Covid-19

Revelan inquietantes datos sobre la transmisión masiva de la covid-19 en el mundo

Una investigación científica mostró que la clave estaba en las superficies de los hogares.

7 de abril de 2023
Coronavirus Reino Unido
El coronavirus ha sido uno de los virus más transmisibles de la historia. | Foto: AFP

Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet Microbe se dedicó a investigar cómo se había propagado el nuevo coronavirus entre las personas. El objetivo era determinar si la presencia del virus en algunas superficies que los individuos tocaban con frecuencia podía ayudar a predecir si iban a resultar contagiados. Los resultados que arrojó el trabajo investigativo fueron sorprendentes.

La investigación que se llevó a cabo fue de cohorte longitudinal. Esto quiere decir que tomaron a un grupo de individuos que tenían características similares y les hicieron un seguimiento extenso. Los resultados empezaron a recogerse cuando estaban circulando las variantes del coronavirus prealfa y alfa.

Los autores de la investigación sostuvieron que la primera variante estuvo circulando con intensidad entre septiembre y diciembre de 2020, mientras que la segunda se transmitió con mayor fuerza entre diciembre de 2020 y abril de 2021.

Además, advirtieron que recibieron financiación del Instituto Nacional de Investigaciones en Salud del Reino Unido, de la Unidad de Investigación en Infecciones Respiratorias y del Consejo de Investigaciones Médicas.

Para llevar a cabo el estudio, los científicos contactaron a personas que pertenecían a hogares expuestos a casos primarios de covid-19 que recién habían sido diagnosticados. Los sujetos eran de Londres, Inglaterra.

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Los investigadores evaluaron a cientos de personas en Londres y el tiempo en el que se contagiaron de covid-19. | Foto: REUTERS

“Para capturar al máximo los eventos de transmisión, los contactos se reclutaron independientemente del estado de los síntomas y se analizaron en serie para detectar la infección por SARS-CoV-2 mediante RT-PCR en muestras del tracto respiratorio superior (URT) y, en una subcohorte, mediante serología en serie. Las manos de los contactos, las manos de los casos primarios y las muestras de superficies que se tocan con frecuencia de las áreas comunes se analizaron para detectar el ARN del SARS-CoV-2″, detallaron los autores de la investigación.

En un principio las autoridades desconocían cómo se transmitía el coronavirus, por lo cual implementaban protocolos de desinfección que no eran necesariamente efectivos. | Foto: Guillermo Torres

En total, los investigadores lograron recoger los datos de 620 contactos de casos primarios infectados con SARS-CoV-2 confirmados por PCR entre el 1.° de agosto de 2020 y el 31 de marzo de 2021. Encontraron que mientras el 28,4 % de las personas preexpuestas a la variante alfa resultaron infectadas, las personas que estuvieron totalmente expuestas se infectaron en un 51,8 % de los casos.

Así mismo, señalaron que la carga viral (la cantidad de presencia del virus) que tenían los pacientes en su tracto respiratorio superior no estaba correlacionada con la transmisión del virus. Sin embargo, la probabilidad de contagiarse sí estuvo relacionada con la detección del coronavirus en las manos de los individuos.

“El SARS-CoV-2 detectado en las manos de los casos primarios, a su vez, predijo el riesgo de infección de los contactos”, anotaron los investigadores.

Y señalaron que también se detectó que la presencia del SARS-CoV-2 en zonas domésticas predijo el riesgo de infección de los contactos primarios.

“La presencia de ARN del SARS-CoV-2 en las manos de los casos primarios y los contactos y en las superficies del hogar que se tocan con frecuencia se asocia con la transmisión, identificándolos como vectores potenciales para la propagación en los hogares”, concluyeron los investigadores.

Los misterios sobre la propagación de la covid-19

Uno de los principales misterios sobre la pandemia de covid-19 es la forma como se transmitía, pues llegó a contagiar a más de 676 millones de personas y causar alrededor de 6,8 millones de muertes en todo el mundo, según las cifras que recolectó la Universidad Johns Hopkins hasta marzo de este año.

Aunque inicialmente se dijo que el virus se contagiaba por medio de las superficies y el contacto con las manos, lo cierto es que en ese momento apareció una nueva evidencia científica sobre la posibilidad de que los aerosoles del virus pudieran mantenerse en el aire durante tiempos prolongados y, con ello, infectar a las personas que los inhalaran.

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La covid-19 ha disminuido su intensidad y la humanidad ha retomado sus actividades normales gracias a la vacunación. | Foto: NurPhoto via Getty Images

Esos hallazgos hicieron que el uso de los tapabocas, que ya había empezado a implementarse de forma masiva, cobrara aún más relevancia. La premisa era que si las personas contagiadas no vertían las partículas del virus en el aire, podían evitar que se propagara.

No obstante, los científicos que realizaron la investigación en The Lancet Microbe anotaron que “a pesar de la evidencia circunstancial de la propagación del SARS-CoV-2 por aerosoles y fómites, son escasos los datos empíricos que vinculan cualquiera de estas vías con la transmisión”.