Salud
OMS publicó nuevos estándares para la planificación familiar y la atención de la interrupción voluntaria del embarazo
El ente multilateral advirtió que en muchos países el personal de salud no está debidamente capacitado para brindar asistencia en estos servicios médicos.
Una de las prioridades de las autoridades sanitarias es garantizar el acceso de los ciudadanos a los métodos anticonceptivos y la planificación familiar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el planeta hay cerca de 1.900 millones de mujeres en edad reproductiva, con lo cual las necesidades de planificación son un hito fundamental para garantizar el derecho a llevar una vida sexual sana.
“La planificación familiar y la atención integral del aborto son parte de la atención primaria de salud, y la disponibilidad de estos servicios es fundamental para lograr la cobertura universal de salud”, advirtió la OMS.
Y agregó que, sin embargo, en la actualidad a millones de personas se les presentan obstáculos para acceder adecuadamente a estos servicios médicos. Además de que en ocasiones la prestación de atenciones en ocasiones no cumplen con criterios de accesibilidad, efectividad y respeto.
Por ello, destacó que los profesionales de la salud tienen un “papel crucial” para superar estas barreras. Pero la OMS advirtió que en muchos países los trabajadores de este sector no cuentan con las habilidades y los conocimientos para brindarles servicios que estén basado en la evidencia científica más actualizada.
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“Es por eso que la OMS ha desarrollado el Juego de herramientas de planificación familiar y atención integral del aborto para el personal de atención primaria de la salud, que describe las competencias clave para los trabajadores de la salud, así como orientación sobre cómo desarrollar programas y planes de estudio para su educación y capacitación”, indicó el ente multilateral en un comunicado público.
La OMS también manifestó que los profesionales sanitarios no solo necesitan una capacitación actualizada, sino también una actitud adecuada con las pacientes que acuden a los servicios médicos.
Por ejemplo, advirtieron que estos trabajadores deben estar lo suficientemente capacitados para realizar procedimientos como la inserción de implantes anticonceptivos o practicar interrupciones voluntarias del embarazo por medio de medicamentos
“Pero también necesitan sólidas habilidades de comunicación, toma de decisiones y asociación, de modo que estén equipados para escuchar activamente a los pacientes y transmitir información de manera efectiva, mientras colocan siempre al individuo en el centro”, aseguró la OMS.
Por ello, entre las nuevas recomendaciones que están compartiendo con los trabajadores sanitarios hacen énfasis en la comunicación. Les sugieren ser abiertos y honestos para explicar los procedimientos médicos a los pacientes.
Y advierten que la buena disposición del espacio físico es fundamental para crear confianza en las pacientes. “Considere el impacto de la comodidad, la privacidad, el ruido, el espacio y la temperatura”, reza uno de los consejos de la OMS.
También es clave que tengan en cuenta algunos factores culturales, una situación que puede sobrellevarse con mayor facilidad si los profesionales cuentan con una persona que preste apoyo “al trabajar junto con los trabajadores de la salud y los clientes para interpretar los problemas culturales y brindar servicios culturalmente relevantes”. A su vez, les recomiendan a los profesionales de la salud crear lazos de confianza con las comunidades, basadas en el respeto.
También les piden promover una “atención eficaz, sin prejuicios” que se centre en las necesidades que tienen las personas y en la protección de sus derechos humanos.
Los lineamientos de la OMS, además, no solo se limitan a los trabajadores sanitarios, sino también a los profesores, los líderes de organizaciones y los funcionarios de los estados que tienen a su cargo el diseño de políticas públicas.
“Esto facilita que las personas colaboren entre organizaciones y países para alcanzar el objetivo común de garantizar el nivel más alto posible de salud sexual y reproductiva para todos, independientemente de quiénes sean y dónde vivan”, puntualizó la OMS.