NACIÓN
Así va la pelea entre Meta y Caquetá en el Congreso por una disputa territorial
Estos dos departamentos tienen un pulso de vieja data en distintas instancias por los límites de La Macarena y San Vicente del Caguán.
Un nuevo pulso se vive en las comisiones especiales de vigilancia del proceso de descentralización y Ordenamiento Territorial del Senado y la Cámara de Representantes por la pelea entre Caquetá y Meta por los límites de estos dos departamentos.
Varios senadores y representantes a la Cámara, miembros de estas comisiones, enviaron una solicitud a Miguel Amín Escaf, presidente de las Comisiones de Ordenamiento Territorial, pidiéndole que cumpla con lo aprobado por las mayorías de esta célula legislativa, sobre el conflicto territorial de una basta zona de la Amazonía colombiana.
En la sesión de las comisiones conjuntas del pasado 21 de agosto, y después de una corta discusión, los congresistas que hacen parte de esta comisión aprobaron una proposición presentada por la senadora María del Rosario Guerra, en la que se pidió no acoger y, en consecuencia, devolver el informe técnico radicado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, en relación con el deslinde entre los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare. Asimismo se solicitó al IGAC actualizar los límites de estas entidades territoriales.
En esa misma reunión de congresistas, la comisión aprobó desvincular al departamento del Guaviare del diferendo limítrofe entre los departamentos de Caquetá y Meta, pero el pulso no terminó allí.
El caso es que uno de los insumos para esta discusión ha sido el informe del IGAC, quien después de una verificación en campo desde el año 2016 hasta septiembre de 2019, fecha en que se radicó el informe técnico sobre este diferendo limítrofe y que costó varios millones de pesos de los impuestos de los contribuyentes colombianos, se aclaró los límites quedarían de la siguiente manera:
- El nacimiento del río Ajajú: Punto donde concurre los territorios del Caquetá, Guaviare y Meta; Sobrevuelo en helicóptero y ajuste de coordenada en oficina, acordando en el acta de deslinde que su ubicación es: 1° 37’ 3.835’’ N – 73° 39’ 24.006’’ W (lo que aclaro el límite entre estos tres departamentos, y excluye del conflicto al departamento del Guaviare).
- Punto más alto del cerro Neiva: Se identifica que cerro Neiva no es el punto donde convergen los límites entre los departamentos Caquetá, Huila y Meta. En el acta de deslinde queda acordado “punto mas alto sobre la cima de la cordillera oriental: 2° 54’ 32,1’’ n – 74° 56’ 7,8’’w (Hecho que acepta el departamento del Meta en el acta de deslinde, y excluye del conflicto limítrofe al departamento del Huila.
- Cordillera que divide las aguas que van al río Guayabero, de las que fluyen al río Caquetá: Elemento Geográfico principal que determina el límite entre los departamentos de Caquetá y Meta.
El informe concluye con una propuesta para los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta, pero aún no se ha puesto en marcha. “A partir del análisis de cartografía oficial de la zona, el IGAC pudo identificar la cordillera que divide las aguas que van al río Guayabero de las que fluyen al río Caquetá. La ubicación de este elemento fue corroborada de la información que genera la actual entidad responsable de la misma, que es el IDEAM”.
Además se asegura que “el nacimiento del caño Morrocoy es incluido dentro de la propuesta de norma, debido a que, hay dos mapas históricos creados antes del conflicto limítrofe, uno de ellos firmado por Ernesto Jara Castro, Gobernador del departamento del Meta; y por dos normas creadas antes de 1976, que nombran este caño como elemento geográfico cercano al límite departamental”.
Pero la pelea se da porque según la reglamentación actual, el límite entre los dos departamentos está en aguas entre los ríos Guayabero y Caquetá y es allí en donde nadie quiere ceder y la puja continúa.
Pese a esta información que llegó a la Comisión de Ordenamiento Territorial del Congreso, los ponentes designados para estudiar el expediente del conflicto limítrofe, presentaron un informe pidiendo “no acoger y, en consecuencia, devolver el informe técnico radicado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi en relación con el deslinde entre los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta”.
Y como en toda discusión política siempre se habla de posibles intereses, ha salido a la luz un posible conflicto que tendría el representante a la Cámara, Alejandro Vega, quien es uno de los ponentes para revisar el informe del IGAC pero él fue elegido para representar al Meta y por ello algunos consideran que debería apartarse de la discusión.
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De hecho, el representante a la Cámara por el departamento del Caquetá Harry González lo recusó por considerar que no es posible que alguien que represente al Meta esté participando de la discusión.
“El congresista Alejandro Alberto Vega Pérez, no solo es miembro de la Comisión de ordenamiento territorial de la Cámara de Representantes, sino que está liderando en calidad de ponente, el trámite surtido con ocasión del litigio limítrofe entre los departamentos de Caquetá, Guaviare y Meta, razón por la cual, no está garantizada la objetividad e imparcialidad que exige la discusión y deliberación frente al caso”.
En el texto de la recusación se asegura que “en el presente caso, la imparcialidad, ponderación y desinterés, puede ceder ante el beneficio personal y político que redundará en favor del Congresista Alejandro Alberto Vega Pérez, si para guardar la confianza que los electores depositaron al elegirlo como su representante, además del arraigo a su propio territorio, favorece los intereses del Departamento del Meta en el diferendo limítrofe con el Caquetá y Guaviare, lo cual es posible predecir con cierto grado de convicción, en razón a su sesgo y proyecto político”.
Al margen de toda esta discusión política la disputa territorial del Meta y Caquetá lleva más de 40 años y, al parecer, la solución no está muy cerca porque la Comisión de Ordenamiento Territorial no se logra poner de acuerdo.
Esta pelea territorial entre Meta y Caquetá lleva mas de 40 años, y pareciera que aún falta mucho para que esta diferencia pueda resolverse. Lo cierto es que para que el tema llegue a la plenaria del Senado debe haber un acuerdo previo y un informe elaborado y, por ahora, estos acuerdos no existen.