Vida Moderna
¿Sabe qué es la enfermedad arterial oclusiva periférica? Aprenda a detectarla a tiempo
Asociaciones de Cirugía Vascular y Angiología de Latinoamérica hacen un llamado para detectar esta enfermedad y evitar desenlaces como las amputaciones de extremidades o la muerte.
La enfermedad arterial oclusiva periférica (EAOP), al igual que la enfermedad arterial coronaria y la enfermedad cerebrovascular, se producen como consecuencia de la aterosclerosis, un trastorno vascular común y progresivo con un alto riesgo de producir complicaciones cardiovasculares y ocasionar la muerte.
La importancia de estas enfermedades es cada vez mayor, en parte debido al aumento de casos y a los elevados costos de su tratamiento.
La enfermedad arterial oclusiva periférica ocurre cuando se presenta un estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón y su causa es la arterioesclerosis. Esto sucede cuando la placa se acumula en las paredes de las arterias que abastecen de sangre a brazos y piernas.
En otras palabras, en la enfermedad arterial periférica las piernas o los brazos no reciben un flujo sanguíneo suficiente para satisfacer la demanda, lo que puede provocar dolor en las piernas al caminar (claudicación) y otros síntomas.
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“Estamos ante una enfermedad que poco se conoce, mundialmente se clasifica como subdiagnosticada, subestimada y subtratada. Por ello, las complicaciones en la mayoría de los casos se dan cuando los pacientes llegan en estados muy avanzados y nosotros tenemos que hacer lo que se denomina rescate de miembros”, afirma el doctor Guillermo Garelli, presidente de la Asociación Argentina de Cirugía Vascular y Angiología.
Se trata de una enfermedad que tiene gran incidencia en hábitos como el tabaquismo, o en males como la diabetes a las que pueden asociarse hasta el 70% de las amputaciones que se realizan anualmente.
Las cifras de mortalidad relacionadas con la EAOP son elevadas e incluso superan las asociadas al cáncer de mama, cuya mortalidad a los 5 años se estima del 15 %; las muertes del EAOP llegan al 44 %.
Diagnóstico temprano, la clave
Para evitar los desenlaces fatales de la enfermedad, es fundamental diagnosticarla lo antes posible e iniciar un tratamiento médico adecuado, pues se calcula que en el mundo se realiza una amputación cada 20 segundos.
Es que, a medida que la EAOP progresa, aparece la isquemia crónica o crítica, cuyos síntomas son severos y su mortalidad es alta, llegando a ser del 80 % a 15 años en pacientes que claudican, o inclusive del 100 % en las formas más críticas de isquemia.
Cuando se habla de isquemia crónica se hace referencia a una enfermedad que amenaza las extremidades y produce un dolor muy intenso, incluso en reposo y también úlceras cutáneas crónicas.
Esto ocasiona que la calidad de vida de los pacientes se vea tan afectada que, en algunos casos, se hace necesario amputar las piernas por afectación del tejido graso, los músculos o el hueso.
El doctor Jhon Jairo Berrio, presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía Vascular y Angiología señala que “siempre es posible evitar una amputación mayor, especialmente si controlamos los factores de riesgo, contamos con medicamentos de calidad y garantizamos que el acceso a los servicios de salud sea oportuno”.
Tratamiento
El tratamiento de la EAOP avanza a buen ritmo, por lo que hoy es posible intervenir al paciente con procedimientos conocidos como cirugía endovascular, que resultan menos invasivos y tienen resultados muy positivos a corto y medio plazo.
Sin embargo, el número de amputaciones no disminuye y, por el contrario, crece.
A pesar de los avances en las intervenciones quirúrgicas y endovasculares, hay muchos pacientes que tienen escasas posibilidades de revascularización, que no son elegibles para la misma o en quienes con este procedimiento la EAOP no se resuelve. En ellos, el tratamiento farmacológico resulta determinante, debido a que brinda una oportunidad para preservar la extremidad y mejorar su calidad de vida.
Para el doctor Héctor Vásquez Ledesma, director ejecutivo de la Fundación Jaasiel Colombia, “la experiencia que hemos vivido con los pacientes que requieren manejo con medicamentos ha sido bastante compleja, principalmente por las demoras en autorizaciones, en aplicaciones o en pacientes que salen de hospitalización sin recibir el medicamento. En ocasiones, el médico se ve en la necesidad de amputar al paciente por la falta de un tratamiento oportuno”.
“Es importante aclarar que, dependiendo del estadio clínico de la enfermedad, se requerirán diferentes tratamientos. Por ello, es fundamental poder diagnosticar la enfermedad a tiempo a fin de evitar la llegada de los momentos amenazantes, los cuales son los más severos de la enfermedad, siendo en ellos donde se presenta en mayor medida el dolor isquémico”, puntualiza Berrio.