“Este Gobierno no tiene ni corazón grande ni mano firme”: el debate en SEMANA por la inusual aparición de alias Iván Mordisco

Néstor Gregorio Vera Hernández, alias Iván Mordisco, reapareció en un contexto que resultó bastante llamativo para algunos sectores. Los hechos ocurrieron en el municipio de Yarí, Caquetá, donde se llevó a cabo una importante reunión con el líder de las disidencias de las Farc.

En video quedaron registradas las excentricidades con que llegó Iván Mordisco: camioneta de alta gama, uniforme camuflado, gorra, botas de caucho, radioteléfono y un poderoso fusil que podría disparar hasta 900 cartuchos por minuto. Se trata de un fusil de asalto denominado Tavor 21, fabricado en Israel y que costaría más de 30 millones de pesos.

Iván Mordico apareció armado ‘hasta los dientes’; además, se le vio sonriente de cara a la conversación que las disidencias iniciarán con el Gobierno Petro el próximo 16 de mayo. A propósito de estos nuevos diálogos, los senadores Clara López y Miguel Uribe debatieron en el espacio de Vicky en SEMANA.

En primer lugar, Clara López, senadora del Pacto Histórico, recordó que las disidencias de las Farc fueron la facción que no estuvo de acuerdo con la negociación que se llevó a cabo en La Habana y que derivó en el Acuerdo de Paz. En ese orden de ideas, resaltó que son disidentes “previos al acuerdo y posteriores al acuerdo”.

“Me parece muy bien que el Gobierno nacional haya logrado generar las condiciones para que haya una mesa de diálogo que nos lleve, ojalá, a la desactivación de ese grupo armado que ha cogido mucha fuerza en los últimos tiempos (...) Ojalá que esto lleve a un cese al fuego que permita desescalar la violencia que se está viviendo en todas estas regiones”, comentó la congresista.

Una lectura diferente vino de parte de Miguel Uribe Turbay, senador del Centro Democrático, quien cuestionó cuántas oportunidades hay que darles a los violentos.

De hecho, aseveró que se trata de una situación que “raya con lo absurdo”, pues como lo ha venido reiterando durante el Gobierno Petro, “es evidente la indignación que genera en los colombianos que a los más malos les ofrecen hasta cinco oportunidades para que, no importa cuántas veces delincan, tengan la oportunidad de llegar a la legalidad”.

“Este es prácticamente el resumen de lo que es la propuesta de ‘paz total’ de este Gobierno, que básicamente es la premiación de la impunidad absoluta”, criticó Uribe Turbay.

“No tiene mano firme”

Un nuevo capítulo en los procesos de paz en Colombia está próximo a escribirse; sin embargo, queda la pregunta sobre cómo confiar en la voluntad de las disidencias, teniendo en cuenta que años atrás ya tuvieron una oportunidad para salir de la delincuencia con el Acuerdo de La Habana.

Para el senador Miguel Uribe, es evidente que el gobierno de Gustavo Petro “no tiene ni corazón grande ni mano firme”, estableciendo una comparación con el lema del Centro Democrático “mano firme, corazón grande”.

“Ojalá tuviera corazón grande y mano firme, pero ni uno ni el otro. Evidentemente, haber suspendido operaciones militares y policiales en la ruralidad permitió que estos grupos, no solo las disidencias, tuvieran la posibilidad de prosperar”, aseguró.

Frente a los diálogos de paz, el congresista apoyó su desarrollo, eso sí, precisando que deben hacerse “con los actores que correspondan, no con los narcos a los que este gobierno quiere entregarles el país”.

“Aquí el problema ya ni siquiera es la legalización de la droga, es la legalización de los narcotraficantes lo que está planteando este gobierno”, apostilló.

“No es un tema de fe, sino de necesidad”

Se dice que las disidencias de Iván Mordisco no se subieron al bus de la paz porque su negocio siempre fue el narcotráfico y la minería ilegal, distanciándose del origen político de las Farc. En ese orden de ideas, retomando la pregunta sobre por qué confiar en la voluntad de este grupo, la senadora Clara López expuso su opinión.

“A mí me parece que este no es un tema de fe; este es un tema de necesidad. Colombia no tiene control sobre todo su territorio, tenemos todavía un país con mucha debilidad institucional, particularmente en esa media Colombia que está por fuera del ojo incluso de las autoridades”, explicó la senadora del Pacto Histórico.

En tal virtud, indicó que cualquier esfuerzo que se haga “para cerrar la fábrica de víctimas” resulta insuficiente. “Por eso respaldo integralmente este nuevo proceso, con un convencimiento profundo de que tenemos que empezar a transitar por caminos anchurosos de la vida y no por la paz de los sepulcros”, concluyó López en Vicky en SEMANA.