Salud
Una de cada ocho personas asiste a instituciones de salud con problemas de electricidad: OMS
Cerca del 64 % de las instituciones sanitarias necesita una intervención “urgente” para garantizar su suministro de energía, advierte el organismo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente manifestó su preocupación por las dificultades que tiene la infraestructura sanitaria en algunos países del mundo.
La entidad publicó un nuevo informe de la mano del Banco Mundial. Entre los hallazgos encontraron que alrededor de 1.000 millones de personas que viven en países de ingresos bajos y medios bajos deben asistir a centros de salud que tienen dificultades con su infraestructura: o no cuentan con electricidad o tienen un servicio eléctrico “poco confiable”.
Esta cifra de personas que asisten a instituciones prestadoras de servicios de salud con falta de acceso a la electricidad corresponde a poblaciones tan grandes como las de países como Estados Unidos, Indonesia, Pakistán y Alemania combinadas, anotó la OMS.
“El acceso a la electricidad es fundamental para la prestación de atención médica de calidad, desde el parto hasta el manejo de emergencias como ataques cardíacos u ofrecer vacunas que salvan vidas. Sin electricidad confiable en todas las instalaciones de atención médica, no se puede alcanzar la Cobertura Universal de Salud”, según señaló la OMS a través de un comunicado en el cual reseñó el informe.
Tendencias
Es que la electricidad se necesita para tecnologías de salud tanto básicas como complejas. Por ejemplo, luces, equipos para medir signos vitales, comunicarse y refrigerar medicamentos. Esto es especialmente importante para garantizar el buen uso de vacunas y la ejecución de cirugías, que requieren cantidades importantes de luz.
El informe se llama Energizando la Salud: Acelerando el Acceso a la Electricidad en los Centros de Salud y mostró los últimos datos que hay sobre la electrificación de la infraestructura sanitaria en cientos de países del mundo.
Pero, no se limita únicamente al diagnóstico, pues el informe también arrojó datos sobre las inversiones que se necesitan para lograr que haya una electrificación mejor en los centros de salud. Además, hizo recomendaciones para los gobiernos y los actores interesados en solventar esta situación.
“El acceso a la electricidad en los centros de salud puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, aseguró Maria Neira, Subdirectora General para Poblaciones más Saludables de la OMS.
“Invertir en energía confiable, limpia y sostenible para los centros de atención de la salud no solo es crucial para la preparación ante una pandemia, sino que también es muy necesario para lograr la cobertura sanitaria universal, así como para aumentar la resiliencia y la adaptación al cambio climático”, agregó Neira.
La OMS ha manifestado su inquietud porque hay países en regiones del sur de Asia y del África subsahariana, donde uno de cada diez establecimientos sanitarios no cuentan con acceso a electricidad.
A su vez, en el África subsahariana la mitad de las instituciones sanitarias no tienen una fuente de energía eléctrica confiable.
“Las disparidades en el acceso a la electricidad dentro de los países también son marcadas. Los centros de atención primaria de la salud y los establecimientos de salud rurales tienen muchas menos probabilidades de tener acceso a la electricidad que los hospitales y los establecimientos de las zonas urbanas”, puntualizó la OMS.
Este ente multilateral considera que mejorar la cobertura eléctrica en estas instituciones de salud puede tener un impacto positivo en el acceso a ese derecho fundamental en millones de personas y, por lo tanto, debe ser una de las máximas prioridades para el desarrollo.
En el análisis que hizo el Banco Mundial, y que fue incluido en el informe, se conoció que alrededor del 64 % de las instituciones sanitarias que se encuentran en países de ingresos bajos y medianos necesitan, al menos, una “intervención urgente”.
Esto se traduce en que requieren que les instalen una conexión eléctrica o que haya una planta de energía que garantice que no se vaya la luz. Para lograr esto, anotó la OMS, se necesitan “urgentemente” alrededor de 4.900 millones de dólares para llevarlos a un nivel mínimo de electrificación.