Entrevista
Yokoi Kenji: “El miedo no mata, pero empuja”; esto dijo en SEMANA
El escritor analizó qué le está ocurriendo a la sociedad.
El 5 de octubre en Colombia se realizó un simulacro nacional de emergencia para hacer pedagogía en la población respecto a cómo se debe actuar si se presenta un temblor u otro tipo de emergencia.
Esto, debido a que el pasado 17 de agosto en la capital del país, especialmente, se sintió un fuerte sismo que puso en alerta a la ciudadanía y dejó en claro que no se está preparado para hacer frente a este tipo de situaciones.
Y es que no fue solo eso, sino que también se produjo una muerte, debido a que una joven de 26 años cayó por la ventana, tratando de huir –al parecer, presa del pánico–. Por ello, SEMANA contactó al escritor Yokoi Kenji, quien hizo un análisis de la situación y del panorama.
“Fue muy impactante para mí ver la imagen de una persona que evidentemente no quería quitarse la vida y se asemejó muchísimo a los casos de suicidio que estuve analizando en Japón, donde también hay mucho comportamiento involuntario”, afirmó.
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“Pero este caso que ocurre en Colombia, justo en mi localidad en donde yo viví tanto tiempo, me impactó muchísimo al ver que, lejos de ser algo voluntario, la persona estaba intentando sobrevivir a una situación y el análisis que uno hace es que ella soportó el primer temblor, ya para el segundo entró en pánico y quiso salir”, afirma.
“Porque la forma en la que ella se está tomando de las ventanas, es de alguien que tiene mucha seguridad en su cuerpo, es decir, se ve a una persona práctica y la única razón por la que vi que esta tragedia pasara, es el miedo. Y ahí vienen todas estas reflexiones que durante años uno escucha, ha leído, hecho o ha aportado del miedo”, agregó.
El miedo
“Una de las más clásicas es que el 80 % de nuestros miedos no acontecen, no pasan, pero sí nos enferman, sí nos inflaman y generan una cantidad de problemas que a la final nos pueden hasta quitar la vida”, explica.
“En el caso de ella, más del 90 % de los miedos que (seguramente) tenía no hubieran pasado. Es decir, hoy sabemos que no hubiera pasado nada si ella se hubiera quedado en su lugar; pero, lamentablemente murió, porque un porcentaje mínimo de miedo le dijo ‘tiene que salir’”, prosiguió.
“Pregunto: ¿cuántas veces (como sociedad) estamos lanzándonos de ciertos lugares y perdiendo relaciones, amistades, relaciones con los hijos, con la pareja? Yo le llamo ‘suicidio intelectual’; (lo) estamos cometiendo todos los días, a pesar de que sabemos lo que está bien y podemos razonar”, añade.
De acuerdo con el conferencista, el miedo “tiene esa capacidad de anular nuestro intelecto, el no permitirnos hacer cuentas reales, puntuales, más objetivas, sino que dice: ‘Definitivamente, vamos por la intuición. Huye, corre, salta’. Y me pregunto: ¿cuánto suicidio intelectual ocurre todos los días?, ¿cuánto de nuestra sociedad se pierde?, y eso se aplica en todas las relaciones, a la hora de votar por alguien o escoger un candidato, un barrio, a una pareja... y hasta una mascota”.
Todo eso termina generando una cuota, indica el analista, “que puede estar pasando la factura más adelante. Nos preguntamos: ‘¿yo por qué adquirí un perro tan grande?’, o ‘¿yo por qué adquirí este carro tan costoso?’, o ‘¿por qué me vine a vivir a este lugar?’, ‘¿por qué tomé ciertas decisiones?’, ¿qué me hizo sentir esta persona a mí para que yo me enamorara de ella?’”.
Por lo que Yokoi menciona un ejemplo: “Un caso aislado de una joven que –por ejemplo– se enamora de un hombre de un temperamento demasiado fuerte, rudo; tal vez sintió protección en esa persona. Pero exactamente ‘¿me iba a proteger de qué?’, y ahora, ‘la persona que me estaba brindando protección, ahora es mi mayor peligro, está amenazándome de que me va a matar o se va a matar; en qué lío me metí', y se pregunta: ‘¿qué fue lo que me gustó de esa persona?’, tal vez fue el miedo el que hace su trabajo, su cuota’”.
El escritor afirmó que es “increíble cómo el cerebro llega a las mismas conclusiones de la ciencia (al hablar con profesionales, investigadores y demás), y es que lo hace por sobrevivencia, es decir, ‘no vuelvo a cometer lo mismo’, vive con el miedo constante que le hace cometer suicidio intelectual y de ahí nace que el miedo exactamente no mata, pero sí empuja totalmente”.
Ir a terapia, ¿para qué?
Yokoi explica que las personas deben tratar su salud mental: “Socialmente yo entiendo que la gente piense todavía que ir al psicólogo es ‘el loquero’, ‘qué miedo ir por allá', ‘un ser humano qué me va a ayudar a mí'; porque las personas quieren es un héroe con poderes especiales (por ejemplo, si es un líder espiritual o alguien que me diga qué tengo) y que es superior a mí para que me pueda guiar y no otro ser humano”.
El conferencista sugiere que lo que debe pasar en la sociedad es que “debemos crear la cultura de la salud mental y crear cultura se demora, no podemos solo aprovechar una pandemia y ya esperemos que pase algo grave... no”.
“Es generar una cultura hablándoles a nuestros niños de manera normal, para normalizar nuestras patologías y poderles decir como: ‘hijo, recuerde que yo soy así porque sufro cierto cuadro de ansiedad, entonces por eso comienzo a hablar así, pero tiene razón, escoja lo que quiera’, y ya cuando un hijo escucha eso dice: ‘okay, mi papá habla normal de su patología’”, comenta.
“No somos malos, pero estamos mal, somos imperfectos”, puntualiza, enfatizando en que eso es lo que hace que los humanos sean humanos.