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Narcovid: narcotráfico en pandemia

Durante la pandemia, muchos negocios quebraron... pero no el narcotráfico. Este negocio nunca pierde y, como siempre, se acomodó a las nuevas circunstancias. ‘El Poder’ hizo un reportaje con unos fabricantes y vendedores de droga para conocer cómo cambió el negocio con la pandemia.

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7 de octubre de 2020
La Policía Fiscal y Aduanera interceptó contenedores con medicamentos falsos para combatir la covid-19 que iban para Venezuela.
La Policía Fiscal y Aduanera interceptó contenedores con medicamentos falsos para combatir la covid-19 que iban para Venezuela. | Foto: Policía Fiscal y Aduanera (Polfa)

Encierro, distanciamiento social, aislamiento, toques de queda, cuarentena. El mundo pareció entrar en pausa y con ello obligó a cambiar la dinámica del comportamiento social. Cerraron los bares y las discotecas, cerraron las instituciones educativas, parques y plazas estaban deshabitados, y con todo esto, el espacio que frecuentemente es usado para el mercado de las drogas ilícitas se vio perjudicado. Pero el narcotráfico nunca pierde y, como respuesta, se acomodó a las nuevas circunstancias, alteró el contenido de sus drogas para hacerlas rendir (haciéndolas más perjudiciales) y cambió su dinámica de distribución.

La cuarentena llevó a que casi todo el comercio cerrara, por lo que los fabricantes de droga dejaron de acceder con facilidad a los insumos que necesitaban para la fabricación. Eso hizo que aumentara el costo del producto. La organización Échele Cabeza y la Corporación ATS realizaron un estudio entre el 31 de marzo y el 3 de abril sobre el consumo de drogas en pandemia. El 73 por ciento de quienes contestaron la encuesta manifestaron que fue difícil conseguir sustancias y el 65 por ciento dijo que hubo un aumento entre el 25 por ciento y el 50 por ciento en los precios dependiendo de la sustancia, especialmente del cannabis.

“Nosotros seguimos vendiendo todos los días, eso no cambió, el que consume siempre busca la forma de consumir. Lo que hacemos es domicilio”, dice Carlos, un fabricante de “2CB” (tucibí), una droga sintética que se puede fabricar en casa.

Y como la gente siguió consumiendo, el narcotráfico hizo lo que mejor sabe hacer: acomodarse a las nuevas circunstancias. Según el estudio de Échele Cabeza y la Corporación ATS, durante la cuarentena el 43 por ciento de los consumidores adquirió la sustancia en un punto de encuentro, el 14 por ciento la compró en lo que se conoce como “ollas” o en la calle y el 11 por ciento la recibió de alguien que iba disfrazado de vendedor domiciliario de alguna app. Sin embargo, en ciudades como Medellín, solo fue necesario conseguir un bolso y empacar ciertos víveres de consumo en él para que las autoridades tomaran al comúnmente conocido como “jíbaro”, como un domiciliario más.

“El domiciliario consiguió un bolsito de esos de domicilio y le metió comida. Entonces, cuando la policía lo paraba veía que era lo de un domicilio. Y la droga la llevaba metida en el cuerpo de la moto”, agrega Carlos.

En junio de este año, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) publicó un informe con motivo de la jornada mundial contra el consumo y tráfico de ese tipo de sustancias, y puso sobre la mesa un nuevo desafío: la pandemia de coronavirus. Según el informe, la crisis que desató el virus covid-19 podría conducir a un aumento en el uso de drogas a nivel mundial y dio un giro hacia la producción de sustancias más baratas.

La ONU, además, advirtió que hay una alerta porque se puede involucrar a la población más vulnerable en la cadena del narcotráfico. Las personas con menos recursos podrían recurrir al cultivo o al tráfico para ganar dinero. Y esto es lo que ha pasado en algunas ciudades del país.

Durante la pandemia, muchas personas perdieron sus trabajos y no encontraron muchas opciones para el sostenimiento. En mayo, Colombia alcanzó una tasa histórica del 21,4 por ciento de desempleo y la franja de los jóvenes de los 14 a los 28 años llegó al 26,6 por ciento, enorme diferencia frente al 18 por ciento que registró el año anterior. Ante el creciente desempleo, muchos jóvenes ingresaron al negocio de las drogas durante la crisis que desató el virus. El Poder hizo una inmersión en este mundo para entender el funcionamiento del “narcovid”, un reportaje en terreno con unos de estos grupos que se dedican a la fabricación y venta de las drogas sintéticas en medio de una pandemia global.