VICKY EN SEMANA
No sería buena la lógica “echemos a los indígenas de la ciudad de Cali”: Jorge Iván Ospina
El alcalde de Cali habló sobre la situación de orden público en su ciudad, las conclusiones del encuentro con el presidente Duque, la minga indígena, entre otros temas.
Cali ha vivido días difíciles desde el pasado 28 de abril, cuando las organizaciones sindicales convocaron la primera jornada de paro nacional en contra de la reforma tributaria. Si bien en su extensa mayoría las manifestaciones pacíficas se han tomado la capital vallecaucana, actos de violencia y vandalismo han opacado esos escenarios.
Este domingo la sucursal del cielo vivió el decimosegundo día de marchas, teniendo confrontaciones entre la población civil y la minga indígena que había llegado a la ciudad. Hasta el momento se conoce que 10 indígenas resultaron heridos en estos enfrentamientos, según reveló el Consejo Regional Indígena del Cauca.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, habló con Vicky en SEMANA sobre los hechos ocurridos este domingo y en general la situación de orden público que ha tenido que lidiar desde el primer día de movilizaciones, entre otros temas.
SEMANA: ¿Cómo está Cali hoy, cómo amaneció Cali?
Jorge Iván Ospina: Más tranquila, la ciudadanía poco a poco viene a la normalidad, sin embargo vemos todavía bloqueos en accesos a la ciudad de Cali lo que genera que el abastecimiento no sea apropiado y tenemos dificultades de movilidad en nuestros barrios lo que genera muchas angustias. Tenemos unas dificultades con basuras, recuerda que Cali produce y 1.800 toneladas diarias de basura cuando no hay una sistemática actividad de traslado de las mismas al relleno, que queda a 22 kilómetros de acá, se ven en vía pública. Tenemos una acción muy grande, una acción que se ve en todos los escenarios de nuestra sociedad, tenemos en el escenario las personas que demandan diálogo y esa conversación nacional.
SEMANA: Dice usted que persisten los bloqueos.
J.O.: Sí, sí, Vicky, desafortunadamente las cadenas de abastecimiento desde Nariño, Cauca, a la ciudad de Cali son cadenas muy largas y si hay bloqueos en Nariño, en Cauca, en el Valle pues por supuesto el abastecimiento de verduras, papa, leche, carne, son muy difíciles. Si el abastecimiento de pescado, que llega de Buenaventura, tiene bloqueos en Buga es muy difícil que nos llegue el pescado. Si el arroz viene desde Ibagué y el Tolima por la vía de la Línea es difícil que nos llegue. Si hay bloqueos en nuestro territorio, también tenemos bloqueos en la cadena de abastecimiento.
SEMANA: Alcalde detengámonos en lo que vimos ayer. Vimos a través de los videos ciudadanos o habitantes de Cali disparando, personas disparando y también unos vídeos de una violencia muy grande por el lado indígena. Se oían disparos y también había videos donde ni siquiera se sabía quién disparaba exactamente, porque esa es la verdad. ¿Qué vio, qué pasó y cuál es la descripción de lo que pasó ayer?
J.O.: Yo le voy a contar una descripción pero también tengo que decir que las determinantes definitivas las tiene que resolver una comisión de la verdad con mayores evidencias y es probable que la descripción que yo dé sea una descripción que falte con todos los elementos que ya hay. Muy temprano existió comunidad indígena, guardia indígena, en diferentes puntos de la ciudad. Realmente tranquilos y realmente haciendo una especie de presencia en algunos de los espacios. Señalan algunos sectores, yo no lo vi, que parte de esta guardia indígena adelantó la orden de requisa a ciudadanos y eso exaltó en redes una acción muy en contra de la comunidad indígena. Ese fue primer titular que quiero dejar ahí.
El segundo titular es que se movilizó en redes sociales que miles de indígenas llegaban a la ciudad de Cali por el sur de Cali, por el sector de Jamundí y lo que vincula directamente con nuestro hermano departamento del Cauca. Rodó en redes que miles de indígenas venían hacia la ciudad de Cali y construyó esas redes una matriz de molestia y de pánico muy fuerte. Esa matriz de molestia y de pánico generó que hombres armados o camionetas de alto valor, cilindraje, con personas vestidas de blanco que adelantaran un cierre en la vía Panamericana en varios puntos, pero uno de ellos muy cercano a Ciudad Jardín, donde se encuentran las personas de más altos ingresos de Cali.
