NACIÓN

Un hombre agobiado: la finca en la que vive el padre de Juan Guillermo Monsalve

El hombre de 67 años vive en este predio al que viajó Salud Hernández-Mora. Lo está vendiendo ahora por 460 millones, después de que aparece en los registros que la mitad, a nombre de su esposa, apenas costó 27 millones.

6 de septiembre de 2020
Expediente Uribe: las versiones sobre el padre de Juan Guillermo Monsalve | Foto: Salud Hernández-Mora

Óscar Monsalve dice que tiene 67 años. Pero su aspecto es el de un hombre de más edad, cansado, angustiado. Acaba de recoger café y mientras escoge los granos con sus manos callosas de campesino, indica que prefiere no aparecer en cámara. Se le nota agobiado por la presencia de los dos periodistas en la finca “La Veranera”, que han mantenido oculta. Si bien varias personas que han testificado en la Corte Suprema en el caso de Álvaro Uribe e Iván Cepeda se han referido a esa propiedad, habían logrado que nadie diera con ella, envolviéndola en un halo de misterio.

Salud Hernández-Mora llegó a la finca de la familia Monsalve, en un hermoso pueblo de Risaralda. Ese predio es uno de los misterios del testigo estrella en el caso de Álvaro Uribe Vélez. Allí solo estaba don Óscar, el padre del hombre que se ha convertido en la pieza clave del complejo proceso judicial del expresidente. 

Vale mencionar que el 22 de febrero de 2018 el senador Iván Cepeda presentó denuncia a través del abogado Reynaldo Villalba ante la Corte; para el 23 de febrero, la magistrada Sandra Yepes tomó la declaración de Juan Guillermo Monsalve en La Picota y, pocas semanas después, en abril de 2018, la esposa de este último, Deyanira Gómez, aceptó ante los magistrados que era dueña de una finca cercana a Pereira y que sus suegros vivían en ella. Pero no dio más datos sobre la propiedad.

"Ellos se desplazaron a una parte rural, a una finca que es mía. Están los dos señores, mi suegra Luz Marina y Óscar. Se encuentran en un municipio cercano a Pereira, y el señor hace labores de campo en esa finca y mi suegra vive ahí con él. Ellos se desplazaron porque teníamos la forma, en el momento, de brindarles garantías de vivienda y pues que tuvieran el trabajo porque en el municipio donde vivían antes el papá de Juan hacía actividades agrícolas y trabajaba con el carbón, pero buscaban una estabilidad", manifestó Deyanira Gómez.

Por ese motivo, al padre de Juan Guillermo Monsalve debía preocuparle que de un momento a otro acabaran con el secretismo que rodeó a “La Veranera” y, quizá, que pudiera perjudicar la venta que ya estaba casi cerrada.

Vea en video el testimonio completo de Juan Guillermo Monsalve ante la Corte Suprema:

También contó que se encontraba solo en la casa porque debieron llevar a su esposa, Luz Marina Pineda, a Pereira, a unas dos horas de distancia. La mujer se sentía mal, creía él que “los nervios” afectaban su salud. En ese momento sólo le acompañaban cuatro perros inofensivos.  

Un par de horas antes de que el programa “Al Ataque” apareciera en “La Veranera”, el señor Óscar había recibido la llamada de una persona que se hacía pasar por alguien interesado en adquirir la propiedad. El motivo no era otro que reafirmar que la finca estaba en venta. Oscar Monsalve informó que el valor era de 460 millones para pagar de contado y que debían marcarle al “patrón”, que no era otro que su hijo, que lleva su mismo nombre, Oscar Monsalve, para adelantar la operación.

El hombre también admitía en esa llamada, con total sinceridad, que la finca necesitaba trabajo ya que solo tenía tres hectáreas cultivadas con plátano y café, de las 20 de todo el terreno. En Apía aseguran que para poner a producir una propiedad de 20 hectáreas en ese lugar se requiere una inversión de unos 300 millones de pesos adicionales. 

