Camilo Pinzón, señalado de asesinar a Helena Laserna
Camilo Pinzón, señalado de asesinar a Helena Laserna | Foto: SEMANA

NACIÓN

Así fue el aterrador “paseo” al cadáver de Helena Laserna: Camilo Pinzón reveló que transportó el cuerpo y, según él, su propia mamá lo incineró

Camilo Pinzón, condenado a 46 años de prisión por la muerte de la menor Helena Laserna, habló con SEMANA desde Brasil. Para la justicia es prófugo, él se considera refugiado político.

7 de octubre de 2022

Camilo Pinzón fue la pareja de María Liliana Laserna Jaramillo, integrante de una poderosa familia en Bogotá, y cuya hija, Helena Laserna, terminó muerta de una manera escalofriante.

La familia Laserna es una de las más prestantes de la sociedad y de la intelectualidad colombiana desde hace décadas. El patriarca, el fallecido Mario Laserna Pinzón, fue el hombre que revolucionó la educación en Colombia como fundador de la Universidad de los Andes. Ese mérito hizo que cuando al expresidente Alfonso López Michelsen le pidieron que hiciera la lista de los diez colombianos más importantes del siglo XX, incluyó a Laserna.

Pero Mario no fue el único Laserna brillante. Ese apellido ha producido intelectuales, académicos, politólogos, políticos, empresarios del agro, médicos, ingenieros y abogados, quienes se han destacado en sus respectivos campos. Los cinco hijos de Mario Laserna heredaron muchos de sus atributos, pero también lo que pareciera ser un sino trágico: Juan Mario, el único hijo varón y un economista con una mente privilegiada, murió en un accidente de tránsito. Y, aparte, a la familia se le suma otra tragedia.

Liliana, la tercera de las hermanas, es una mujer inteligentísima con trastornos psiquiátricos de esquizofrenia y paranoia. En una breve relación con un alemán tuvo a Helena, quien nació con autismo en 1998. En su condición de madre soltera, Liliana se enamoró en 2007 de Camilo Fidel Pinzón, un hombre de origen humilde y buena labia, a quien conoció cuando fue a su casa de Ibagué a arreglar un televisor. Hubo química entre los dos y, ya como pareja, se instalaron en la espléndida hacienda familiar ubicada cerca de Sesquilé.

Rápidamente salió a flote que se trataba de una relación conflictiva dada la vulnerabilidad mental de Liliana y la personalidad dominante de Camilo. Al hacerse esto evidente, todos los hermanos se preocuparon por el bienestar de la joven Helena, quien al ser una menor autista requería cuidados especiales y estaba en situación de indefensión.

Ante esos riesgos, la familia pidió en 2008 la intervención del Instituto de Bienestar Familiar. Al confirmarse que había serios indicios de maltrato, Helena fue separada de su madre y de Camilo, e internada en la Asociación Colombiana de Padres e Hijos Emprendedores Sociales (ACPHES), en el norte de Bogotá.

Vea la entrevista completa con Camilo Pinzón:

Urgente: desde la clandestinidad habla Camilo Pinzón

La decisión desató la ira de Liliana y de Camilo, quienes entraron en confrontación con la familia y llegaron hasta la sede donde había sido internada la niña, quien para ese momento tenía 9 años. La pareja rompió los vidrios e intentó trepar por las paredes. Esas acciones fueron interpretadas como desequilibrio mental de ambos, lo cual llevó a que fueran internados en la clínica psiquiátrica La Inmaculada durante varios días. Gradualmente, las cosas fueron evolucionando: primero salió Camilo y después Liliana, y tiempo después Bienestar Familiar les devolvió a la niña.

Ese intento frustrado de salvar a Helena hizo que se rompieran del todo las relaciones entre Liliana y Camilo con el resto de la familia Laserna. Fue tal el distanciamiento, que la Fiscalía afirma que desde 2008 ninguno volvió a tener noticias de la menor.

Las alarmas sobre la suerte de Helena se encendieron de nuevo en 2016, cuando tenía 17 años. En esos días, Camilo le reveló a Juan Mario Laserna que Liliana le había entregado la custodia de la menor y que estaban viviendo en la casa de su hermana en Mosquera (Cundinamarca). Agregó que él y Helena iban a tener que viajar al exterior para someterla a un tratamiento experimental de trasplante de células madre que supuestamente le curaría el autismo.

