Salud
Medicamento para el asma puede prevenir peligros de alergias alimentarias, como las que produce el maní; detalles de revelador estudio
La investigación fue revelada por la revista especializada New England Journal of Medicine.
Un medicamento utilizado tradicionalmente para tratar el asma puede ayudar a proteger a las personas de los peligros, incluso mortales, de las alergias alimentarias. Al menos ese es el hallazgo principal de un estudio publicado, en las últimas horas, en la revista especializada New England Journal of Medicine.
La investigación aleatoria, financiada en parte por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, sometió a una serie de pruebas al fármaco Xolair (de nombre químico omalizumab) en un total de 118 niños que se sabía que eran alérgicos al maní y a al menos otro alimento, como la leche o los huevos.
El ensayo, que fue realizado en al menos 10 centros médicos estadounidenses, descubrió que, tras el tratamiento, el 67 por ciento de los niños estudiados era capaz de tolerar sin síntomas una pequeña cantidad de proteína de maní. De otros 59 menores a los que se les administró un placebo, solo el 7 por ciento pudo hacerlo.
Estudio se conoce justo cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó, a principios de este mes de febrero, el uso del fármaco para las alergias alimentarias en adultos y niños a partir de un año. Hace más de dos décadas se había aprobado contra el asma alérgica.
Los científicos advierten, sin embargo, que el medicamento no garantiza que las personas propensas a las alergias puedan bajar completamente la guardia, y que estas deben seguir intentando evitar los alérgenos conocidos.
No obstante, el fármaco debería reducir las reacciones peligrosas, según los científicos que participaron de la investigación.
Xolair se administra mediante inyecciones, cada dos o cuatro semanas, lo que sin embargo no resulta fácil para los reacios a las agujas.
Sin embargo, para las personas que han tenido que vivir con el temor constante de que el consumo involuntario de un alérgeno podría resultar en una hospitalización, el tratamiento podría ser “un cambio de vida”, consideró Robert Wood, uno de los líderes del estudio y miembro de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Se calcula que las reacciones alérgicas graves provocan unas 30.000 visitas a urgencias al año solo en Estados Unidos.