¿Qué es la tendinitis y cuáles son sus síntomas de alerta?

La tendinitis es una inflamación o irritación de un tendón, que es el tejido fibroso que conecta el músculo al hueso. Este trastorno puede ocurrir en cualquier tendón, pero es más común en áreas como los hombros, los codos, las muñecas, las rodillas y los talones.

Causas

Uso excesivo: movimientos repetitivos durante el trabajo, el deporte o las actividades diarias.

Lesiones: golpes directos o lesiones agudas.

Edad: a medida que se envejece, los tendones se vuelven menos flexibles y más susceptibles a las lesiones.

Postura o técnica incorrecta: usar una técnica inadecuada en el deporte o el trabajo puede poner estrés en los tendones.

Síntomas de alerta

Dolor: generalmente, se presenta en el área del tendón afectado y se puede sentir como un dolor sordo, especialmente al mover la articulación o el músculo.

Sensibilidad: la zona puede estar sensible al tacto.

Hinchazón: puede haber una ligera hinchazón alrededor del tendón.

Calor y enrojecimiento: aunque menos común, algunas veces la piel sobre el tendón afectado puede estar caliente o enrojecida.

Rigidez: puede haber rigidez en la articulación, especialmente por la mañana o después de períodos de inactividad.

Debilidad: puede haber debilidad en el área afectada, dificultando ciertos movimientos.

Prevención

Para reducir la posibilidad de padecer tendinitis, se pueden seguir estas sugerencias:

Mantener la postura correcta en el lugar de trabajo. Asegurarse de que la silla, el teclado y el escritorio estén ubicados de manera adecuada para la estatura, longitud de brazos y las tareas que se hace. Esto ayudará a proteger las articulaciones y los tendones de esfuerzos.

Relajarse. Evitar actividades que provoquen demasiado esfuerzo para los tendones, especialmente por períodos prolongados. Si se siente dolor durante un ejercicio, detenerse y descansar.

Combinar actividades. Si un ejercicio o una actividad causa dolor, intentar con otro. El entrenamiento funcional puede ayudar a combinar ejercicios de alto impacto, como correr, con ejercicios de menor impacto, como andar en bicicleta o nadar.

Preparar los músculos para practicar deportes. Fortalecer los músculos que se usan para una actividad o un deporte puede ayudar a soportar mejor el esfuerzo.

Mejorar la forma en que se mueve el cuerpo. Si la manera en que se realiza una actividad o un ejercicio es deficiente, puede predisponer a tener problemas en los tendones. Por eso, hay que considerar tomar clases u obtener instrucciones profesionales cuando se comience a practicar un deporte nuevo o cuando se use equipos de ejercicio.

Hacer estiramientos. Después de hacer ejercicio, mover las articulaciones en toda la amplitud de movimiento. El mejor momento para llevar a cabo estiramientos es después del ejercicio, cuando los músculos entran en calor.