Nación
Gobierno no apoya suspensión de pagos de arriendos
El ministro Jonathan Malagón planteó varias alternativas para conjurar la crisis y las diferencias entre arrendadores y arrendatarios.
Frente a la preocupación por la falta de dinero para el pago de los arriendos de viviendas y locales, que para muchos se inicia este primero de abril, el Ministerio de Vivienda le pidió a los dueños de inmuebles ser flexibles y llegar a acuerdos con sus inquilinos.
En diálogo con Vicky en Semana, el ministro Jonathan Malagón planteó varias alternativas para conjurar la difícil situación que viven arrendatarios y arrendadores de inmuebles en Colombia, quienes se encuentran en una encrucijada por cuenta de la cuarentena obligatoria. “La situación es preocupante, ya que 5.6 millones de familias en Colombia viven en arriendo; el 90% de ellas pertenecen a los estratos 1, 2 y 3”, aseguró.
Frente a la insistente petición de los colombianos en redes sociales, quienes desean que los arriendos sean congelados por decreto, Malagón descartó de plano que el Gobierno Duque tome este camino. “Congelar los arriendos no es tan fácil, porque quienes arriendan sus inmuebles a otros viven -en su mayoría- de esas rentas; el 82% de los arrendatarios de viviendas son familias de estratos 1, 2 y 3 y hasta el 60% de su sustento proviene del arriendo que cobran”.
El permitir que arrendatarios y arrendadores lleguen a una conciliación (tanto en inmuebles como locales), teniendo al Gobierno como mediador, es la salida que el ministro de Vivienda plantea para aliviar la necesidad de ambas partes, ya que –asegura– el Estado no tiene capacidad financiera para asumir dichas obligaciones. “Yo sé que en países como Argentina o Venezuela se congelaron los arriendos e incluso en algunos otros el Gobierno está pagando los arriendos de los ciudadanos; en Colombia es imposible, porque los arriendos de toda Colombia pueden costar casi 3 billones de pesos, prácticamente la mitad de los recursos que hoy van a la salud”.
Finalmente, el jefe de la cartera de Vivienda hizo un llamado vehemente a las inmobiliarias -administradoras de miles de inmuebles en arriendo- para que se acojan a la conciliación de pagos con sus clientes. “Las inmobiliarias tienen un incentivo muy claro para llegar a acuerdos, ya que es lo que más les conviene: viven de las comisiones por los arriendos y actualmente su negocio está congelado”.