Petro y el Pacto Histórico sí contemplan impuestos: la propuesta con los zapatos Ferragamo y otros productos

El senador Gustavo Petro, la lideresa social Francia Márquez, el líder cristiano Alfredo Saade, el exgobernador de Nariño Camilo Romero, la lideresa wayúu Arelis Uriana Guariyú y el senador Luis Fernando Velasco debatieron en SEMANA. Lo hicieron como integrantes del Pacto Histórico y buscando la nominación que les permita ser el candidato único a las elecciones presidenciales de 2022.

Aunque todas las encuestas muestran a Gustavo Petro muy lejos en intención de voto respecto a sus compañeros del Pacto Histórico, sus integrantes –al igual que lo han hecho otras colectividades– han abierto el espacio político de contienda, que de paso servirá para saber en qué roles o cargos quedan ellos si Petro gana la Presidencia de Colombia.

Vea el debate con los candidatos del Pacto Histórico

Se trató de un nuevo espacio de debate entre los precandidatos presidenciales, en esta ocasión con los integrantes del Pacto Histórico, el cual se dio luego de que lo hicieran la Coalición Centro Esperanza, los aspirantes por el Centro Democrático y los denominados ‘pesos pesados’. En la Coalición Centro Esperanza debatieron Alejandro Gaviria, exrector de la Universidad de los Andes y exministro; Sergio Fajardo, exgobernador de Antioquia; Juan Fernando Cristo, exministro del Interior; Carlos Amaya, exgobernador de Boyacá; Jorge Robledo, senador, y Juan Manuel Galán, uno de los líderes del renacido Nuevo Liberalismo.

En el caso del uribismo, debatieron todos los precandidatos antes de que Óscar Iván Zuluaga fuera el elegido para ser el aspirante de dicha colectividad. Respecto a los ‘pesos pesados’, debatieron Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín; Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda; David Barguil, candidato presidencial por el Partido Conservador; Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga, y Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá.

El senador Luis Fernando Velasco señaló que habrá una reforma tributaria que no cargue contra “los ciudadanos de a pie”, pero sí una que “estudie los 90 billones de pesos de exoneraciones que tiene, especialmente el capital no productivo, y les pida un esfuerzo porque necesitamos esos recursos”. También dijo que se deben buscar los recursos perdidos en los Panama Papers y en los Pandora Papers. Además, propuso una reforma tributaria para bajar el impuesto al valor agregado (IVA).

A su turno, la lideresa Francia Márquez dijo que sí se debe hacer una reforma tributaria que conduzca a recursos para los sectores menos favorecidos, aquellos que no tienen conectividad en internet, que no tienen agua, una reforma que cierre brechas, dijo. El senador Gustavo Petro señaló, por su parte, que el exministro de Hacienda Alberto Carrasquilla dejó quebrado al país y por eso “toca” hacer una reforma tributaria. En ese sentido, propuso gravar las riquezas más grandes de Colombia. “A las 4.000 más grandes fortunas productivos en sus activos improductivos”, indicó.

Alfredo Saade, a su vez, propuso que “los que tienen más paguen esos impuestos que se necesitan” y que impida que los ciudadanos salgan a las calles a protestar. La lideresa wayúu Arelis Uriana Guariyú coincidió en que se debe imponer impuestos a las personas más ricas del país. “Solo Carrasquilla dice que se puede vivir comprando huevos. Creo que la reforma tributaria debe favorecer a los más empobrecidos en este país. No más impuestos a la canasta familiar”, dijo. Finalmente, el exgobernador Camilo Romero dijo que se refiere a una reforma “progresiva, justa, equitativa y eficiente”.

Los candidatos cuestionaron que Rodolfo Hernández, precandidato a la Presidencia, diga que no haría una reforma tributaria. Según Saade, claramente Hernández no la haría porque es una “persona supremamente rica”.

Los precandidatos fueron consultados respecto a si bajarían el precio del IVA. Velasco señaló que sí lo bajaría del 19 % al 10 %. Francia Márquez señaló que no le aplicaría IVA a la canasta familiar, sin bajarlo, pero aplicándolo excepciones. Petro, por su parte, dijo que en Colombia hay hambre y por eso una de sus acciones sería “reducir el IVA en los alimentos”.

Cuando estaban hablando de los impuestos, el senador Velasco tuvo un contrapunteo con el senador Petro respecto a si bajar o no el impuesto del IVA. Velasco dijo que sí, mientras que Petro señaló que no, siempre y cuando se reduzca el IVA a los alimentos. A juicio de Petro, proponer bajar el IVA del 19 % es “populista”. Cuando debatían al respecto, el senador Petro aseguró, por ejemplo, que los zapatos Ferragamo que él utiliza sí deberían ser gravados.

Arelis Uriana Guariyú insistió en que no se puede gravar el alimento y cuestionó los productos que han llegado al país producto de los Tratados de Libre Comercio. Petro intervino de nuevo al señalar que sí contempla un impuesto nuevo, específicamente hacia el carbón, “para iniciar una transición hacia la economía carbonizada”.

El senador Petro insistió en señalar que él no piensa expropiar a nadie. De hecho, en conversación informal con Francia Márquez, aseguró que “nadie los va a expropiar, me expropiaron los votos”. Esto porque Francia Márquez señaló que se creó una tesis alrededor de Petro en ese sentido para desprestigiarlo de cara a los comicios pasados.

Los aspirantes fueron consultados por el salario mínimo de los colombianos, sobre el cual el presidente Iván Duque anunció un alza del 10,07 % para el año 2022. Camilo Romero no dio un porcentaje por el cual se la jugaría, Arelis Uriana Guariyú planteó un 15 %, Alfredo Saade no se comprometió tampoco con un porcentaje y Gustavo Petro dijo que el salario real debe crecer a la par de la productividad. Y dicha producción ha subido un 25 % frente a un alza del 13 %. “Cada vez producen más por menos”, indicó. De ahí su propuesta de un alza del 18,5 % al 19,5 % “de acuerdo con los indicadores del DANE en productividad e inflación”. Márquez, por su parte, dijo que “ningún salario mínimo es suficiente cuando la calidad de vida es tan costosa”. No se comprometió con cifras. Velasco, en cambio, aseguró que haría un pacto con los trabajadores para evaluar los costos y la productividad del país. A su modo de ver, “el salario no es la única variante” y por ello planteó un “pacto social” en el que se cumplan acuerdos.