NACIÓN

Jorge Tovar Vélez les responde a las víctimas del conflicto

El nombramiento de Jorge Tovar Vélez como coordinador de la oficina de víctimas del Ministerio del Interior generó revuelo en todo el país y quienes han padecido el conflicto en carne y hueso, opinaron al respecto.

20 de mayo de 2020
| Foto: Unidad para las víctimas

En entrevista del programa Vicky en Semana, el hijo de Jorge 40, Jorge Tovar Vélez, escuchó el mensaje de algunas víctimas del conflicto frente a su nombramiento como coordinador de víctimas del Ministerio del Interior. Mientras que algunas manifestaron estar de acuerdo, otras expresaron enorme molestia.

Raúl Martínez Blanco, víctima del Bloque Norte de las Autodefensas dice que no está de acuerdo con el nombramiento, porque vulnera los derechos de todas las víctimas del paramilitarismo, por las masacres de este bloque donde fue patrocinador Jorge 40. “Nos van a victimizar más de lo que nos está victimizando la unidad de víctimas”.

Jorge Tovar le pidió a él y a todos los directamente afectados por su padre, que le den la oportunidad de trabajar de la mano de ellos, para que lo que ellos y él mismo vivió, no se repita. “Que sea mi trabajo el que hable por mí, que me den la oportunidad de no ser juzgado”, dijo. También insistió en que en Colombia no existen los delitos de sangre.

Por otro lado, el general retirado Luis Mendieta, víctima de las Farc, aseguró que gran parte de los colombianos no están preparados para la paz y la convivencia. “Salen críticos a objetar el nombramiento, pero están de acuerdo con que criminales de lesa humanidad, criminales de guerra de las FARC estén en el Congreso legislando”. Añadió que las víctimas de las FARC no tienen representación en la JEP, ni en la comisión de búsqueda de desaparecidos ni en la comisión de la verdad.

Tovar le respondió que toda la controversia generó un debate necesario. “Si queremos consolidar una paz real, la tenemos que hacer entre todos. Victimarios y víctimas tomados de la mano”. Para él, no se debe excluir a ningún sector de la sociedad a la hora de hablar sobre cualquier tema, pues considera que “el odio genera violencia”.

Invitó ambas personas a poner las diferencias de lado y trabajar juntos por la construcción de un país diferente. Sumado a eso, dijo que jamás ha pedido el olvido, porque no lo ve como sinónimo de reconciliación ni de perdón.

Por su parte, Jaime Lozada, representante a la Cámara y víctima de las FARC, habló al respecto: “Son los mismos que llaman a la reconciliación, los que critican a Tovar por estar en este puesto”. De hecho, dijo que son los mismos que defienden la presencia de los exguerrilleros en el Congreso y, también, los que crucifican al joven hijo de Jorge 40 como si existieran los delitos de sangre.

Alfonso Castillo, vocero del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), manifestó su rechazo al nombramiento de Tovar Vélez como director de la dependencia de víctimas de Mininterior. “Es otro acto de sabotaje al proceso de paz y, en todo caso, un nombramiento inoportuno, porque se trata del hijo de uno de los mayores victimarios del país”. Sin embargo, Castillo reconoció que no existen los delitos de sangre, pero que lo ve como un acto inmoral.

A Castillo, Tovar le respondió que respeta su posición, así no la comparta. “Él hoy me está juzgando”, dijo. Y le dijo que espera que puedan trabajar para evitar que se repitan hechos como los que ambos han vivido.

Betty García Barreto, víctima de Jorge 40, recordó que le desapareció a su hijo, a su esposo, perdió su casa y tuvo que huir a Venezuela. “No estoy de acuerdo con que ellos dirijan nuestros problemas, porque él no es un hombre adecuado para eso y para defender nuestros derechos”.

“A la señora Betty García le digo que entiendo más que nadie todo su dolor. A mí me tocó desde los siete años ver a mi madre sola con tres hijos enfrentando todas esas consecuencias que nos ha traído como familia la decisión de mi padre”, aseguró Tovar. Respondió que la entiende y que conoce lo que es el dolor de madre. “Aquí estaré yo en la coordinación de víctimas, trabajando día y noche para que ninguna madre pase por la tragedia que la señora Betty pasó.

Jorge Enrique Freytter, víctima del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dijo que el nombramiento muestra las puertas giratorias generadas por el Centro Democrático. “No hay una reconciliación real, rechazamos este nombramiento porque vulnera los derechos de las víctimas”. Sumado a eso, Freytter considera que Jorge Tovar Vélez debería quedar impedido porque su padre no ha respondido en Colombia por sus crímenes.

Ante este testimonio, reconoce el dolor causado por la violencia. “Pero yo no tengo que responder por lo que mi padre hizo o dejó de hacer. Respeto su decisión pero no la comparto”.

Por su parte, Harry González, víctima de las FARC y representante del Partido Liberal, considera que este debate es irrelevante, porque lo importante es conocer qué está haciendo el Gobierno para garantizar la indemnización de seis millones de víctimas.

“Totalmente de acuerdo con él”, respondió. Para Tovar, el escándalo de su nombramiento por solo ser el hijo de Rodrigo Tovar Pupo ha distraído de los debates importantes en los cuales “deberíamos” estar.

Miguel Espinosa, hijo de un líder asesinado por orden de Jorge 40, también se mostró molesto. “Es una afrenta por parte de Duque”, empezó diciendo. Añadió que este nombramiento trae una carga simbólica muy grande y que Tovar Vélez tendrá un conflicto de intereses por tener que fomentar una política de víctimas que dejó su padre. “Este cargo debería ocuparlo alguien que garantice la imparcialidad para todas las víctimas del conflicto”.

Entiendo su dolor, respeto su posición así no la comparta. Solamente le pido a Dios y a él que me den la oportunidad de conocerlos y que juntos podamos trabajar por un país diferente, para que ni a sus futuros hijos ni a mis futuros hijos les toque vivir separados de sus padres por el conflicto en este país”, respondió.

Actualmente, Jorge 40, el exparamilitar y padre de Jorge Tovar, está en Estados Unidos y aún no ha pagado por sus crímenes en Colombia. Su hijo asegura que allá no tienen ninguna prueba por el delito del que lo acusan: narcotráfico.