El abogado Jaime Granados

NACIÓN

Jaime Granados: Uribe no le pidió a nadie que sobornara a ningún testigo

A través de un comunicado a la opinión pública, el abogado Jaime Granados niega que el expresidente estuviese involucrado en la manipulación de testigos o que hubiese aprobado la entrega de sobornos para lograr declaraciones incriminatorias contra el senador Iván Cepeda.

5 de agosto de 2020

En la misiva, de seis puntos, el abogado Jaime Granados –defensor principal del expresidente Álvaro Uribe en el proceso que cursa por presunta manipulación de testigos– se mostró decepcionado por la determinación adoptada por la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, la cual cobijó con la medida de detención domiciliaria al hoy senador.

Para Granados, dicha determinación es “injusta”, puesto que “Uribe no le pidió a nadie que sobornara a ningún testigo, ni dio instrucción alguna para que se consiguieran testigos, limitándose, como es su derecho legítimo, a pedir que se verificara la información que, por conducto de la ciudadanía, le llegaba y que esta se trasladara siempre a la Corte”, según consignó en el comunicado.

Granados insiste en el comunicado que “ Juan Guillermo Monsalve fue visitado por el abogado Diego Cadena porque, a través de terceros, venía manifestando su intención de retractarse de infames declaraciones que había dado en el pasado. Intención que, tras la visita, corroboró el abogado Cadena quién así se lo transmitió al presidente Uribe”. El abogado negó las versiones que señalan a Uribe como el autor intelectual de la manipulación a Monsalve, puesto que la única petición de su cliente al abogado Cadena “era que el testigo dijera libremente la verdad”.

En el escrito también se habla de una supuesta carta enviada por el testigo Monsalve al expresidente en 2018, donde le habría pedido ayuda al temer por su seguridad. Consigna Granados que “el presidente, como corresponde, indicó que el testigo debía pedir directamente a la Corte las medidas de seguridad, comprometiéndose a coadyuvar dicha petición ante la Corte. Ello, no constituye soborno alguno”.

Respecto a la indagación que se adelanta en contra del representante a la Cámara Álvaro Hernan Prada por el mismo caso, el abogado Jaime Granados también negó en su comunicado que Uribe indujera al parlamentario a cometer un delito. “Que el presidente Uribe tampoco buscó ni instrumentalizó al representante Álvaro Hernán Prada para que buscara sobornar a Monsalve. Ante una llamada del representante Prada, con ocasión de información suministrada por terceros sobre la voluntad de Monsalve de retractarse, el presidente Uribe se limitó a confirmar que Monsalve era un testigo en su contra y que si esa era su voluntad ojalá dijera la verdad. Nada más, ni ofrecimiento, ni soborno hubo“.

Para la representación legal del exmandatario, la responsabilidad penal por los hechos acaecidos en este proceso recaen en el abogado Cadena, quien habría “desobedecido” las instrucciones de Uribe. “En el caso de Carlos Enrique Vélez debe precisarse que la visita que el abogado Cadena la realizó en julio de 2017 no obedeció a ninguna instrucción por parte del presidente Uribe, se trató de una verificación autónoma que el abogado Cadena realizó tras conocer, por su cuenta, una información en la Cárcel La Picota”.

“El presidente Uribe no autorizó que al señor Carlos Enrique Vélez ni a personas de su entorno ni a ningún otro testigo se le hicieran giros por concepto de viáticos o ayudas humanitarias. Esta situación que, en nuestro criterio no constituye soborno, sólo fue informada por el abogado Cadena al presidente Uribe a mediados del año 2019, momento en el cual el doctor Uribe manifestó que de haber sido enterado no hubiera autorizado dicho proceder”, cita Granados en su comunicado a la opinión pública.

Este documento constituye la primera reacción de la defensa de Álvaro Uribe Vélez, luego de la decisión tomada en su contra por parte de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.  

Este es el texto completo del comunicado enviado por la oficina de Jaime Granados a la opinión pública.