Salud
Que Halloween no se convierta en una pesadilla: recomendaciones para la compra y entrega segura de dulces a los niños
El consumo de alimentos con alto contenido de azúcar se relaciona con un aumento de los niveles de triglicéridos, de la grasa visceral, el aumento de la resistencia a la insulina y de la presión arterial.
Se acerca una de las fechas más esperadas del año por miles de personas: la noche de Halloween, en la que la creatividad vuela, en niños y adultos, para crear los más divertidos y audaces disfraces.
Por ello, como ya comenzó la cuenta regresiva para esta celebración del próximo jueves 31 de octubre, el Ministerio de Salud y Protección Social emitió una serie de recomendaciones importantes para tener en cuenta al momento de hacer la compra, la recepción y la entrega de dulces de manera segura.
Estas medidas buscan proteger la salud de los más pequeños y minimizar posibles riesgos.
Recomendaciones para la compra:
- Adquiera únicamente los dulces empacados y de marcas confiables en el mercado.
- Evite los dulces sin envolturas: o con información de rotulado ausente.
Y un dato que puede hacer la diferencia: pese a que algunos productos de confitería a base de azúcar y la goma de mascar no requieren fecha de vencimiento, se deben tener en cuenta las siguientes condiciones:
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- Integridad del empaque: Asegúrese de que las envolturas estén completas y sin defectos.
- Características del dulce: Verifique que no estén húmedos, decolorados o desmoronados.
- Etiquetado adecuado: Los paquetes deben incluir información completa sobre ingredientes, aditivos y posibles alérgenos. Así como los datos del fabricante o responsable del producto.
- En perfecto estado: Los dulces no deben contener materiales extraños en su interior.
Recomendaciones para recibir los dulces y moderar su consumo:
- Acompañamiento de un adulto: No permita que los niños pidan dulces sin la supervisión de un adulto en la noche de Halloween.
- Consumo moderado: Infórmese sobre los efectos de un consumo excesivo de azúcar, que puede incluir sobrepeso y obesidad, diabetes, enfermedades cardio vasculares, dolores estomacales y falta de sueño.
- Emergencias de salud: Si los niños presentan náuseas o dolor abdominal, busque atención médica de inmediato.
- Precaución con los dulces pequeños: Supervise siempre el consumo para evitar riesgos de asfixia en los más pequeños de la casa.
Es fundamental que padres y cuidadores mantengan una dieta equilibrada en esta celebración. Algunas recomendaciones incluyen:
- Alternativas saludables: Ofrezca opciones como yogurt con frutas, frutos secos, galletas integrales y helados caseros.
- Fomentar hábitos alimenticios saludables: Introduzca frutas ricas en nutrientes desde temprana edad, como mandarinas, manzanas, naranjas y bananos, etc.
- Distribución gradual: Limite el consumo de dulces, permitiendo que sean disfrutados poco a poco.
- Educación sobre salud: Explique a los niños los efectos de los dulces y modele buenos hábitos alimenticios en casa.
Dos gastroenterólogos, Raúl Casas Rodríguez y Sofía Novoa Ladino, explican en SEMANA los riesgos asociados al consumo excesivo de dulces.
Por un lado, el consumo de alimentos con alto contenido glicémico (azúcar) está relacionado con un aumento de los niveles de triglicéridos, de la grasa visceral, el aumento de la resistencia a la insulina y de la presión arterial, además de la disminución del colesterol HDL. Estas alteraciones están relacionadas, a su vez, con el aumento del aterosclerosis, enfermedades del corazón y las arterias.
Otro grave riesgo para la salud se relaciona con la diabetes, una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina (hormona que regula los niveles de azúcar en sangre) o cuando el organismo no aprovecha eficazmente la insulina que produce.
El consumo elevado de azúcar y de alimentos altos en este componente favorece el aumento de las concentraciones de glucosa e insulina en la sangre. Y esto se traduce en que se puede agotar más rápidamente las reservas de insulina del páncreas y desencadenar la enfermedad. Personas con antecedente familiar de diabetes, con sobrepeso u obesidad, sedentarias y con hábitos no saludables tienen mayor predisposición a padecer de diabetes.