Salud
¿Por qué se producen los cálculos renales y cómo detectarlos?
Esta condición de salud requiere un tratamiento médico adecuado para evitar complicaciones.
Los cálculos renales, también conocidos popularmente como “piedras en el riñón”, son fragmentos sólidos formados a partir de minerales que pueden aparecer en los riñones debido a distintos motivos.
“La dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales. Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga. En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan”, explica la Clínica Mayo, una institución médica de Estados Unidos.
Si bien los pacientes pueden experimentar un gran dolor cuando deben expulsar estas piezas sólidas, la fuente médica anota que por lo general no dejan secuelas permanentes en el organismo en tanto sean tratados adecuadamente.
“Según sea el caso, es posible que solo tengas que tomar analgésicos y mucha agua para expulsar un cálculo renal. En otros casos (por ejemplo, si los cálculos se alojan en las vías urinarias, están asociados con una infección de las vías urinarias o causan complicaciones), es posible que necesites una cirugía”, añade la Clínica Mayo.
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Además, señala que los profesionales médicos están en capacidad de brindarles un tratamiento preventivo a los pacientes en caso de que identifiquen riesgos de que podrían volver a presentar cálculos renales.
La institución médica cita varios factores que pueden incrementar las probabilidades de que un paciente padezca de esta condición médica.
Tal vez uno de los más importantes es el componente hereditario. Haber tenido familiares que fueron diagnosticados con cálculos renales incrementa las posibilidades de padecerlos en el futuro.
La deshidratación, explica la Clínica Mayo, también puede aumentar los riesgos. “No beber suficiente agua todos los días puede aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Las personas que viven en climas cálidos y secos y las que sudan mucho pueden correr un mayor riesgo que otras”, apunta la institución médica.
A su vez, asegura que hay múltiples dietas que pueden favorecer la formación de depósitos en los riñones. Entre otras cosas, mencionan el consumo de alimentos que contienen altos niveles de proteínas, sodio (fundamentalmente el que se adquiere a través de la sal) y azúcar.
En el caso del sodio, por ejemplo, la institución médica explica que el riesgo aumenta debido a que hay un incremento en los niveles de calcio que deben filtrar los riñones.
Llevar una dieta saludable también puede disminuir la obesidad, que es otro factor que favorece la aparición de fragmentos sólidos en los riñones. “Un índice de masa corporal alto, un perímetro de la cintura ancho y el aumento de peso se pueden asociar con un incremento del riesgo de tener cálculos renales”, advierte la Clínica Mayo.
Así mismo, indica que también podrían ser más propensas a sufrir de esta condición médica las personas que se han hecho cirugías de baipás gástrico o sufren de enfermedades intestinales inflamatorias, diarrea crónica, acidosis tubular renal, cistinuria, hiperparatiroidismo e infecciones urinarias, entre otras.
Por último, recuerda que es fundamental tener cuidado con algunos fármacos. “Ciertos suplementos y medicamentos, como la vitamina C, los suplementos alimentarios, los laxantes (cuando se usan en exceso), los antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión, pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales”, señala la institución médica.
Para saber si una persona tiene cálculos renales el primer paso es identificar los síntomas a tiempo. Según MedlinePlus, la enciclopedia virtual de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los principales signos de que una persona padece de esta condición pueden presentarse solo hasta que los cálculos tratan de bajar por los conductos que transportan la orina.
Esto puede ser muy doloroso, pues los depósitos pueden bloquear el flujo normal de la orina. Por ello, el principal síntoma es el dolor que aparece y desaparece de forma súbita. Puede sentirse tanto en la zona abdominal como en un costado de la espalda, según MedlinePlus.
Y añade que en algunos casos los pacientes también pueden sentir fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos y presentar un color anormal o sangre en la orina.