¿Las curules de paz realmente las ocuparán las víctimas? Paloma Valencia y Roy Barreras chocan

Después de una extensa pelea jurídica, el presidente del Congreso, Juan Diego Gómez, tomó la decisión de revivir las 16 curules de paz y, por esa razón, las víctimas del conflicto podrán tener representación en el Congreso entre 2022 y 2030. ¿Pero quiénes ocuparán estos espacios?

El senador Roy Barreras afirmó en Vicky en Semana que a dichas curules solo podrán acceder todas las víctimas del conflicto armado en Colombia, y que no podrán asumir quienes hayan sido actores “violentos, ningún reinsertado o reincorporado”.

“Nadie que haya hecho parte de procesos de desmovilización podrá acceder. Tampoco nadie que haya participado como candidato de ningún partido político. Solo las víctimas acreditadas en el Registro Nacional de Víctimas, tres años años antes de la promulgación del acto legislativo. Así que no pueden inventarse víctimas falsas ahora y solo las pueden inscribir las asociaciones de víctimas que también tengan más de tres años de existencia, antes de la promulgación de la formulación del acto. No pueden inscribirlas los partidos políticos”, explicó el senador.

El congresista también dijo que las curules de paz se revivirán el 13 de marzo de 2022 en las elecciones parlamentarias exclusivamente rurales “de los 170 municipios que hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET)”.

Entre tanto, la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, dijo en Vicky en Semana que dichas curules están diseñadas solo para determinados territorios y “continuar favoreciendo” a los victimarios.

“Lo que no tiene ningún sentido es llamarlas curules para las víctimas, cuando en realidad la mayoría de las víctimas en Colombia que son desplazados no van a poder participar. Siete millones de víctimas en Colombia son desplazados y ellos quedan totalmente por fuera. Solamente los desplazados que decidan retornar a estos territorios, van a tener alguna oportunidad de participar”, afirmó Valencia.

La congresista del uribismo también recalcó que en los municipios donde están asentadas las circunscripciones especiales para la paz, está aproximadamente el 90 % de los cultivos ilícitos del país.

“Uno no puede decir que las víctimas podrán correr en donde están los grupos ilegales. En esos territorios están asentadas las disidencias de las Farc, el ELN. Están todos esos grupos ilegales dedicados al narcotráfico. Si un campesino no puede decir nada, no puede liderar nada porque lo matan, imagínese lo que va a significar la política. Usted en el papel puede escribir muchas cosas que suenan muy bien, pero la realidad es que si hubiéramos querido una circunscripciones de víctimas, era muy fácil; era el Registro Único Nacional de Víctimas donde quedaron la circunscripción nacional y donde quienes son víctimas, pudieran ser candidatos y pudieran votar”, agregó la senadora del Centro Democrático.

Por lo tanto, para Valencia existe una contradicción de fondo, pues según ella no es cierto que las víctimas vayan a poder optar a esas curules de paz, porque para poder acceder a estas tendrán que desafiar el poder hegemónico de las estructuras criminales que operan en determinados territorios del país.

“Lo que seguramente en la práctica va a terminar ocurriendo es que buscarán alguna persona que figure de víctima, del Estado o los paramilitares, para que esos grupos como las disidencias de las Farc tengan unos candidatos que no hacen parte de su estructura o que aparecen como víctimas, y esas personas serán las que terminen ostentando las curules”, advirtió la senadora Valencia.

En una nueva intervención, Barreras le respondió a Paloma que si bien las 16 curules son para víctimas que están asentadas en territorios violentos, a eso estaba orientado el acto legislativo que busca darle voz a esas personas que han sufrido de cerca la violencia.

“De eso se trata, de dar voz a las víctimas que están y han estado sojuzgadas por los violentos”, dijo el senador Barreras.