Salud
OMS le hace frente a la hemorragia posparto, principal causa de muerte en madres
La pérdida de sangre, tras dar a luz, puede dejar secuelas graves.
La hemorragia posparto (HPP) es definida como sangrado excesivo después del parto, que afecta a millones de mujeres cada año y es la principal causa de muerte materna en el mundo, a pesar de ser prevenible y tratable. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó -este miércoles- su primera hoja de ruta para abordar este tema.
Se estima que esta hemorragia provoca alrededor de 70.000 muertes cada año; pero a quienes sobreviven, les puede causar discapacidades y traumas psicológicos que duran años.
El director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó: “El sangrado severo durante el parto es una de las causas más comunes de mortalidad materna, pero es altamente prevenible y tratable”.
Cada dos minutos muere una mujer por causas relacionadas con el embarazo o el parto. Más del 85 % de las muertes por HPP ocurren en el África subsahariana y el sur de Asia. Los factores de riesgo incluyen anemia, anomalías placentarias y otras complicaciones del embarazo, como infecciones y preeclampsia. “Esta nueva hoja de ruta traza el camino hacia un mundo en el que más mujeres tengan un parto seguro y un futuro saludable con sus familias”, agrega Tedros.
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Hay países que presentan marcadas diferencias en los resultados de supervivencia de la HPP, y que reflejan importantes desigualdades en el acceso a los servicios de salud esenciales; estos son el principal objetivo de la hoja de ruta. Muchos factores de riesgo pueden controlarse si existe una atención prenatal de calidad, incluido el acceso a ecografías, junto con un seguimiento eficaz en las horas posteriores al nacimiento.
Si una mamá comienza a sangrar, es vital detectarlo y tratarlo con extrema rapidez. No obstante, frecuentemente los centros de salud carecen de los trabajadores o recursos necesarios, incluidos productos que salvan vidas, como oxitocina, ácido tranexámico o sangre para transfusiones.
“Para abordar la hemorragia posparto se necesita un enfoque multifacético que se centre tanto en la prevención como en la respuesta -previniendo los factores de riesgo y proporcionando acceso inmediato a los tratamientos cuando sea necesario- junto con esfuerzos más amplios para fortalecer los derechos de las mujeres”, indica la doctora Pascale Allotey, directora de Salud Sexual y Reproductiva de la OMS y HRP, programa especial de la ONU sobre desarrollo de investigaciones y capacitación en reproducción humana.
“Todas las mujeres, independientemente de dónde vivan, deben tener acceso a atención materna oportuna y de alta calidad, con trabajadores de salud capacitados, equipo esencial y estantes llenos de productos adecuados y eficaces; esto es crucial para tratar el sangrado posparto y reducir las muertes maternas”, agrega.
Los avances en la reducción de estas muertes desde 2015, son limitados. El mundo está lejos de cumplir las metas relacionadas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según la OMS.
La Hoja de ruta para combatir la hemorragia posparto entre 2023 y 2030 describe objetivos y actividades para la investigación, el trabajo normativo, la implementación y la promoción.
Acciones
Las acciones prioritarias incluyen:
- El desarrollo de directrices nuevas y más amplias para la HPP que abarquen la prevención, la detección y el tratamiento.
- Investigación para generar innovaciones y aumentar el acceso a intervenciones probadas.
- El establecimiento de un nuevo mecanismo de adquisiciones para mejorar el suministro de medicamentos y productos básicos de alta calidad; promoción y sensibilización.
- A nivel nacional, capacitación y mejoras en las instalaciones.
Más de 130 expertos de diversos campos participaron en esta hoja de ruta, a su vez, la implementación será guiada por un comité directivo interdisciplinario. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Bill y Melinda Gates, el Fondo de Financiamiento Mundial, MSD for Mothers, Unitaid, la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), la Confederación Internacional de Matronas (ICM), Jhpiego, la Fundación Laerdal y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), hicieron parte de la elaboración.