Helena Laserna y Camilo Pinzón
Helena Laserna y Camilo Pinzón | Foto: Facebook de Camilo Pinzón

Esta información produjo pánico. El concepto de tratamientos experimentales milagrosos sonaba sospechoso y el hecho de que la niña viajara sola con Camilo todavía más. En medio de esa situación se presentaron, en forma sucesiva, dos tragedias: en poco tiempo de diferencia Juan Mario murió en un accidente automovilístico y posteriormente falleció la madre del clan, Liliana Jaramillo de Laserna. El liderazgo de la defensa de Helena pasó entonces a manos de Dorotea, la hermana mayor de los Laserna Jaramillo.

¿Experimento científico?

En diciembre de 2018, Dorotea recibió una información escalofriante. Liliana le había dicho a una amiga en común que su hija había muerto como consecuencia de un tratamiento de trasplante de células madre en Chile. Junto a Helena habrían muerto otros ocho niños, lo que llevó a tres de los científicos a cargo del experimento a suicidarse. Esa versión demencial no podía ser verdad porque, de haber ocurrido, habría sido una noticia mundial.

Esto llevó a la familia Laserna a pensar que se trataba de un caso que debería ser investigado por la Fiscalía General, para que aclarara lo sucedido. Por eso, le pidieron a Yann Serge Schonwald, cercano a la familia, que denunciara ante esa entidad la desaparición de la niña, algo que ocurrió en febrero pasado. A partir de ese momento las investigaciones avanzaron hasta llegar a conclusiones espeluznantes: 1) La menor estaba muerta, 2) Liliana no tenía conocimiento de cómo había fallecido su hija y 3) Camilo le mentía a Liliana sobre lo sucedido.

Posteriormente, la justicia determinó que la niña Helena terminó muerta en la misma finca de Sesquilé, propiedad de su madre, enterrada, incinerada. ¿Cómo sucedió esto? Desde Brasil, donde él se considera asilado, Camilo Pinzón intentó explicarle a SEMANA qué sucedió. Con múltiples versiones, apeló a dar cuenta de su verdad respecto a cómo la niña murió.

SEMANA: ¿Entonces usted nunca llevó a la niña a Chile? ¿Usted le mintió a Liliana sobre eso? ¿Y las grabaciones que hay donde supuestamente usted habla de llevar a la niña a Chile?

C. P. G.: Mire, viajé en el 2015 a Chile y le voy a aportar todo lo que estoy diciendo. Se pensó hacer una nueva intervención de células madre, pero en ningún momento salimos porque ella era menor de edad.

SEMANA: ¿Por qué usted es culpable y Liliana fue declarada inocente?

C. P. G.: Es muy fácil. Ella se declara loca, y ella no es loca. Mejor dicho, si tuviera plata hubiera tenido una defensa técnica privada. Pero estoy con un defensor del pueblo.

SEMANA: Pero, ¿quién es el responsable de lo que le pasó a Helena? Si no es usted, que está condenado a 46 años de cárcel, ¿entonces quién?

C. P. G.: Acá no hay ningún culpable. La invito a que revise la denuncia que hizo el señor Yann Serge Shconwald en el 2018, dos años después del fallecimiento. Lo único que le digo es que voy a demostrar mi inocencia desde la clandestinidad y a enviar videos de donde estoy con evidencia física. Esto es un atropello. Es más, invito al señor Felipe López Caballero. Estuve en residencias El Nogal cuando ella le vendió a él un apartamento. Ella hizo esa venta con sus cinco sentidos. No entiendo por qué después se declaró enferma. Es más, la señora dice en el testamento, en la parte final, que ella no tiene una unión marital de hecho, y le voy a demostrar con evidencia física, ante la Notaría 19, lo que estoy diciendo. Me dieron libertad por vencimiento de términos porque la Fiscalía en ningún momento pudo comprobar nada. ¿Sabe por qué?

SEMANA: ¿Por qué dice que no se pudo comprobar nada si está condenado?

