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La OMS clasifica la automedicación como responsable e irresponsable. Depende de si el consumidor conoce los efectos adversos de los fármacos. | Foto: Getty Images

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Tenga en cuenta estas recomendaciones para no afectar su salud con la automedicación

Expertos coinciden en la preocupación por consumo de fármacos que, en vez de solucionar, podrían generar daños.

7 de enero de 2023

Los excesos de comida y licor, el cansancio, los cambios drásticos de clima, los viajes y hasta las aglomeraciones pueden generar afectaciones a la salud. Sumado a las infecciones respiratorias que han afectado masivamente en las últimas semanas.

Para mitigar el impacto de los síntomas es frecuente buscar un medicamento que, se supone, podría servir. El asunto es que el remedio podría ser peor que la enfermedad. Por eso varios expertos enfatizan en lo que no se debe hacer, aunque parezca muy normal.

Por un lado, está el mal uso de antibióticos. Por mencionar, en la lista de los más comunes están la amoxicilina, azitromicina, cefaclor, doxiciclina, sulfametoxazol o gentamicina. Los nombres pueden ser muchos más. El hecho es que se usan para atacar virus, cuando están diseñados para atacar bacterias.

“Estos son de los medicamentos más usados cuando hay síntomas respiratorios. Sin embargo, la mayoría de las infecciones respiratorias no requieren estos medicamentos, pues su origen más frecuente es viral y los antibióticos no tienen efecto sobre estos virus”, explicó la doctora Lina Porras Santana.

El epidemiólogo Carlos Álvarez señaló que usar antibióticos contra las infecciones virales es como cazar colibríes con un arpón para ballenas. | Foto: NICOLáS GALEANO

Coincide con ella el epidemiólogo Carlos Álvarez, quien explica la relación histórica con la costumbre de automedicarse. “La gente se moría de muchas infecciones. Era una gran causa de muerte en el siglo XIX... Eso dejó la sensación de que son drogas milagrosas y que no hacen daño”, indicó.

Advirtió que así como las personas se abstienen de tomar medicamentos para otras enfermedades porque no han sido diagnosticadas, deberían usar el mismo principio para los antibióticos. “Es como si usaran un arpón de cazar ballenas, para capturar un colibrí. Son cosas totalmente diferentes”, explicó Álvarez.

En ese sentido, advirtió la neumóloga Jenny Jurado en entrevista con Caracol TV, que “el uso indiscriminado de antibióticos, lo que genera, es una mayor resistencia de los gérmenes frente a las infecciones que presentamos. De modo tal que si usamos indiscriminadamente los antibióticos, lo que va a pasar es que el día que realmente los necesitamos, pues va a ser más difícil que nuestro organismo responda adecuadamente frente a ellos”.

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La OMS define como automedicación responsable a la acción consciente del consumidor que conoce los efectos secundarios e interacciones que tienen los medicamentos. | Foto: Getty Images

Otra de las preocupaciones con la automedicación es la que involucra los corticoides.

“Podríamos predisponer al paciente a que presente una infección respiratoria sobrecargada por ese uso inadecuado o indiscriminado de corticoide. A ello sumemos que usar ciclos repetidos de corticoide oral sin la debida prescripción médica también va a contribuir a que los niños, o los adultos, puedan presentar efectos secundarios relacionados con afectaciones en la presión arterial, alteraciones en el metabolismo de los huesos y compromiso en la función renal”, señaló Jurado.

En este punto es válido recordar que los corticoides sirven para reducir la inflamación, pero a la vez afectan el sistema inmunitario. Además, señala el portal Medline Plus que se usan en el tratamiento de la artritis, el asma, las enfermedades autoinmunes como el lupus y la esclerosis múltiple, las afecciones de la piel, tales como eccema y erupciones cutáneas y algunos tipos de cáncer.

En la lista de más comunes están la prednisona, la dexametasona, la triamcinolona, la betametasona o la beclometasona. Estos son fármacos altamente potentes.

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La automedicación irresponsable se da cuando el consumidor no conoce los efectos secundarios e interacciones que tienen los medicamentos. Por tanto, hay mayor riesgo de tener eventos adversos, o de enmascarar una enfermedad diferente. | Foto: Getty Images

También señaló la neumóloga que los reconocidos “matrimonios” de medicamentos pueden ser nocivos.

“Ha sido una mala práctica que se ha venido motivando desde hace varios años y en esta época de festividades para tratar, supuestamente, de aliviar más rápido a las personas con síntomas generales. No está bien, no podemos combinar medicamentos, pueden ser más nocivos que efectivos”, dijo.

Ahora, en lo relacionado con los fármacos contra afectaciones tan comunes como la tos, la doctora señala que “no están recomendados habitualmente, ya que buscan en cierta forma inhibir un mecanismo reflejo tan importante que tenemos los seres humanos para defendernos, cuando estamos presentando un proceso gripal como es la tos”.