condiciones que pueden dar paso a la caída del cabello, los expertos recomiendan acudir al médico para realizar los exámenes pertinentes y así determinar a ciencia cierta cuál es la causa. En caso de que se trate de un problema complejo de salud, la detección temprana mejora sustancialmente el pronóstico de recuperación.