Salud
“No estás perdiendo la memoria, es ansiedad”: esta es la explicación de lo que le puede estar sucediendo
Expertos han confirmado que más allá de una afectación relacionada con la edad, la amnesia podría relacionarse con el estado mental.
Olvidar parte de lo que se acaba de decir, perder el hilo de la conversación o sencillamente no recordar nombres de compañeros de trabajo, hacen parte de esos síntomas en personas jóvenes que en algunos casos prenden alarmas o en otros se normalizan.
Lo cierto aquí es que hay una respuesta de la ciencia. Es una explicación que relaciona la pérdida de memoria con trastornos emocionales.
“El estrés, la ansiedad o la depresión pueden causar olvidos, confusión, dificultad para concentrarse y otros problemas que interrumpen las actividades diarias”, explicó la Mayo Clinic.
En detalle, la psicóloga Laura Gasenjo, en actitud empática, enfatiza en la causa de los síntomas que se podrían relacionar con enfermedades de adultos mayores, pero que en personas jóvenes no aplicaría.
“No estás perdiendo la memoria, es ansiedad… Cuando tenemos ansiedad, entendida está como una emoción asociada al miedo, nos encontramos hipervigilantes: esto evolutivamente hablando tiene MUCHO sentido. El miedo se activa para protegernos del peligro, por lo que si está activo, estaremos pendientes para salir ilesos”, dijo la profesional de Dahlia Psicología.
Entonces, la persona se encuentra con la ansiedad activa y la atención máxima en todos los estímulos posibles para protegerse. “Para evitarlo (el peligro) claro, tengo que estar pendiente de TODO y dime, ¿retienes la misma información si intentas aprenderte dos frases, que si intentas aprenderte 50?”, cuestionó la psicóloga.
En ese sentido, dando respuesta, señaló que no está fallando la memoria, sino la atención.
“Por ejemplo, si nos ponen una persona delante y la observas, seguramente mañana sepas decir cómo iba vestida con detalles. Si te ponen diez personas delante, seguramente recuerdes cosas de su vestimenta, pero no los detalles. No puedes atender de igual formas a dos estímulos que a diez. Y ahí es cuando decimos que nos olvidamos de cosas de X momentos en estados de ansiedad. Porque si el miedo nos está pidiendo que atendamos a 30 “peligros” es imposible retenerlos todos por igual”, señaló la profesional.
Al desarrollar más la idea, la psicóloga sostiene que la atención activa se relaciona con el aprendizaje de que determinadas situaciones son peligrosas, aunque realmente no lo sean y tampoco supongan un riesgo.
“Hasta que no aprendemos que no lo son, ahí estamos: pendientes de 300 peligros que no lo son. Cuando además la ansiedad se mantiene en el tiempo, correlacionando con otros problemas como la depresión… nuestro sistema está empleando todos sus recursos en atender a esos estímulos que mantienen la ansiedad y deja muy poco espacio para el resto de estímulos”, relató Gasenjo.
También insistió en que la ansiedad es una consecuencia y nunca es la causa del problema. Además de recordar que cada persona es un mundo y que en cada caso las conductas cumplen una determinada función. “No todo es generalizable. Preguntad sin miedo a vuestros profesionales que puede estar sucediendo en vuestro caso.”, escribió la trabajadora de la salud española.
No estás perdiendo la memoria, es ✨ansiedad✨
— Laura (@lauragasenjo) January 9, 2023
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Las recomendaciones de la OMS para ayudar a personas diagnosticadas con depresión
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 5 % de los adultos en todo el mundo padece depresión, lo que se traduce en que el 3,8 % del total de la población mundial. En total, se calcula que alrededor de 280 millones de personas tienen depresión en el planeta. A su vez, genera afectaciones con mayor frecuencia en los adultos mayores de 60 años y las mujeres.
“La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es recurrente y de intensidad moderada a grave”, indica la OMS a través de su página web oficial.
Consejos para personas diagnosticadas con depresión
- Es clave hablar con alguien a quien el paciente le tenga confianza suficiente para decirle cómo se siente.
- Unos de los pasos más importantes es buscar ayuda profesional en la EPS o en centros de atención de salud mental.
- Es importante que el paciente trate de mantenerse al día con las actividades que normalmente disfruta
- Mantenerse en contacto con amigos y familiares puede ser de gran ayuda.
- También es importante conservar hábitos regulares de alimentación y sueño.
- En ocasiones, es importante intentar enfocar la atención en lo positivo.