VICKY EN SEMANA
Gustavo Bolívar revela en qué van las denuncias sobre esclavitud sexual en el Congreso y lanza indirectas a propósito del caso
El excongresista dijo que, producto de sus denuncias en SEMANA, tuvo una visita a la Corte Suprema, una más a la Comisión de Ética del Senado, dos en la Procuraduría General de la Nación y tres en la Fiscalía General de la Nación.
El exsenador Gustavo Bolívar habló con Vicky en SEMANA. En el marco de la entrevista, para hablar de las constantes críticas del senador Roy Barreras a la ministra de Salud, Carolina Corcho, el excongresista fue consultado por un tema sensible. Las denuncias que él mismo hizo, también a instancias de SEMANA, en las cuales dijo que en el Congreso de la República hay esclavitud sexual.
Vicky Dávila (V. D.): Usted en el pasado ha dicho que hay trata de personas en el Congreso, pero no ha entrado en detalles. Que sea esta la oportunidad. Cuénteme cómo funciona eso.
Gustavo Bolívar (G. B.): Sí, eso existe. Se va identificando. Uno empieza a ver que hay muchas niñas bonitas en diferentes ramas. Estoy contándole denuncias que me hicieron ellas en mi oficina. Mi secretaria está de testigo. Ella fue la que me dijo que había unas niñas que querían hablar conmigo. Yo le dije: ‘claro, las escucho’. Para poderlas esclavizar sexualmente, les hacían contratos de dos o tres meses. Es más fácil para que vuelvan a estar con ellos que si los contratos se los hacen por un año. Las mantienen así, con contraticos chiquitos. Esa fue la denuncia que me hicieron ellas. Yo se la conté a varias personas, pero el problema es que ellas no han querido dar públicamente la cara porque están casadas. El esposo no sabe lo que les toca hacer; a otras les da miedo que el novio las deje; otras tienen el temor de que no les vuelvan a dar empleo en ningún lado. Es terrible lo que pasa con la mujer y no solo en el Congreso, sino también en otras instancias de poder. El abuso hacia la mujer es bárbaro.
V. D.: ¿Pero hay congresistas metidos en eso? Es decir, ¿es con el patrocinio de congresistas?
G. B.: Sí.
V. D.: ¿Y cuántas se presentaron a su oficina?
G. B.: Primero fueron dos y después tuve charla con otras dos. Por lo menos son cuatro denuncias.
V. D.: ¿Y usted sabe cuáles son los congresistas?
G. B.: Claro que sí.
V. D.: Y le debía dar mucho asco verlos en el Congreso.
G. B.: Sí, porque soy hombre. Me daba mucha rabia y casi no les hablaba. Si a mí me gusta una persona, pues la conquisto. Obviamente, en los cinco años que estuve en el Congreso, nunca me involucré con nadie allá. Parecía un caballito, ni las miraba. Uno es tan de malas que uno se queda mirando a alguien y una cámara lo graba. Me parece grotesco, cuando uno tiene una posición dominante, tener que abusar de esa posición para poder tener a alguien. No le veo ni gracia. ¿Qué gracia tiene estar con una persona contra su voluntad?
V. D.: ¿Y son senadores o representantes?
G. B.: Los casos que conocí son del Senado. De la Cámara no conozco.
Los que me mencionaron fueron como unos seis, entre senadores y personas que trabajan ahí.
Luego de esa entrevista, publicada el 8 de enero de 2023, el congresista se presentó ante varios organismos judiciales y disciplinarios para ampliar su versión. Esto por iniciativa propia o citado por dichas corporaciones. Tuvo una visita a la Corte Suprema, una más a la Comisión de Ética del Senado, dos en la Procuraduría General de la Nación, y tres en la Fiscalía General de la Nación. Un mes y medio después de dichas declaraciones, con Gustavo Bolívar fuera del Congreso, la consulta hecha por SEMANA es qué aconteció con dichas denuncias.
“En el tema del acoso ha sido muy complicado porque ustedes mismos, que intentaron conseguir nombres e hicieron la tarea, trataron de llegar al fondo del asunto y no pudieron porque se estrellan con el mismo inconveniente que tengo yo y es que las víctimas no dan la cara. Y no dan la cara porque enfrentar a estos poderes, a estos poderosos, es muy complicado y más para personas como ellas, que no están en igualdad de condiciones ni económicas ni de poder para poderlas enfrentar”, aseguró.
“Lastimosamente se está perdiendo una gran oportunidad para que este tema, que es tan sensible hoy, pueda salir a la luz pública y que esta práctica desaparezca, en la medida que triunfen los abusadores por el silencio de las víctimas, por el miedo de algunas... esta práctica va a continuar y las víctimas se retractan. Por la hoja de ruta yo no creo en la ruta que creó el presidente, que es congresistas investigando congresistas, eso nunca funciona porque ahí aparece el amiguismo y eso no pasa nada”, agregó.
Cuando dijo esto, Gustavo Bolívar aprovechó para decir que, para nada, cree en la comisión del Gobierno para que congresistas como Roy Barreras o María José Pizarro indaguen al respecto. “Para nada. Cuando uno está adentro se vuelve amigo de todo el mundo y eso nadie toca a los amigos. Entonces eso no va a funcionar. Nosotros intentamos hacer una ruta distinta, con la Casa de la Mujer, con periodistas y con otras personas. Y la estábamos armando a ver si las víctimas, de repente por fuera de la política, ven una ruta más confiable. Pero no sé si pase”, dijo.
Bolívar fue enfático en señalar que esas comisiones hacen parte de un “juego de votos” que existe y por eso, dijo, pensar que una comisión así dará resultados es utópico “porque entre amigos no se pisan. Es muy difícil llegar a la verdad es una corporación donde hay tanta solidaridad de cuerpo”.