AL ATAQUE
La historia no contada de 'El robo del siglo'
El exgerente del Banco de la República de Valledupar reveló en "Al Ataque" el drama que vivió durante el tiempo que estuvo privado de la libertad y cómo los propios responsables del hecho señalaron que él era inocente.
En octubre de 1994 la sede del Banco de la República de Valledupar fue objeto de un cinematográfico robo por parte de un grupo de hombres que se llevaron 24.072 millones de la bóveda de la entidad. Este hecho generó gran revuelo en el país porque nadie había robado tal cantidad de dinero hasta entonces.
Este año, la plataforma de streaming Netflix estrenó la serie "El robo del siglo", que se basó en lo ocurrido hace 26 años en la capital del Cesar.
En la edición de este miércoles del programa "Al Ataque", Salud Hernández-Mora entrevistó a Marco Emilio Zabala, quien para ese entonces era el gerente de la entidad.
Zabala estuvo 33 meses detenido antes de que un juzgado lo absolviera. Fue acusado por la Fiscalía porque había ordenado —dos días antes del robo— la reparación del aire acondicionado de la sede, hecho que, de acuerdo con el ente investigador, había facilitado el trabajo a los asaltantes.
El exgerente entregó detalles de cómo se realizó el robo. Reveló su drama durante el tiempo que estuvo privado de la libertad y cómo los propios responsables del hecho señalaron que él era inocente.
En la parte inicial de la conversación, Zabala afirmó que los hechos ocurrieron durante un puente festivo y que se enteró el día lunes en horas de la tarde.
“Ese puente lo transcurrí todo el tiempo en mi casa, que tenía asignada como gerente de la sucursal. No salí todo el fin de semana. Además, tenía una incapacidad médica. El día lunes festivo, alrededor de la 1 de la tarde, tengo noticia de lo que había ocurrido”, dijo.
El exfuncionario señaló que encontrar la bóveda del banco vacía fue "un momento demasiado impactante. Fue el principio del cambio que dio mi vida. En ese momento yo ya dimensioné la gravedad del tema. Cuando yo veo la bóveda perforada surgen muchos interrogantes, ¿qué paso aquí?”.
Manifestó que, a diferencia de lo que muestra la serie, él no se derrumbó por el hecho. “Yo mantuve el control porque ya estaban interviniendo la Policía y la Fiscalía. Estaba entrando personal extraño al banco y yo tuve que autorizarlo”, expresó.
Marco Emilio Zabala, exgerente del Banco de la República de Valledupar.
“Jamás dimensioné que fuera a verme en situaciones tan complejas como las que se vivieron después. Obviamente, estar incurso en una investigación era normal, pero el grado de atropello al que me vi sometido no lo dimensioné nunca”, subrayó.
Tras los hechos, Zabala afirmó que duró solo un mes como gerente de la entidad.
“Empieza la investigación de la Fiscalía. Me toman a los dos o tres días del robo una versión libre y voluntaria. Al mes me llaman de la oficina principal de la subgerencia en Bogotá para que me presente al día siguiente y que entregue la gerencia”, relató.
Señaló que estando en Bogotá le llegó una citación a indagatoria a la que asistió durante dos días.
“La reacción del subgerente fue: ‘y ahora qué va a hacer‘. Le dije: ‘no sé‘. A partir de ahí el banco me abandonó a mi suerte. Yo pienso que hubo concertaciones con la Fiscalía”, sostuvo.
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Posteriormente, manifestó que el subgerente de la entidad le comunicó que había sido despedido, hecho que lo sorprendió porque el banco no había iniciado una investigación en su contra.
Casi un año después, Zabala señaló que continuaba vinculado a la investigación y esperaba que le "definieran la situación; esperaba que precluyeran la investigación”.
No obstante, en octubre de 1995 fue capturado y empezó su calvario de 33 meses privado de la libertad.
“A los once meses ya estaba tratando de reorganizar mi vida. Empecé a ejercer mi profesión y, con un amigo, monté una oficina de asesoría contable. El 31 de octubre del año 1995 me allanan la oficina con un operativo de la Fiscalía y me dicen: ‘usted está capturado por los hechos de Valledupar‘. En ese momento pensé que era un error. Claro, eso es lo que uno espera. Uno cree que el sistema de justicia funciona. Era ingenuo”, dijo.
Afirmó que fue trasladado a la cárcel La Modelo, en donde permaneció 10 meses, y luego estuvo en prisión domiciliaria.
“La tesis con la que me detienen es que yo me había esmerado tanto con el trabajo de arreglar el aire acondicionado, que con la reparación le había dejado el edificio en óptimas condiciones a los delincuentes para que pudieran hacer su trabajo”, indicó.
Agregó que, de acuerdo con la Fiscalía, el aire acondicionado era un elemento “esencial para el trabajo que iban a hacer los delincuentes por dos aspectos: la temperatura de la ciudad y las altas temperaturas que se generaron por la función de la puerta de la bóveda. Sin el aire no se hubiese podido hacer ese trabajo”.
Espere en la edición de este jueves la segunda parte de la conversación.