Así transcurrió la llamada:

Oscar Monsalve: Aló

Interlocutor: Buenos días

O. M.: Buenos días

I: ¿Hablo con Don Oscar?

O.M.: Sí, con él

I: ¿Qué más Don Oscar? Estoy interesado en la finca

O.M.: Ah, usted vino de por allá arriba

I: Sí señor

O.M.: Que subimos de por allá arriba donde los limones

I: ¿Cuántas cuadras son Don Oscar?

O.M.: Son 31 y media y en hectáreas son veinte hectáreas, 600 metros

I: ¿Qué sembrados tiene?

O.M.: ¿Usted no la conoce?

I: Pues señor, para poderla mirar tengo que pedirle a usted que me diga a ver qué hay y cuánto pide por ella y todo.

O.M.: Ah ya, vea todo está en café y en plátano, lo que pasa es que está muy muy, cómo le digo yo, zoqueando el café, zoqueándolo, hay un tajo sembrado de café.

I:

O.M.: Aquí tengo yo lo que es para un tajo sembrado, tengo café y plátano, por ahí unas tres hectáreas sembradas, digamos que si es para zoquearlo están ya.

I: Sí señor, pero ¿tienen café nuevo o todo está para zoquearlo de una vez?

O.M.: NO, no, no, todo está para zoquearlo. Tengo un tajo, un tajo que hay café y el café tiene cuatro años de sembrado.

I: ¿Cuánto está pidiendo por la finca Don Oscar?

O.M.: La verdad, la verdad fue que el señor que me llamó ya acaba de pagar y la finca valió 460 de contado.

I: ¿460?

O.M.: 460 de contado, entonces el rollo era que el patrón no la quería vender. Entonces hablamos de nuevo con él y sí, me dijo que le dijera que porque el otro, el patrón pidió 460, entonces el hombre dijo que en 450 quedaba debiendo 10, entonces ni el uno quiso rebajar ni el otro tampoco.

Yo, yo voy a llamar a un cliente para que hable con usted ya, para que hable con usted, o le mando el número a usted para que lo llame a él, pero déjeme que yo hable con él. Entonces usted le va a decir, le va a decir eso: “yo se lo juro que el patrón viene para acá”.

I: ¿Cómo se llama?

O.M.: Se llama Oscar, entonces espere yo voy, es que estoy aquí en la casa para adentrico y yo voy y lo saco para llamarlo a él, para darle el número a usted para que lo llame a él.

I: ¿Oscar qué?, a ver si lo conozco

O.M.: El muchacho se llama Oscar Monsalve

Vea en video las conversaciones familiares de Juan Guillermo Monsalve que tiene la Corte Suprema:  

El proceso ha puesto de manifiesto la incomodidad del papá del testigo Monsalve por la situación en que se ha visto envuelto él y su familia. Quien fue durante algún tiempo mayordomo de la finca “Guacharacas”, de los Uribe, no está de acuerdo con las manifestaciones de su hijo y preferiría llevar una vida tranquila, sin sobresaltos.

Siempre he dicho la misma pendejada. Nosotros no tenemos absolutamente nada que ver con ellos", decía en una de las interceptaciones, que Semana TV dio a conocer. “He ido tres veces y lo que tenía para decir ya lo había dicho", agregaba en conversación con su hija. El hombre mayor habla de una vereda y de una finca, sobre la cual le preguntaron cuando lo interrogaron. “Yo no los llamo a ellos, sino ellos a mí porque mantengo sin minutos... uno tan viejo y tan pendejo”. Y añade que “ya no está para esos trotes" y que no quiere que “lo enreden más con eso”.

Según dijeron en Apia, el matrimonio no tiene raíces en la región y es poco conocido en el pueblo y en la vereda Guarne, puesto que no frecuenta el casco urbano y prefieren mantenerse aislados, sin visitas.

No está claro qué pasará a partir de ahora, si los papás de Monsalve podrán seguir viviendo en “La Veranera” hasta que decidan la suerte de la finca, o deberán buscar otros rumbos.