Salud
PrEP: el revolucionario medicamento para prevenir el VIH y que llegó a Latinoamérica; detalles de la llamada “píldora del día de antes”
El medicamento fue desarrollado desde 2010, pero solo hasta ahora está comenzando su masificación en el continente.
En 2010, la historia del VIH cambió para siempre: ese año se desarrollaron los primeros ensayos clínicos que demostraron cómo los medicamentos tenofovir y emtricitabina, administrados en personas sanas, pero en riesgo de exposición al VIH, funcionaban para prevenir la enfermedad.
Dicho ensayo clínico, desarrollado en Perú, Ecuador, Sudáfrica, Brasil, Tailandia y Estados Unidos, evidenció, además de un resultado terapéutico, que dichos medicamentos eran preventivos y evitaban la transmisión con idéntico suministro: una pastilla diaria, que popularmente ha pasado a denominarse como “la pastilla antisida” o “píldora del día de antes”.
Conocido como profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés), el estudio sobre este medicamento fue recibido con esperanza trece años atrás pues el VIH es una enfermedad con la que conviven, según datos de 2022, cerca de 40 millones de personas en todo el mundo. Este 2023 se cumplieron cuatro décadas desde el reporte del primer caso.
Barack Obama, en su momento presidente de Estados Unidos, reconoció que “si bien se necesitaba más trabajo, este tipo de estudios marcaría el comienzo de una nueva era en la prevención del VIH”. La revista Time, que advirtió su impacto en el futuro, la incluyó en el primer lugar en su lista de los diez avances médicos del año. Lo mismo hizo meses después la revista especializada Science.
Hoy, no pocos expertos consideran al PrEP el comienzo del fin de esta mortal enfermedad. Y así lo han corroborado los ensayos de validación que que han seguido tras los estudios iniciales, los cuales han dejado en evidencia que cuando se toman a diario, por vía oral, las drogas antirretrovirales tenofovir y emtricitabina reducían entre un 92 por ciento y un 99 por ciento el riesgo de transmisión del virus.
Por eso, desde 2010, el consumo de esta pastilla ovalada de color azul se expande en todo el mundo. Aunque no de forma igual: según la Fundación Huésped de Argentina, liderada por el reconocido médico infectólogo Pedro Cahn, América Latina sigue muy relegada. Se estima que en la región hay 90 mil unas 15 mil personas están en tratamiento.
En entrevista con SEMANA, Cahn asegura que el continente “durante mucho tiempo estuvo a la vanguardia y entre las regiones más aventajadas en términos de acceso a la terapia antirretroviral. Y el problema no es que nuestros Gobiernos no estén dando acceso a la medicación, que se suministra de forma gratuita. Es que no tenemos una forma eficiente de llegar a las personas no diagnosticadas. Es decir, si las personas no van al servicio médico no sabrán que tienen VIH. Peor aún, si la persona comienza el tratamiento y lo abandona, nadie lo va a buscar”.
Y subrayó que “el diagnóstico tardío sigue siendo muy alto en América Latina. El 30 por ciento de las personas se diagnostican con niveles de sus defensas por debajo de 200 o estando ya clínicamente enfermos”.
Además, destacó que “gracias al rápido avance de la ciencia y la tecnología, tenemos medicamentos como el PrEP que, con una o dos dosis por día, tomadas al mismo tiempo, se puede controlar la replicación viral y las defensas de los pacientes. Entonces, el VIH dejó de ser una enfermedad mortal”.
“Creo que ha sido una de las mayores conquistas de la medicina. Y todo se le debe a esa gran lucha de la ciencia para contar hoy con medicamentos muy potentes y de pocos miligramos que permiten reunirlos en un solo comprimido. No hay ninguna razón para que un país de América Latina no acceda a los medicamentos a un costo muy barato, pues la OPS los vende, genéricos, a costos muy bajos”, señaló el médico argentino en SEMANA.
En ese contexto, el PrEP se proyecta como una de las principales apuestas de las autoridades mundiales en salud para acabar con la enfermedad para el año 2030. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) calcula que hay 39 millones de personas que viven con VIH en todo el mundo. En 2022, se produjeron 1,3 millones de nuevas infecciones, en comparación con los 3,2 millones de 1995.