Alcalde de Villavicencio pide renuncia a funcionarias que asistieron a rumba

Tras la denuncia que Semana Noticias publicó de vecinos de Villavicencio en la que tres funcionarias de la Alcaldía de ese municipio habrían incumplido con la cuarentena el fin de semana, el alcalde de la capital del Meta, Felipe Harman, pidió sus renuncias.

Según los denunciantes, la fiesta la habría organizado el empresario llanero y dueño de la discoteca Los Capachos y de la panadería Veracruz, Mauricio López.

Según la denunciante, quien vive en el mismo barrio, las 3 funcionarias de la Alcaldía serían: la jefa de control interno disciplinario (María Fernanda Díaz), la directora de Turismo (Karolina López) y la asistente del alcalde (Johana Chaparro). 

En el comunicado emitido por el alcalde se afirma que "los funcionarios de la administración pública son servidores de la comunidad, por lo tanto, deben dar ejemplo. Deben saber que incumplir con las medidas que se han establecido para toda la ciudadanía por igual, trae consecuencias. Por eso, les he pedido su renuncia".

Este es el comunicado completo:

Así mismo, la procuraduría provincial abrió investigación criminal contra las tres funcionarias.

Un video compartido a Semana Noticias muestra la que, presuntamente, es la residencia de López. En ese video que señala el último piso de un edificio, se escuchan voces de hombres y mujeres cantando en medio de la fiesta celebrada en horas de la noche.

En otro video, también compartido con esta redacción, se muestra cómo dos patrulleros de la Policía se acercan hasta el edificio tras las quejas de los vecinos y explican que el vigilante no les permite acceder al edificio y, por tanto, aparentemente no tomaron medidas para dar por finalizada la fiesta o tomar los datos de las personas que atendieron a esta fiesta.

Hasta el momento no se conoce si se abre investigación contra el resto de asistentes a la fiesta o el organizador de la misma. Tampoco la Policía ha precisado por qué no ingresaron al edificio para aplicar el Código de Policía, tal y como habían solicitado los residentes de los edificios aledaños que alegaron problemas de convivencia por el alto ruido generado en la rumba.