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El doctor Víctor Ballén y su vida después de la covid-19
El pediatra, que trabaja en la Clínica Los Rosales de Pereira, estuvo al borde de la muerte. Este es su relato tras superarlo.
El coronavirus ha transformado la vida de todos. En este caso, cambió la vida del médico pediatra Víctor Ballén, quien estuvo al borde de la muerte y sobrevivió a la covid-19 luego de una díficil batalla que tuvo que librar, quizá la más importante de su vida. Ya está recuperado y contó en SEMANA Noticias lo que le dejó el virus, tanto física como emocional y mentalmente.
Ballén explicó que haberse recuperado de la covid-19 fue un "milagro". Sin embargo, por la coyuntura actual que atraviesa el país, a causa del coronavirus, acceder a la rehabilitación externa tanto cardiopulmunar como física fue complicado. "De la mano de Dios asumí realizarlo en casa con la ayuda de mi esposa y mis hijos. Fue cuando salí de la clínica, salí mal, con temblores, no sabía comer, tuve que aprender a comer, a hablar, a caminar y hasta a respirar", dijo.
El médico pediatra señaló que hoy por hoy se siente bien de salud debido a que ha estado controlando a diario los niveles de saturación y ha seguido los cuidados que le recomendó el personal médico que lo atendió. Una vez salió de hospitalización, Ballén llegó a casa con algunas dificultades, pero sin la necesidad de hacer uso de una pipeta de oxígeno o algo por el estilo, como sucede en muchos casos. "Efectivamente, uno queda con algo de dificultad respiratoria, pero ha ido mejorando mucho; ya puedo hablar sin tanto ahogo o sin toser. Esto es un proceso".
"Lo que me quedó muy claro de esta experiencia de vida, de haber estado muy cerca de la muerte, es que la mano de Dios me ayudó a aferrarme a la vida", recalcó Ballén. Agregó que "en estos tiempos el hombre tiene que darse cuenta que solo crece de una forma y es de rodillas delante de Dios. Eso lo tenemos que tener claro. Que esta pandemia nos haga acercarnos más a la familia, a Dios, que replanteemos nuestra vida".
Ballén dijo que esta experiencia lo obligó a replantear su vida. "Yo venía trabajando en cinco partes las 24 horas del día, los siete días de la semana y los 30 días del mes a un ritmo brutal en UCI, y me perdí la infancia de mis hijos. Lo primero que hago es replantear mi vida a partir de eso y actualmente tengo un solo trabajo. Dios te cambia la vida, te saca de eso, te mantiene y te ayuda a salir adelante", señaló.
El galeno contó que cuando se encontraba internado en el hospital a causa de la covid-19, su esposa recibía llamadas de los colegas de Ballén en donde le decían que el panorama no era muy alentador y que debía prepararse para el escenario más negativo. "De hecho, mi esposa, después de que yo salgo de la Unidad de Cuidado Intesivo (UCI) me comentó que muchas de esas veces que ella recibía esas llamadas decía "Dios mío, cómo hago ahora para aprender a ser viuda", porque casi que en medio de esa agonía familiar, llegó un momento en el que ella casi pierde sus fuerzas", señaló el médico cucuteño.