Salud
¿Los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud cerebral? Esto dice la ciencia
Una nueva investigación vincula la prevención del deterioro cognitivo leve a cambios en el microbioma intestinal.
Si bien hay evidencia científica de sobra que muestra los múltiples beneficios que aportan los probióticos a la salud del sistema digestivo, recientemente los científicos se han interesado por investigar cuáles son sus efectos en otras funciones del organismo.
Recientemente, se conocieron los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Chapel Hill, los cuales serán publicados en Nutrition 2023, la reunión principal de la Sociedad Estadounidense de Nutrición.
De acuerdo con un comunicado de prensa publicado por esa organización académica, los hallazgos de esta nueva investigación apuntan a que tomar un probiótico tendría múltiples beneficios para el cerebro: encontraron que podría ayudar a proteger la memoria y disminuir el deterioro del pensamiento que se produce con el envejecimiento.
Se espera que esta investigación sea un primer paso para que los científicos sigan explorando nuevos tratamientos que incluyan los microorganismos intestinales para disminuir el riesgo de sufrir distintos padecimientos cognitivos.
“Los investigadores encontraron que cuando los participantes del estudio con deterioro cognitivo leve recibieron el probiótico Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) durante tres meses, sus puntajes cognitivos aumentaron. Esta mejora cognitiva también se asoció con cambios en su microbioma intestinal”, indicó la Sociedad Estadounidense de Nutrición en su boletín de prensa.
“La implicación de este hallazgo es bastante emocionante, ya que significa que modificar el microbioma intestinal a través de probióticos podría ser una estrategia potencial para mejorar el rendimiento cognitivo, particularmente en personas con deterioro cognitivo leve”, aseguró, por su parte, Mashael Aljumaah, quien es candidata a doctora en microbiología en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
La experta añadió que estos hallazgos son un nuevo paso en la investigación científica que se centra en desentrañar la relación que hay entre microbioma del intestino y el cerebro, lo cual a la larga podría ayudar a prevenir distintas afecciones cognitivas.
“Muchos estudios se centran en formas graves de enfermedades cognitivas como el Alzheimer y la demencia, pero estas condiciones son más avanzadas, lo que las hace significativamente más difíciles de revertir o tratar”, señaló Aljumaah.
Y advirtió que en vez de escoger ese camino, prefirieron enfocarse en el deterioro cognitivo leve, que se presenta en la mayoría de los pacientes y que provoca dificultades en áreas como la memoria, el lenguaje o el buen desarrollo del juicio.
De hecho, señaló que hacer intervenciones tempranas podrían ser claves para prevenir que los pacientes acaben desarrollando condiciones más graves de salud, como la demencia.
En total, dieron a conocer que la investigación incluyó a cerca de 169 individuos que estaban entre los 52 y los 72 años de edad. Los científicos los separaron en dos grupos: en uno se encontraban los individuos sanos y en el otro aquellos que tenían síntomas de un deterioro cognitivo leve.
“Dentro de cada grupo, los participantes recibieron el probiótico LGG o un placebo en un ensayo clínico aleatorio doble ciego que duró tres meses. Los investigadores seleccionaron el probiótico LGG porque investigaciones anteriores habían demostrado sus posibles efectos beneficiosos en modelos animales”, explicó la Sociedad Estadounidense de Nutrición.
Los autores del estudio, entonces, analizaron los microbiomas intestinales de los participantes y compararon las bacterias que estaban presentes en las muestras de heces.
Como resultado, encontraron que los microbios que pertenecen a un género conocido como Prevotella se encontraban con mayor frecuencia en los participantes con deterioro cognitivo leve que en aquellos sin deterioro cognitivo.
En la práctica, esto implica que la composición del microbioma intestinal podría ayudar a que en investigaciones futuras se identifique el deterioro cognitivo leve, lo cual abre la puerta para desarrollar nuevas terapias que mejoren la salud neuronal de los pacientes que tienen una edad avanzada.