VICKY EN SEMANA
El aterrador relato de los policías secuestrados y torturados por encapuchados en el Valle del Cauca
La Policía Nacional rechazó los hechos violentos contra siete miembros de la Policía y el Esmad cometidos por encapuchados en la vía entre Cali y Palmira, durante la tarde y noche del jueves 27 de mayo.
La Policía Nacional y el Ministerio de Defensa presentarán cargos ante la Fiscalía por “secuestro simple, tentativa de homicidio, tortura y lesiones personales”, luego de que un grupo de policías, vestidos de civil, fueran amarrados, retenidos y golpeados este jueves por varios encapuchados que se encontraban en la vía entre Cali y Palmira.
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El director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, explicó que siete uniformados fueron retenidos contra su voluntad, bajados del vehículo, amarrados y golpeados. Según reportó la institución, inicialmente los siete uniformados fueron secuestrados, cinco liberados posteriormente y los dos últimos apenas pasadas las 7:00 de la noche.
En Vicky en Semana, el policía José Gustavo Ramos narró que, ya secuestrados, los encapuchados los apuntaban con armas de fuego, mientras los golpeaban e insultaban, como si “uno no fuera un ser humano”.
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“Cuando a mí me tenían en el piso me comenzaban a golpear, a pegar, con las matas de caña, con machetes. Nos empiezan a despojar de nuestros elementos, celulares, carteras, relojes, camisetas, hasta dejar a algunos compañeros en ropa interior y a otros en solo pantalones. La tortura fue sicológica y física”, narró Ramos, quien fue el último del grupo en ser liberado.
Además, el uniformado contó que los encapuchados también lo amenazaban con cortarle los dedos si no decía “cosas que ellos querían que dijera”.
“Específicamente, me decían que me querían matar, que yo no salía de ahí vivo, que no me iban a entregar esa noche, sino al otro día. Que nos iban a soltar por los cañaduzales y nos iban a prender fuego. Que nos iban a tirar al río, pero ya muertos; que en nuestra casa no nos iban a volver a ver por pertenecer a la Policía Nacional”, agregó.
El patrullero Ángel Alberto Gutiérrez, otro de los uniformados que estuvo secuestrado por los encapuchados, narró que vivió situaciones similares a su compañero Ramos, pero recalcó que a pesar de los duros momentos vividos este jueves, eso los hace sentir más fuertes ante situaciones como esas de adversidad.
“Sé que está en juego la vida de nosotros, pero nosotros siempre hemos tenido esa gran virtud de que salimos siempre con un pensamiento positivo, no un pensamiento negativo de hacerles daño a las demás personas. Nunca salgo con el pensamiento de ir a quitarle la vida a un ser humano, siempre salgo con la convicción de servir a las demás personas, así como me lo enseñaron en el hogar”, dijo Gutiérrez en Vicky en Semana.
También dijo que lamentaba que algunas personas arremetan violentamente contra los policías que los cuidan y brindan seguridad.
Continuando con su relato, Ramos manifestó que los mantuvieron durante algunos momentos con los ojos vendados y los obligaban a mirar hacia el piso para no identificar a quienes los tenían retenidos. Afirmó que entre los encapuchados también habían mujeres. “Estaban encapuchados, armados, tenían ramas de fuego, cuchillos, machetes, cizallas, radios de comunicación. Había una fuerte comunicación entre ellos”, agregó.
En una nueva intervención en Vicky en Semana, el patrullero Gutiérrez contó que los encapuchados se enteraron de que sus cautivos eran uniformados tras revisar el vehículo en el que se movilizaban y encontrar las respectivas identificaciones de policías. Posteriormente procedieron a tratarlos mal, porque eran “unos cerdos, asesinos. Esas eran sus palabras y hasta más ofensivas”, recordó.
“Era mucho dolor, es indignante vivir una situación de esas, de unos jóvenes que uno no sabe si realmente se les puede llamar de esa manera, jóvenes. Porque la verdad en esas condiciones que lo capturan a uno, como lo tratan, secuestran; encapuchados que uno ni sabe qué tipo de personas son, pues la verdad es que es algo muy doloroso vivir esta situación, que lo amarren a uno de pies y manos, lo torturen hasta más no poder”, señaló.
Tras lo ocurrido, Ramos también dijo que la pesadilla que vivieron este jueves a manos de los individuos no se la deseaban a nadie, ya que llegaron a pensar que iban a morir. “Cuando nos amenazaban con las armas de fuego, los cuchillos, se le viene a uno de todo en la mente: la familia, que no la va a volver a ver. Pero gracias a Dios nos pudieron liberar de ese secuestro en que nos tenían”, relató el uniformado.