C. P. G.: Porque está arreglado. La juez, en ningún momento, en las audiencias, me ha dado la oportunidad de hablar.

SEMANA: ¿Qué pasa con las grabaciones donde ella le pregunta insistentemente cómo había podido ingresar a la niña a Colombia sin que nadie se diera cuenta y usted le dice: ‘La hicimos pasar como si estuviera desmayada’?

C. P. G.: Todo eso fue cuento de doña Liliana, porque ella sabe muy bien que yo nunca...

Caso Helena Laserna
Camilo Pinzón y Helena Laserna | Foto: Tomada de Facebook de Camilo Pinzón

SEMANA: ¿Pero las grabaciones?

C. P. G.: Voy a mostrar las falencias absolutas, que se conozcan. Nunca había tenido un problema judicial por ser el hijo de un embolador.

SEMANA: ¿Por qué a la niña la hicieron pasar por desmayada?

C. P. G.: Eso fue planeado entre Lili y yo. Voy a aportar las pruebas de que no hubo ni homicidio ni desaparición forzada.

SEMANA: Pero la niña está muerta. ¿Dónde está? ¿Por qué se murió y cómo fue?

C. P. G.: Pues es muy fácil: de una enfermedad natural.

SEMANA: Hay una versión que indica que usted llevaba una bolsa a la finca, diciendo que era un material radiactivo, y lo que dicen es que supuestamente ahí iba la niña.

C. P. G.: La niña nunca estuvo oculta. Es más: ¿por qué el señor Jorge Fonseca Martínez y su esposa, doña Nubia Martínez, siguen trabajando para Liliana y por qué ocultaron y esperaron tres años para guardar los restos? Porque lo que estoy diciendo está evidenciado.

SEMANA: O sea, ¿en la bolsa sí estaba la niña?

C. P. G.: Pues claro. Fue a petición de la mamá y ella era consciente de que era su hija, es así.

SEMANA: Pero, ¿cómo llega el cuerpo de la niña a esa bolsa?

C. P. G.: La versión original es así: ella falleció el 15 de noviembre del 2016. Estoy en el hotel Portofino, de Cartagena. Me devolví y ella estaba enterada. Por eso en el Adres está reportada como fallecida.

SEMANA: Pero, ¿cómo fallece?, ¿cómo se muere?

C. P. G.: Pues naturalmente, de su patología, nadie la mató.

SEMANA: ¿En manos de quién murió?

C. P. G.: Estaba en manos de mi hermana Claudia Patricia Pinzón.

SEMANA: A ella también la quieren involucrar en la muerte de Helena…

C. P. G.: Claro, pero es que ella…

SEMANA: ¿Qué le dice a la familia Laserna?

C. P. G.: En ningún momento hubo una desaparición forzada.

SEMANA: Se dice que usted era un vividor y que usted vivía de la señora Liliana.

C. P. G.: Le enviaré mi cuenta de ahorros. A esa señora jamás se le ‘tumbó’ un peso, yo no le robé un peso, eso no es cierto. ¿Sabe por qué no lo hice? Porque honradamente ella me daba lo que necesitaba; es más, nunca la manipulé, nosotros pactamos como un hombre y una mujer. ¿En qué? En el respeto mutuo. La prioridad siempre fue Helena. Lo que sé de autismo, lo que sé de células madre, es porque ella misma me enseñó.

SEMANA: ¿Pero de dónde salió esa historia de que estaban tratando a Helena en Chile y que supuestamente los investigadores se suicidaron?

C. P. G.: No, ese es un cuento de doña Liliana. Le enviaré videos en donde ella está escribiendo autónomamente y en ningún momento fue desaparecida.

SEMANA: ¿Pero ella murió en manos de quién?

C. P. G.: De mi hermana...

SEMANA: ¿Por qué no muere en manos de la mamá?

C. P. G.: Porque ella la delegó.

SEMANA: ¿Por qué se metía con la hija de una señora si usted no es el papá?

C. P. G.: Pues es muy fácil. El ignorante fui yo…

SEMANA: ¿Usted por qué tenía que tomar decisiones con respecto a Helena, si usted no era el papá?

C. P. G.: En ningún momento me tomé la autonomía.

SEMANA: Pero termina la niña en manos de su hermana. ¿Y dónde está la mamá? ¿Qué hacía? ¿Quién le dio permiso a usted de hacer eso?

