NACIÓN

La lucha a muerte de una familia completa contra el coronavirus

En diálogo con Semana Noticias, Laura Escandón, quien vive en Guayaquil, relató la pérdida de su padre por el covid-19. Contó que toda su familia está contagiada con el virus, pero todos en "estado leve".

8 de abril de 2020
Laura Escandón

En diálogo con Semana Noticias, Laura Escandón, una colombiana residente en Guayaquil (Ecuador), relató cómo ha sido el drama de su familia, todos ellos contagiados con el coronavirus covid-19, en una ciudad donde ya no se puede ni enterrar a los muertos víctimas de la pandemia. Ella misma sufrió la muerte de su padre el sábado pasado en medio de un llamado a la solidaridad por cuenta de la falta de elementos médicos necesarios para ayudar, de alguna manera, a los enfermos.  

 “El nivel de tristeza que hay en esta casa es tan grande, que lo único que hacemos es pedirle a mi mamá que se aliente, que se anime. Que ya tendremos tiempo para llorar a mi padre”, dice. Especialmente, porque es la que en más delicado estado de salud se encuentra. La propia Laura, así como su esposo, su cuñado, un hermano suyo y un tío adoptivo están contagiados.

La muerte de su padre se produjo a las 11:00 de la mañana del sábado. “Lo último que nos dijo fue: las amo”, relató Laura entre lágrimas. Nunca le dijo a su padre que había sido diagnosticado con covid-19; solo hasta el último día él se enteró. Siempre creyó, según narró Laura, que tenía una neumonía. “El día que murió, me preguntó si no le había logrado conseguir una unidad de cuidados intensivos”, relató. “Cuando le dije que no, bajó su cabeza, se quitó lo que tenía y me dijo ‘está bien’. Ahí él aceptó que ese día iba a morir”.

Y es que la situación en Guayaquil se ha convertido en una de las que más preocupa en la región. Imágenes  de personas fallecidas en las calles circulan en los medios, noticias sobre cadáveres en las casas esperando a ser recogidos y centenares de personas esperando fuera de los cementerios para que les den un cupo para enterrar a sus muertos  es ahora la cotidianidad en Ecuador.

“Cuando murió”, cuenta Laura, “salimos todos en busca de una funeraria porque el cuerpo de mi papá no podía dormir en la casa. Era algo muy fuerte. Fuimos a cinco funerarias y no había ni siquiera cajones ni espacio para enterrarlo”. Al final, dice ella, consiguieron una en donde, al ver la desesperación, el llanto y la angustia de una mujer con nacionalidad distinta a la ecuatoriana se compadecieron.

“Fueron hasta la casa, llevaron el cajón. A mi papá lo bajaron en unas bolsas; el cajón estaba ubicado la sala de mi casa. La verdad es que conté con suerte porque hay cadáveres que los retiran a los tres días, pero hay unos que ni siquiera se pueden enterrar por el nivel de descomposición”, señala esta colombiana quien, a veces, no puede evitar toser,  “aunque yo soy la que ‘mejor’ está”.

La madre de Laura también relató en Semana Noticias el trato de los vecinos al enterarse de la pérdida familiar. “Acá en mi cuadra se ha muerto gente por coronavirus”, dijo. Lo que quiere decir con ello es que la discriminación no se ha asomado entre ellos sino que, por el contrario, conscientes del dolor pero también del cuidado que deben tener entre ellos, “solo nos envían gesto de abrazos”.

Finalmente, Laura Escandón es crítica de la forma en que la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, ha manejado la crisis. “Yo creo que esto se le salió a ella de las manos desde un inicio”. Se refiere a que, cuando se detectó al paciente cero, no se percataron de la totalidad de las personas que habían estado con él. “No supieron hacer el cerco epidemiológico”, advirtió. En tal sentido, puntualizó, no solo ella sino el gobierno de Lenin Moreno ha tomado medidas insuficientes.

“La humanidad entera va a aprender a ser precavida. La humanidad nunca va a volver a ser como antes”, fue la frase con la que Laura terminó la entrevista.