Exclusivo caso Javier Ordóñez: las fotos y videos que entregó el testigo ante la Fiscalía

Vicky en SEMANA revela la declaración del testigo de la muerte del ciudadano Javier Ordóñez. Su testimonio, presentado ante la Fiscalía General de la Nación, resulta crucial para esclarecer cómo murió el abogado luego de que se hicieran vitales las imágenes en las cuales se ve cómo dos uniformados le pegaron y lo sometieron con electricidad pese a las súplicas.Por estos hechos, el fiscal general de la Nación Francisco Barbosa Delgado señaló que avanzan las indagaciones con relación a la muerte del ingeniero aeronáutico y estudiante de derecho. Javier Humberto Ordóñez Bermúdez falleció luego de un procedimiento policivo realizado en el occidente de Bogotá. Por la gravedad de la afectación evidenciada y por competencia, el caso fue asignado a un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, quien con la debida diligencia coordinará la obtención del material probatorio y hará la respectiva valoración.Asimismo, desde el despacho del Fiscal General se dispuso la creación de un equipo de las más altas calidades forenses, investigativas y jurídicas para dar celeridad al proceso. Al tiempo, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) realiza diferentes labores de policía judicial como recolección de videos y testimonios, entre otras, con el ánimo de esclarecer lo sucedido.Así las cosas, Vicky en SEMANA presenta parte de ese material, entregado por un testigo a la Fiscalía General de la Nación. De igual manera, da a conocer la foto de los dos efectivos de la policía señalados de haberlo agredido hasta causarle la muerte. Vicky en SEMANA dio a conocer también las imágenes de la muerte de Javier Ordóñez y allí se da cuenta de cómo murió.“Se observaron muchos traumas en la región craneal, en la región de la cabeza y cara, se observaron elementos que nos indican que hubo un politraumatismo. Es decir, que hubo lesiones en diferentes regiones del cuerpo, sobre todo el cuello”, dijo en Semana Noticias Rubén Darío Angulo, médico forense.“El día de ayer 08 de septiembre del año 2020, siendo las 3:20 de la tarde, recibí una llamada a mi celular de mi amigo de nombre Javier Humberto Ordóñez y me dijo que nos encontramos en el parque del barrio Santa Cecilia con mi otro amigo de nombre Juan David, pero no sé los apellidos, para encontrarnos en el parque para tomarnos unos whiskey y nos encontramos los tres en el parque. A la 03:45 de la tarde del día 08 de septiembre del año en curso; nos dirigimos a una cigarrería de razón social Los Pabón. La cigarrería queda ubicada cerca al parque de Santa Cecilia, compramos entre los tres una botella de whiskey sello rojo y nos fuimos al parque los tres a tomarnos esta botella de Whiskey”, narró.“Estuvimos en el parque toda la tarde, se acabó esta botella a las 5:27 pm de la tarde de este mismo día y fuimos a la cigarrería de los Pabón y compramos otra botella de whiskey sello rojo y siendo las seis de la tarde llegó al parque donde nos encontrábamos una amiga de nosotros de nombre Carolina Aranguren y ella estuvo con nosotros como quince o veinte minutos y se fue, no quiso tomar whiskey porque se encontraba tomando medicina. Seguimos tomando los tres y siendo como las siete y cuarenta y uno de la noche nos fuimos para el apartamento de Javier a escuchar música y cuando estábamos en el apartamento de Javier, siendo las 08:00 de la noche, me llamó una amiga de nombre Eva y no sé los apellidos y ella venía en compañía de otra amiga, que no sé el nombre, y yo me fui en compañía de Juan David a recoger estas chicas a las 08:09 pm, que me estaban esperando en un taxi en la calle 53 con carrera 77”, agregó.“Yo les pagué la carrera de taxi, que costo dieciocho mil pesos, y nos fuimos Eva, la amiga, Juan David y yo a la cigarrería de los Pabón y compramos una botella de Ron Medellín y nos fuimos los cuatro para el apartamento de Javier y allí los cinco nos tomamos la botella y escuchamos vallenato y se acabó la botella de RON siendo las 11:00 de la noche de este mismo día y nos bajamos los cinco a las bancas que quedan ubicadas en la calle 53 con carrera 78. Es un lugar donde hay comercio y llega toda la gente del barrio Normandía a tomarse un cerveza y se sientan en unas bancas que están ubicadas en la calle; y ahí compramos otra botella de Ron Medellín y nos la tomamos los cinco y había mucha gente alrededor en este sitio, estuvimos como cincuenta minutos, y eran como las once y cincuenta de la noche de este mismo día cuando Eva y su amiga se fueron. Yo les di cincuenta mil pesos para que tomaran un taxi y llevaron lo que quedó de la botella de ron”, contó.Y los tres, Juan David, Javier y yo nos quedamos sentados en estas bancas hablando carreta y eran como las doce de la noche aproximadamente cuando llegó una patrulla motorizada de la policía y el policía que iba de copiloto conocía a mi amigo Javier, porque lo llamó por su nombre y le gritó textualmente “otra vez Javier”. Y le dijo: ‘vágase para la casa porque no quiero tener otra vez problemas con usted’ y yo al ver lo que le gritó el policía a Javier le dije Javi ‘vámonos para su apartamento y escuchamos musiquita allá’.“Nos fuimos caminando los tres: Javier, Juan David y yo hacia el apartamento de Javiery los policías en la moto se fueron detrás de nosotros y uno de los policías, que no sé cuál fue, le gritó a Javier que él iba a poner su comparendo y Javier se volteó y le dijo textualmente ‘Pues póngalo, que yo lo pago’ y ya estábamos llegando frente al parqueadero de donde vive Javier, para entrar al apartamento, y el policía copiloto se bajó de la moto y le gritó a Javier textualmente: pues véngase si usted es muy macho que le pega a todo mundo. Eran las doce y cinco de la noche ya del día 09 de septiembre del año en curso y Javier se le devolvió al policía para decirle que qué le pasaba, que cuál era su problema. Y hay en ese instante, el que manejaba la moto apagó la moto y se bajó de la moto y fue cuando se le fue encima a mi amigo Javier”.“Ya, por favor, no más”, se ve suplicar a Javier Ordóñez mientras dos policías lo presionan contra el suelo. La cámara se apaga y continúa un calvario incierto que termina con su muerte. Era un desconocido, pero hoy es el rostro de las protestas contra la violencia policial en Colombia. Dejó huérfanos a dos niños de 11 y 15 años, una novia destrozada y sueños truncados.Era ingeniero aeronáutico y estaba a punto de graduarse como abogado a la edad de 43. Pero su verdadero sustento era el comercio y la renta de un taxi propio. Sus allegados coinciden en que tenía un sello personal: el carisma. Los “chistes” siempre en la punta de la lengua, tenía un “vozarrón” que se escuchaba desde lejos, era un hombre “de corazón muy noble”, recuerda Maura Dotti, de 33 años de edad y novia de Javier durante los últimos cinco.Desde que estallaron las protestas, el miércoles anterior, han muerto 13 personas. La mayoría eran jóvenes que fueron alcanzados por los disparos que venían presuntamente de la policía, según la Alcaldía de Bogotá. También hubo cientos de uniformados y civiles heridos, junto con decenas de puestos de policía destruidos y daños en vehículos de servicio público.