C. P. G.: Porque ella, primeramente, veinte años mayor, ya estaba cansada.

SEMANA: Usted no tenía por qué encargarse de una hija que no era suya y con un problema tan delicado…

C. P. G.: Pues ahí está mi error, pero en ningún momento de mala fe. Quiero dejar eso muy claro. Por ayudar, mire el problema en el que estoy metido. Es más, quiero dejar algo muy claro también. En 2009 fuimos a la Notaría 19 a firmar la capitulación de bienes. Voluntariamente accedo y le haré llegar la escritura pública, donde, a partir del primero de agosto del 2009, se hace pública la unión marital de hecho. Firmé voluntariamente. La señora Laserna y yo pactamos que si algo me pasaba a mí, ella se encargaba de mi hijo; y si a ella le pasaba algo, yo me encargaba de Helena. Eso es así. Cuando le firmo, lo que estoy diciendo es que en ningún momento estuve por interés económico. Es más, me han dejado en la calle. He pedido limosna. ¿Por qué? Porque esto es una pelea entre un Goliat y un David. Me estoy defendiendo desde afuera de Colombia porque no he visto la garantía procesal. Me he tratado de comunicar con el señor fiscal porque le pedí el favor de que detuviera todo y que comience la investigación de nuevo. El señor Poveda, garante de mis derechos ante la Procuraduría, me bloqueó del teléfono.

SEMANA: Resulta que la niña murió en 2016 y el testamento se hizo 11 meses después, en octubre de 2017. ¿Cómo lo explica?

C. P. G.: Muy buena pregunta. Estoy dándole la explicación exacta de lo que sucedió. Cuando fallece Jessica Helena Laserna Jaramillo, sufrí principios de un ACV (accidente cerebrovascular).

SEMANA: Conteste la pregunta. ¿Por qué dijo que el testamento fue antes de que la niña muriera?

C. P. G.: Ella tomó la determinación de heredarme. En ningún momento la obligué. Si usted lee en la firma de la señora Liliana Laserna Jaramillo, ella está diciendo que en ninguna parte tuvo conmigo una unión marital de hecho. Hecho que para mí es muy grave, porque no era el empleado, sino que oficialmente teníamos una relación. Usted lo puede verificar, ¿o estoy mintiendo? ¿O ya vio el testamento?

SEMANA: Pues le estamos preguntando. ¿El testamento tiene esa fecha? ¿Sí o no?

C. P. G.: Pues claro. Ella lo hizo después de que me fui para España a mi recuperación del accidente cerebrovascular que tuve.

SEMANA: Dice que la señora Liliana estaba en plenas facultades, ¿pero es verdad o no que estaba diagnosticada como una persona con esquizofrenia?

C. P. G.: Ese hecho es falso de toda falsedad.

SEMANA: ¿No tiene esquizofrenia?

C. P. G.: No señora, por una razón técnica. Ella hizo uso de una compra de unas armas en Indumil, tengo la licencia. Usted sabe muy bien que para tener armas en Colombia hay que pasar una prueba psicotécnica. De lo contrario no le dan nada.

SEMANA: O sea, ¿no cree en el diagnóstico de que Liliana tiene esquizofrenia?

C. P. G.: Jamás, ella pintaba, es una persona que autónomamente manejaba su empresa.

SEMANA: ¿Está diciendo que no tenía esquizofrenia?

C. P. G.: Por favor, ese dictamen es de un médico particular. Es más, si ella tuviese un episodio esquizoide, no manejaría su vida, sus negocios, su plata. Ella era quien manejaba autónomamente sus cosas. Ella tiene su historia clínica en la Reina Sofía. Ella es brillante, es capaz, habla 7 idiomas, y eso me llamó la atención. Es una mujer muy inteligente, capaz.

SEMANA: Hay otra cosa que se ha discutido en el proceso y es que no solo participó su hermana, sino también una novia que usted tenía, Sabrina, que vivía en Chía…

C. P. G.: Una cosa es mi vida personal. Es cierto, la enamoré y ella no tiene nada que ver en este asunto. Ella llegó a Colombia en el 2018, cuando ya habían sucedido las cosas. ¿Qué hombre en Colombia no ha tenido una amante? Dígame. Yo no conozco al primero que no haya tenido un desliz.