Salud

Recomendaciones efectivas para evitar el mal aliento, según odontólogos

El mal aliento usualmente está relacionado con una mala higiene oral.

Redacción Semana
3 de octubre de 2023
El mal aliento puede generar problemas de confianza para la persona que lo sufre.
El mal aliento puede generar problemas de confianza para la persona que lo sufre. | Foto: Getty Images

El aliento desagradable comúnmente se denomina mal aliento o halitosis, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

“Hay muchas razones por las cuales se puede tener mal aliento, pues puede ser porque no hay un buen cepillado de dientes o no se usa el hilo dental frecuentemente, y la bacteria que se acumula en la boca y entre los dientes produce mal olor. Otras causas pueden ser enfermedades de las encías, boca seca o caries, sinusitis u otros problemas con su nariz. Asimismo, algunos alimentos también pueden causar mal aliento (o halitosis) como cebollas crudas, ajo o repollo. Por supuesto, fumar produce su propio mal olor. Además, algunos medicamentos y enfermedades pueden causar un mal aliento característico”. explicó la biblioteca.

Mal aliento.
El mal aliento varía según el origen o la causa no diagnosticada. | Foto: Getty Images

Dicho lo anterior, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que para reducir o prevenir el mal aliento hay que:

  • Usar hilo dental al menos una vez al día. El uso correcto del hilo dental elimina partículas de alimentos y placa bacteriana entre los dientes y ayuda a controlar el mal aliento.
  • Cepillarse la lengua. La lengua contiene bacterias y cepillarla con cuidado puede reducir el olor. Las personas que tienen una lengua recubierta de un crecimiento significativo de bacterias (por fumar o por sequedad de boca, por ejemplo) pueden beneficiarse con el uso de un rascador lingual, o usar un cepillo de dientes que tenga un limpiador de lengua incorporado.
Halitosis
El mal aliento normalmente es causa de una mala higiene bucal. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Limpiar la dentadura postiza o los aparatos de ortodoncia. Si se usa un puente o una dentadura postiza, hay que limpiarlos completamente al menos una vez por día o según lo que indique el dentista. Si se tiene un retenedor de ortodoncia o un protector bucal, se deben limpiar siempre que se coloquen en la boca. El dentista puede recomendar el mejor producto de limpieza.
  • Evitar la sequedad de boca. Para mantener la boca húmeda, evitar fumar y beber mucha agua: no beber café, refrescos, ni alcohol, que pueden provocar una boca más seca. Masticar goma de mascar o chupar un caramelo (preferentemente sin azúcar) para estimular la saliva. Para la sequedad de boca crónica, el dentista o el médico puede recetar una preparación de saliva artificial o un medicamento oral que estimule el flujo de saliva.
  • Ajustar la dieta. Evitar alimentos como cebollas y ajo que pueden causar mal aliento. Comer muchos alimentos azucarados también está relacionado con el mal aliento.
  • Comprar un cepillo de dientes nuevo con regularidad. Cambiar el cepillo de dientes cuando esté desgastado, cada tres a cuatro meses aproximadamente, y elegir un cepillo de cerdas suaves.

“El motivo principal es que el cepillo tiene un determinado tiempo de vida y uso. Debemos pensar que con el tiempo, las cerdas y el mando acumulan una gran cantidad de bacterias, además que su desgaste modifica la forma de las cerdas, que con el tiempo, no serán tan efectivas a la hora de eliminar la placa bacteriana”, señaló la Clínica Dental de Barcelona, Cambra Clinic.

Mal aliento / Bacterias en la boca
Al mal aliento también se le conoce como halitosis. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Programar controles dentales regulares. Visitar al dentista de manera regular, generalmente dos veces por año, para que revise y limpie los dientes o dentadura postiza.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.