Exclusivo: el estremecedor testimonio del teniente que se salvó con sus compañeros de ser quemado vivo en un CAI

El teniente Miller Bastidas, comandante de la estación del CAI en el sector de La Aurora, en la localidad de Usme, sur de Bogotá, habló con Vicky en Semana del ataque del que fueron víctimas por parte de cerca de 600 manifestantes que pretendieron quemarlos vivos. De acuerdo con su relato, eran cerca de las 8 y 30 de la noche del martes 4 de mayo cuando llegaron muchos vándalos y la emprendieron contra los quince uniformados dentro del lugar, incluido él.

Vea la entrevista con el teniente Miller Bastidas, comandante de la estación del CAI (Centro de Atención Inmediata) en el sector de La Aurora, en la localidad de Usme, en Bogotá.

Según explicó, los 15 hombres se resguardaron dentro del CAI mientras sus atacantes rodearon el CAI y los atacaron de todas las maneras posibles. Ellos, mientras tanto, tenían tres escudos y una pistola que el oficial decidió no utilizar. Según dijo el teniente Bastidas, aguantaron el ataque, pero él decidió salir del CAI, exponiendo su integridad, cuando vio que uno de sus hombres ardía en llamas.

“Armados con bombas molotov y con objetos contundentes rodearon el CAI. No contábamos con elementos de protección”, recordó el oficial, al señalar la manera en que empezó el ataque. “Sin mediar palabra lanzaron bombas molotov con el objetivo de abrir las puertas, romper los vidrios y causarnos daños dentro del CAI. Una bomba molotov hace que estalle el vidrio y una bomba molotov entró e incendia a uno de mis policías. Gracias a Dios teníamos un extintos. Buscaron incinerarnos vivos dentro del CAI. Se vivieron momentos de angustia, de desesperación, todos pensábamos en nuestras familias y les decíamos que nosotros no éramos los culpables y hubo un momento en que el CAI ardía en llamas”, agregó.

Cuando las llamas consumieron el CAI, informó el teniente Bastidas, salieron corriendo para buscar salvarse. Quince uniformados, dentro de los cuales tres eran mujeres. “Cuando veo a uno de mis policías ardiendo en llamas tomo la decisión de abrir la puerta, no quería que eso les pasara a los demás policía. Prefería ofrendar mi vida”, indicó.

De acuerdo con el oficial, el armamento de dotación de uno de los policías no fue utilizado y se pensó en usarlo como último recurso, pero nunca sucedió. “Estaba con mi grupo prestando la seguridad. La lucha no debe ser contra nosotros”, dijo el teniente al condenar lo sucedido. Finalmente, explicó, varios de sus hombres fueron atendidos por quemaduras y terminaron siendo asistidos por otros policías.

“No hay palabras para rechazar, esto es inadmisible, cómo se puede tratar de quemar vivo a un ciudadano. Sin embargo, la Policía estará cumpliendo, cubriendo la ciudad, los gestores de convivencia, los gestores de derechos humanos estarán cumpliendo su labor, pero todos tenemos que poner de nuestra parte para parar esta sin razón. Estamos al borde de que termine ocurriendo una tragedia en Bogotá, peor de lo que ya hemos visto de confrontación en estos días”, dijo al respecto la alcaldesa Claudia López, mientras su voz se entrecortaba.

“Destruir a Bogotá no puede ser una causa ni destruirnos a nosotros. En una nueva jornada de movilizaciones hago un llamado a la ciudadanía porque quedó demostrado que ninguno de los convocantes del paro tiene capacidad de garantizar que la convocatoria culmine pacíficamente”, sostuvo la alcaldesa de Bogotá.

El teniente Bastidas, por su parte, reconoció que estar desarmado da la sensación de no estar protegido, pero reafirmó que -de acuerdo con sus labores- no deben estarlo. Por ello instó a la ciudadanía a protestar, a manifestarse, pero sin violencia. Según dijo, ellos están para proteger a la ciudadanía y no para enfrentarla. “Estamos para garantizar los derechos de todas las personas”, puntualizó.