SE PUSO LAS BOTAS
CUANDO MUCHOS PREguntaban por su paradero, reapareció el alcalde mayor de Bogotá, Antanas Mockus. En un país donde la discreción no es propiamente la enseña de los funcionarios, el mutismo del alcalde capitalino es una incógnita para muchos y una molestia para otros. En especial para aquellos medios que se acostumbraron a las extravagancias del ex rector de la Universidad Nacional. Lo cierto del caso es que, en vez de tener un gobernante que figure demasiado y haga poco, es preferible un funcionario menos dedicado a la 'pantalla' que a las acciones, por mínimas que éstas sean. De manera que si el Alcalde sóla ha de aparecer cada vez que se ponga las botas, bienvenido su silencio.