Coronavirus

OMS dice que la pandemia continúa: el 90 % de la población mundial ya tuvo contacto con la covid-19

El director del ente multilateral, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que no es “aceptable” que sigan muriendo personas a casi tres años de la aparición del coronavirus.

3 de diciembre de 2022
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS (Photo by Lu Yang/Xinhua xia Getty) (Xinhua/Lu Yang via Getty Images)
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, aseguró que el mundo necesitará cifras récord de ayuda humanitaria. | Foto: Xinhua News Agency/Getty Images

En la más reciente conferencia de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el director de ese ente, Tedros Adhanom Ghebreyesus, entregó los datos más recientes sobre la pandemia de covid-19.

Comenzó su intervencion diciendo que esta semana se lanzó la estrategia de salud global de la Unión Europea y agradeció el apoyo de ese grupo de países por financiar el mecanismo Covax, que ha ayudado a comprar millones de vacunas contra la covid-19 en los últimos dos años.

“La nueva estrategia de salud global de la Unión Europea está estrechamente alineada con las prioridades de OMS, y ayudará a abordar muchos de los desafíos más apremiantes en la salud global, desde abordar las causas fundamentales de la enfermedad, hasta los países de apoyo en el camino hacia la cobertura de salud universal, hasta hacer nuestro mundo más seguro y la erradicación final de la poliomielitis”, aseguró Adhanom Ghebreyesus durante su intervención.

Además, hizo un balance de la situación sanitaria que está atravesando el planeta en la actualidad, que tuvo un fuerte tono pesimista. “Nuestro mundo se enfrenta a una combinación mortal de guerra, hambre y enfermedad”, aseguró.

Según indicó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios está pidiendo una cifra de dinero récord para garantizar el acceso a servicios básicos a nivel mundial, cerca de 51.500 millones de dólares. Estos recursos, argumentó Adhanom Ghebreyesus, buscarán satisfacer necesidades sin precedentes, pues se calcula que alrededor de 339 millones de personas van a necesitar ayuda humanitaria en 2023.

Y recordó que las crisis humanitarias impactan en todas las dimensiones de la vida de los ciudadanos. “Los que huyen del conflicto o la sequía, o que viven en la pobreza y enfrentan el hambre, también son aquellos cuya salud es la más amenazada”, aseguró el director de la OMS.

Agregó que la brecha que separa la vida y la muerte puede estar en el acceso que tienen las personas a servicios de vacunación y tratamientos médicos. También indicó que es clave que las autoridades sanitarias tengan la capacidad de vigilar las enfermedades que están afectando a su población.

Las preocupaciones por la covid-19

Si bien Adhanom Ghebreyesus indicó que ya ha pasado un año desde que se identificó que la variante ómicron del coronavirus era de preocupación y a la fecha cerca del 90 % de la población mundial ya ha tenido contacto con el virus, dijo que el mundo aún tiene un reto enorme por delante.

“El número de muertes semanales informadas ha disminuido ligeramente en las últimas cinco semanas, pero más de 8,500 personas perdieron la vida la semana pasada, lo que no es aceptable tres años después de la pandemia, cuando tenemos tantas herramientas para prevenir infecciones y salvar vidas”, advirtió.

Luego, aseguró que la vigilancia epidemiológica ha demostrado que en el mundo están circulando más de 500 sublinajes de ómicron y que todos son muy transmisibles.

“Se replican en el tracto respiratorio superior, tienden a causar una enfermedad menos grave que las variantes anteriores de preocupación. Y todos tienen mutaciones que les permiten escapar de la inmunidad acumulada más fácilmente”, agregó.

Y subrayó que el mundo está más cerca que antes del fin de la fase de emergencia de la pandemia, pero aún no se encuentra en ese punto.

Esto, advirtió, se debe en gran parte a la desigualdad de condiciones entre los sistemas de salud de distintos países. Según indicó, hay brechas en la cantidad de pruebas y vacunas que practican los países de altos ingresos y los países más pobres.

Estas circunstancias, aseguró, “continúan creando las condiciones perfectas para una nueva variante de preocupación para emerger que podría causar una mortalidad significativa”.

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