NACIÓN
El virus de la pobreza, a propósito de covid-19
'El Poder' analiza las dos caras de la moneda. El de los gobiernos locales y el de las necesidades básicas de las personas.
Con la llegada de la covid-19 al país, los colombianos han tenido que encerrarse en sus casas para evitar la propagación de este virus que ha dejado decenas de miles de víctimas en el mundo. A los pocos días de iniciar el aislamiento obligatorio, estallaron una serie de bloqueos, protestas e intentos de saqueos en varias ciudades del país, básicamente por dos cosas.
La primera, la petición de ayudas al Estado. Muchos sentían que a ellos no les estaba llegando. Una segunda, y la más preocupante, porque simplemente las condiciones de precariedad causan que algunos sufran de hambre, como lo evidenció ‘El Poder‘ este fin de semana.
Según el Dane, el 47 % de la población colombiana vive de la informalidad; es decir, viven del día a día, como se puede evidenciar en esta gráfica:
Una cuarentena para ellos no es otra cosa que pasar hambre. Son hombres y mujeres que viven del trabajo diario, como ser meseros, vendedores de alimentos perecederos, panaderos y trabajos casi siempre asociados al comercio. Al discriminar esta población, el Dane encontró que 45 % son hombres y un 48,5 % mujeres. Es decir, son más vulnerables las mujeres.
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Además, muchas mujeres son cabeza de familia: trabajan a veces más de la jornada de 8 horas y la ganancia diaria la utilizan para la manutención de sus hijos al día siguiente. ‘El Poder‘ realizó este especial mostrando las dos caras de la moneda: unos gobiernos locales que tratan, contra reloj, de suplir las necesidades básicas de las personas más afectadas en medio de este aislamiento. Al mismo tiempo, escuchó y evidenció protestas y manifestaciones donde el trapo rojo, colgado frente una casa, un rancho o un lote, pasó a ser la bandera que simboliza el hambre.