Salud
“Más de 1,5 millones de colombianos viven con falla cardiaca”: habla la primera médica en dirigir la Sociedad Colombiana de Cardiología
Por primera vez en la historia de la Sociedad Colombiana de Cardiología, una mujer tiene la misión de liderar la entidad. Hablamos con Clara Inés Saldarriaga y su tarea por mejorar la salud cardiovascular del país.
Tuvieron que pasar 80 años para que la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular (SCC), que agrupa a unos 1.400 asociados en el país, tuviera al frente a una mujer. Ese enorme desafío recayó en las manos de Clara Inés Saldarriaga Giraldo, una paisa especialista en cardiología e insuficiencia cardiaca.
El reto que tiene por delante no es fácil. Por un lado, reconoce que la cardiología durante mucho tiempo fue vista como una especialidad exclusiva de los hombres. “Entonces, tocó comenzar por abrirme paso como mujer en este campo que parecía tan lejano, a pesar de que la cardiología siempre ha sido un gran amor en mi vida. Hasta no hace muchos años, esta no era precisamente una especialidad demandada por las mujeres de una manera significativa. Hoy es un poco más común. Pero, anteriormente, éramos muy pocas las cardiólogas en el país e incluso en el mundo”, señala la especialista en SEMANA.
En ese sentido, asegura que aún “existe una disparidad de mujeres como primeras autoras de los artículos científicos, menos son miembros de los comités científicos y, además, se asignan menos becas de investigación a las mujeres”.
Por ello, cuenta que parte de su labor se ha centrado en fomentar esta área de la medicina en las mujeres y empoderar a las que abrazaron ya este camino. Adicionalmente, pertenece a la comisión de The Lancet para la salud cardiovascular de las mujeres.
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“Visibilizar el trabajo y las capacidades de las mujeres ha sido uno de los grandes intereses de mi vida profesional, especialmente en el campo científico”, comenta Saldarriaga, quien desde muy joven sintió fascinación por cada uno de los órganos y sistemas del cuerpo. “Y pronto entendí que el corazón era el centro de todo”.
La especialista sabía, además, lo que le esperaba a su llegada a este cargo directivo, que se elige mediante votación entre los asociados. La elección se llevó a cabo en 2023, pero este año asumió en propiedad.
Los colombianos y la salud de su corazón
Colombia es un país en donde la enfermedad cardiovascular se convirtió desde hace años en la primera causa de mortalidad, una realidad con la que ha luchado esta médica de 44 años, la mitad de los cuales, dice, los ha dedicado desde el sector de la salud y la academia a disminuir esa fuerte incidencia.
Saldarriaga repasa las cifras de 2022, en las que la tasa fue de 175,73 casos de estas patologías por cada 100.000 habitantes. En el primer lugar está la enfermedad isquémica coronaria, con un 96,57 por 100.000 habitantes; le siguen la enfermedad cerebrovascular, con 33,53 por 100.000 habitantes, y la hipertensión arterial, con 21 por 100.000 habitantes.
Investigaciones realizadas en 2021 por el Registro Colombiano de Insuficiencia Cardiaca (Recolfaca) señalan que la edad promedio en la que se presenta esta enfermedad en Colombia oscila entre los 59 y los 78 años. Es una realidad levemente mayor en hombres (58 por ciento) que en mujeres (42 por ciento).
Según la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, una de cada cinco personas mayores de 40 años desarrollará insuficiencia cardiaca a lo largo de su vida. Más de 1,5 millones de colombianos se enfrentan a una cardiopatía.
Todo esto, en medio de una aguda crisis del sector de la salud, que Saldarriaga no niega que ha incidido no solo en materia de detección, sino de tratamiento en estas delicadas enfermedades.
La SCC, por ello, impulsa en las últimas semanas iniciativas como ‘Latidos de vida: escucha tu corazón’, con las que busca alertar de manera temprana a la población sobre el eventual riesgo de padecer insuficiencia cardiaca.
Para la presidenta de esta sociedad científica, “se hace cada vez más urgente diagnosticar y controlar los síntomas de insuficiencia o falla cardiaca y no solo después de los 50 años, como muchos creen. Es una cultura que se debería fomentar desde que somos niños a través de hábitos saludables y una mejor alimentación. Solo basta echar un repaso a las cifras de obesidad infantil. Y un niño que se enfrenta a esta condición, es un adulto que más adelante enfrentará problemas cardiovasculares”.
Lo que indica Saldarriaga es que en el país se presenta “una elevada carga de factores de riesgo, como los altos niveles de colesterol LDL, la obesidad por inactividad física, la hipertensión y la diabetes”.
Este peligroso coctel está provocando “que nuestra población se empiece a enfermar en edades más tempranas de la vida. Tenemos un trabajo muy grande en prevención, pero debe empezar desde la infancia”, agrega.
El desafío, entonces, es enorme, pero para ella “todos podemos hacer cosas sencillas en el día a día para tener un estilo de vida más saludable”. Explica que se debe comenzar por cosas pequeñas, pero que el cuerpo agradece: “Preparar tu propia comida para manejar la cantidad de sal y aceite, bajarse un poquito más lejos de la entrada del trabajo para moverse más, controlar el estrés y tener una mejor higiene del sueño son hábitos que protegen el corazón. Estudios muestran que las personas que no duermen bien pueden experimentar aumento de la frecuencia cardiaca e incluso en el apetito, que, de ser constante, puede llevar al aumento del peso”.
Saldarriaga señala que el país solo cuenta con 1.200 cardiólogos de adultos y niños, y el déficit se siente especialmente en las zonas más apartadas y regiones como el sur colombiano, donde la demanda de pacientes no se ve compensada con el bajo número de expertos en cardiopatías.
A pesar de la escasez, uno de los desafíos que enfrenta Colombia es preparar médicos generales y hasta enfermeros en la detección temprana de cardiopatías para que los diagnósticos ocurran de manera más oportuna y el paciente no pierda tiempo antes de llegar donde el especialista.
En ese sentido, en Colombia, país que se ha convertido en referente para otros de la región en materia de tecnología y técnicas cardiovasculares, ha habido avances. Hace 40 años, un paciente que sufría de insuficiencia cardiaca tenía un 80 por ciento de probabilidad de morir. De cada diez pacientes con insuficiencia cardiaca, ocho fallecían en un periodo de cinco años.
Actualmente, esa cifra ha disminuido y la tasa de mortalidad ha llegado a esta realidad: cuatro de cada ocho pierden la vida en el mismo periodo de tiempo. En parte, el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas ha contribuido de manera significativa al avance en la tasa de supervivencia.
Esa transformación es algo que Saldarriaga espera preservar de cara a los vientos de reforma que soplan en el sector de la salud, promovidos por el Gobierno nacional desde hace más de un año. “Colombia ha logrado un gran avance en materia de atención, y eso debe mantenerse independientemente del modelo de salud que se pretenda adoptar”.
Más allá de las dificultades, para esta médica colombiana lo realmente importante es cómo con su labor puede “cambiar la vida de las otras personas”. Y está segura de que, aun cuando pasaron ocho décadas para que una mujer ocupara la posición que ostenta ahora, ella es la primera, pero no será la última.