VICKY EN SEMANA
“La paz total se está manoseando”: Álex Morales desiste de negociar con narcos en Medellín y ataca al comisionado Danilo Rueda
En Vicky en Semana, el abogado Álex Morales dijo que el alto comisionado de Paz “debería hacerse a un lado” al tiempo que lo señaló de ser selectivo.
El pasado lunes se conoció la renuncia del abogado Álex Alberto Morales, quien venía trabajando desde las cárceles de Antioquia en el proyecto de consolidar el aterrizaje de las bandas criminales y los narcos en las negociaciones de paz.
Uno de los argumentos de la renuncia del abogado que lideraba dicha negociación, fue que “hay caos en la paz total” que promueve el gobierno del presidente Gustavo Petro.
En Vicky en Semana, el abogado Álex Morales dijo que “la paz total se está manoseando” y hasta le pidió al comisionado de Paz, Danilo Rueda, que renunciara a su cargo.
Según el abogado, desde el mes de enero a la fecha, el comisionado de Paz ha mantenido “una constancia de desorden, caos”, generando desconcierto y desconfianza en medio de todo ese proceso de negociación encomendado por el gobierno del presidente Gustavo Petro.
“No nos atiende, me nombra pero no me atiende. Uno le envía las actas con información supremamente delicada y confidencial y yo le apuesto, le aseguro, que fui el único representante nombrado por el Gobierno que le enviaba actas con todas las informaciones, con todas las reuniones, con todo lo que iba sucediendo y con todo lo que estábamos ejerciendo”, dijo Morales en Vicky en Semana.
El jurista también aseguró que el comisionado Rueda solamente atiende “a ciertos amigos” y hasta lo acusó de tener privilegios con algunas personas, siendo excluyente, según el abogado, en medio de un proceso de paz que en el últimas es un derecho de todos los colombianos.
“Manosear la política pública de paz total con todo esto que estoy contando, nos hace llevar a que tomemos esta decisión -de renunciar- en pro de que el Gobierno colombiano tome los correctivos. El alto comisionado debería hacerse a un lado porque está afectando al señor presidente, a la política de paz que es la principal. Y también recoger todas esas resoluciones que ha emitido y emanado y volver a empezar”, señaló el abogado.
No obstante, Morales fue enfático en decir que la renuncia de su parte fue puntualmente a las facultades que le había otorgado el Gobierno nacional, mas no compromete a las bandas criminales o narcos con los que él venía dialogando.
“Ellos mantienen la absoluta disposición, no solamente ahora, sino desde el año 2016, para iniciar procesos de acogimiento a la justicia. Son procesos que son más que un tema jurídico; es un tema político, es un tema que trasciende las actividades de los abogados penalistas. Esto toca la antropología jurídica, la sociología jurídica y otras ciencias y no es un simple problema semántico como también lo hace presentar hoy el Gobierno nacional con esa ley de sometimiento”, aseveró Morales en Vicky en Semana.
Vale recordar que, en una carta de dos páginas, el abogado Morales, quien es parte del Movimiento Social Sinergia, cuestionó la puesta en marcha del ambicioso proyecto de la paz total, asegurando que existe “confusión, desorden, caos, desconcierto, desconfianzas y deslegitimación” ante la opinión pública por la designación de los llamados gestores y facilitadores de paz. “Sumando a un vocabulario, caminos y actos que violentan el principio, entre muchos otros, el de la dignidad humana”.
Por otra parte, a mediados de septiembre pasado, el abogado anunció que había recibido coronas fúnebres y una cinta con su nombre, así como una tarjeta de invitación lamentando su muerte y convocando a sus exequias. Esto, evidentemente, representaba una amenaza en contra de su integridad personal. El jurista manifestó en ese entonces, que dos jóvenes fueron directamente al conjunto residencial en el que vivía en Medellín y le aseguraron que tenían una encomienda, la cual tenía que ser entregada de manera personal.
“Condolencias a familiar y amigos de Alex Alberto Morales Córdoba”, señalaba la invitación. Por esto, el abogado tomó la radical decisión de no volver a su lugar de residencia y evitar ir a su oficina puesto que sabía que en cualquier momento iban a atentar en contra de su vida y la de sus familiares.