Allí hay ayunos cortos circuitos pero se expresa que ocurrieron acciones violentas y que hombres armados dispararon, pero debo decir que hoy, que nosotros revisamos las cifras, la mayor proporción de personas heridas son indígenas. Estamos hablando de por lo menos 8 o 9 indígenas que reciben lesiones. Estamos diciendo que eso así movilizado, así incendiado, en esa matriz informática que no corrobora, que no crea evidencia, que se suma a la falsa noticia con la noticia verdadera, creó unos pánicos y esos pánicos se expresaron allí, en la vía pública, provocando también por parte de algunos miembros de la guardia indígena, probablemente, acciones violentas frente a vehículos y toda esta angustia allí manifestada.
Pero esto que es, digamos, lo que yo puedo contar, tiene también unos antecedentes de mucha molestia en muchos sectores, esas molestias están en un hecho cierto, de una ciudad convulsionada producto del fenómeno del 28 abril y los paros, convulsionada porque no hay adecuada movilidad, convulsionada porque hay desabastecimiento. Esas son sumatorias que multiplican la irritación, sumatorias que multiplicadas en irritación provocan estas dinámicas de violencia. Yo creo que eso es lo que ha pasado y creo que esa situación nos demanda a todos mayor claridad porque nosotros no podemos controlar lo que circula entre la verdad y la mentira, sino que tenemos que tratar de consolidar que los ciudadanos escuchen las posiciones oficiales.
¿Qué hice yo ante este evento? Llamé al alcalde de Jamundí, el hermano municipio de Jamundí en el sur, solicité al señor alcalde de Jamundí que pudiese construir un escenario donde los indígenas estuviesen para que no tuviésemos una dificultad mayor en Cali. Llamé al consejero mayor del CRIC, a Hermes Pete y le solicité que por favor no se movilizaran porque podrían haber riesgos. Llamé al comandante de la Policía y le solicité que por favor no hubiese una participación de la fuerza pública para tratar de desestimular una acción violenta y por supuesto hice un llamado a la opinión pública en relación a que no podría haber estas tensiones. Lo que no puedo hacer es llamar a hombres armados que no conozco, a hombres armados que ya se evidencia que están en el sur de la ciudad para que no operaran en su máquina.
SEMANA: ¿Por qué este grupo de indígenas, o un grupo indígenas, intentaba meterse en los conjuntos residenciales allí en Cali?
J.O.: Pero yo no puedo validar esa información y no puedo decir que esa es la información única y no podría decir, con los antecedentes anteriores que yo tengo de las visitas de los indígenas a Cali, que los indígenas en Cali han orientado sus acciones a centros y a escenarios residenciales. Nosotros tenemos los indígenas en Cali visitándonos desde hace por lo menos 10 o 15 años y lo han hecho en mucho más masa de lo que ocurrió ayer, 30.000, 32.000 indígenas han visitado y nunca si los indígenas que han visitado nuestra ciudad, el pueblo Nasa que ha visitado nuestra ciudad, el pueblo Misak que ha visitado nuestra ciudad, ha adelantado una acción de meterse a las unidades residenciales. Por tanto yo no puedo validar y señalar que los indígenas que vinieron del sur a nuestra ciudad adelantaron un proceso de invasión de estos espacios.
SEMANA: Vemos unas imágenes donde claramente, desde el aire, se ve que hay un camión que golpea una puerta de acceso en un sitio, en un conjunto residencial, que se llama Solares de Pance. Rompen finalmente la puerta, la vencen, y se bajan una cantidad de personas que parecen indígenas. ¿Usted no le da credibilidad a ese video que es muy evidente?
J.O.: Pero tal vez ese video tenga que colocarse en el contexto de que es una reacción de los indígenas ante el evento de los disparos que han sufrido. Entonces yo considero que las informaciones que se manejan en redes es muy difícil articularles en los procesos de contexto y en todo el trasegar de la situación. Yo quisiera que ustedes se dieran la oportunidad de leer las versiones que hoy circulan de personas muy importantes que han hecho el relato desde los eventos y desde los espacios y los relatos que plantean son relatos distintos. Ahora, por supuesto cuando uno ve la imagen, uno podría pensar “los indígenas se metieron a Cali a unidades residenciales en la intención de vandalizar”. Esa puede ser la lectura que la gente tome cuando vea el video, pero tal vez si el video está precedido de que los indígenas fueron baleados y que la guardia indígena está buscando a quienes balean, podría tenerse una mirada diferente y en contexto. Ambas, tanto la que yo estoy expresando como versión que hoy circula en redes, como la que ustedes me muestran, no es sencillo validarlas y necesita validarse a través de comisiones de verdad para esclarecer el hecho.
Nosotros tenemos que evitar no solamente estimular una discusión con todo el contexto, si no evitar que una situación se vaya cada vez más a condiciones más graves en un momento realmente muy caldeado, muy difícil, muy peligroso.
SEMANA: ¿Eso no es como justificar la acción de los indígenas contra la ciudadanía de Cali?
