Salud
Paso a paso para calcular el índice de masa corporal (IMC) que ayuda a identificar el sobrepeso
Se trata de un indicador de salud que usan con frecuencia los profesionales médicos.
El índice de masa corporal es uno de los indicadores que más usan los profesionales de la salud para constatar si una persona está sufriendo de obesidad.
“El IMC no mide la grasa corporal directamente, pero se correlaciona moderadamente con medidas más directas de la grasa corporal. Además, el IMC parece estar tan fuertemente correlacionado con diversos resultados metabólicos y de enfermedades como lo están estas medidas más directas de la grasa corporal”, advierten los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Para calcularlo se usan dos datos que se pueden saber con ayuda de una balanza y un metro. De acuerdo con los CDC, basta con dividir el peso de una persona expresada en kilogramos entre su altura elevada al cuadrado, la cual debe estar expresada en metros.
Por ejemplo, para calcular el IMC de una persona que mide 1,70 metros y pesa 65 kilogramos primero debe elevarse la altura al cuadrado. Esta operación da como resultado la cifra de 2,89. Luego, se divide 65 (que es el peso) entre 2,89, lo cual da como resultado un IMC de 22,5 que se considera como saludable.
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En efecto, dependiendo del dato resultante del IMC, los CDC explican que se puede clasificar en cuatro grupos: bajo peso, peso saludable, sobrepeso y obesidad. Puntualmente los datos se califican así:
- Bajo peso: Por debajo de 18,5.
- Peso saludable: Entre 18,5 y 24,9.
- Sobrepeso: Entre 25 y 29.9.
- Obesidad: 30 o más.
Si bien se trata de un indicador útil para los profesionales médicos, lo cierto es que no se considera como una herramienta para diagnosticar enfermedades o problemas de salud, según lo señalan los CDC.
“El IMC se usa como una herramienta de detección, pero no diagnostica la grasa corporal ni la salud de un individuo. Para determinar si el exceso de peso es un riesgo para la salud, un proveedor de atención médica necesitará realizar evaluaciones adicionales. Estas evaluaciones pueden incluir la medición del grosor de los pliegues cutáneos, evaluaciones de la alimentación, la actividad física, y los antecedentes familiares”, puntualizan las autoridades sanitarias estadounidenses.
Así mismo, indican que, de todas maneras, el IMC puede ser muy útil debido a que se trata de un indicador económico y fácil de usar, algo que no sucede con otros métodos como la absorciometría dual de rayos X (DXA) y la dilución de isótopos.
A su vez, son métodos que pueden requerir de profesionales de la salud altamente capacitados para implementarlos o no están disponibles con frecuencia. “Además, muchos de estos métodos pueden ser difíciles de estandarizar entre los observadores o máquinas, lo cual complica las comparaciones de los estudios y periodos de tiempo”, aseveran los CDC.
Vale decir, además, que el IMC no se clasifica de igual forma en el caso de los adultos y los niños. No obstante, la operación matemática que se realiza es la misma.
Entre otras cosas, los CDC explican que las clasificaciones del IMC para niños y adolescentes tienen en cuenta otros factores como la edad y el sexo, pues se considera que los niveles de grasa corporal pueden cambiar bastante conforme se desarrolla el crecimiento.
“La obesidad entre los jóvenes de 2 a 19 años se define como un IMC igual o superior al percentil 95 de los niños de la misma edad y sexo en esta población de referencia de 1963 a 1994. Por ejemplo, un niño de 10 años de estatura promedio (1,42 metros) que pesa 102 libras (46 kilos) tendría un IMC de 22,9 kg / m2. Esto colocaría al niño en el percentil 95 de IMC, lo que significa que su IMC es mayor que el del 95% de los niños de edad similar en esta población de referencia, y se consideraría que tiene obesidad”, concluyeron los CDC.