J.O.: Si ustedes observan mis declaraciones, siempre se le señaló a la guardia indígena y a la comunidad indígena respeto por otras tradiciones, respeto por la autoridad a local, respeto por el propio territorio que visitan y se les ha señalado desde el mismo día en que la comunidad indígena decidió venir a Cali. Cuando la comunidad decidió venir, me visitó, y yo les señalé “no tenemos las condiciones para poder recibir a tu pueblo, nuestras condiciones son precarias, acabamos de tener un choque muy grande de un hecho vandálico el 28, 29, 30 y 1 de mayo de consecuencias realmente dramáticas. Yo quiero decirle a su pueblo, Hermes Pete, que no es el momento para visitar la ciudad. Ahora, también este es territorio nacional y ustedes tienen un espacio de circulación nacional porque en el país cualquier nacional puede circular”.
Lo segundo que le señalé es que nuestra Alcaldía no podría proveer alimentos ni atención a un pueblo que nos visite, y lo tercero que le señalé es que se tenían que constituir unos protocolos y unos procedimientos acompañados por la Defensoría del Pueblo, por la Personería y el Ministerio Público en el caso de adelantar la visita a nuestro espacio. Digamos que nosotros siempre adelantamos esto pero también le señalé al Ministerio del Interior, se lo dije al señor ministro, al señor viceministro, se lo dije a todas las autoridades aún antes, por ahí el 28 o 27 de abril, 29 tal vez, y señalé la importancia de que pudiesen establecer mesas de trabajo con la comunidad indígena en unos territorios distintos al nuestro por las complejidades que se estaban habitando. Siempre ha existido una acción anticipada, una acción previsible. Ahora, cuando esto ya está en desarrollo, por supuesto que uno observa que los elementos no fueron cumplidos con todos los protocolos adelantados y ante estas tensiones tan dramáticas, la ocurrencia que ustedes nos están visibilizando y que se tendrá que clarificar adelante.
SEMANA: Quiero hacerle una pregunta qué están haciendo miles de caleños, con razón o sin razón, pero a raíz de lo que se ha vivido. Algunos dicen “por qué el alcalde los dejó entrar si estamos en un momento de pico, si estamos en un momento de tanta tensión y de paro”. ¿Cuál fue el argumento que le permitió a usted alcalde permitir la entrada de los indígenas de la minga a la ciudad?
J.O.: Primero, el derecho, el derecho que es constitucional a que cualquier persona se movilice por el territorio. Segundo, no adelantar un proceso arbitrario que lejos de apaciguar los ánimos, podía caldearlos, porque una limitación lejos de resolver el asunto, traería mayor cantidad y consecuencias. Fácilmente cualquier jurídico, cualquier jurisprudencia, podría crear un nuevo evento señalando a través de una tutela que estoy violentando un derecho humano fundamental. Lo tercero porque nuestra ciudad es también indígena, porque nuestra ciudad tiene siete cabildos indígenas, porque los indígenas están en nuestro territorio y habitan en convivencia nuestro territorio y debemos de decir que tiñen de diversidad positiva nuestro territorio. Aquí tenemos el cabildo Nasa, el cabildo Kofán, el cabildo Rumichaca, el cabildo Misak, el cabildo Yanacona, están aquí, forman parte de nuestra actividad cotidiana. Eso es algo que se tiene que leer en integralidad y se tiene que comprender con mucha paciencia y con mucha inteligencia.
No me parece que sea apropiado leer que esas decisiones son decisiones erradas, yo creo que, por el contrario, son decisiones que reducen la posibilidad de un conflicto.
SEMANA: Frente a esto, ¿cómo valoró los derechos de los indígenas frente a los derechos de los habitantes de Cali?
J.O.: Ambos derechos son esencial resolverlos y protegerlos. No hay uno por encima del otro. No quiero que tú me ubiques en el escenario de solamente unos derechos. Son los derechos de todos, los derechos humanos, los derechos que todos tenemos que proteger y los derechos que todos tenemos que adelantar desestimulando cualquier criterio belicista, violento, difícil. Yo hago lo pertinente al respecto, pero yo también quisiera que con reposo y tranquilidad miráramos muchas cosas que al final no son ciertas y que alimentan elementos de contradicción violenta. Para apaciguar esta situación candente en todo el país nos toca limpiar más la información, entender más la información y ceder de un lado y del otro porque si no, la escala de armamentización y de enardecer corazones es algo que nos puede llevar a una contracción violenta, impredecible para Colombia.
SEMANA: Sí ha habido un abuso de esas comunidades aunque eso no justifica la actuación violenta de parte de otros, pero la verdad es que sí ha habido un abuso.
J.O.: Sí, y ese abuso es un abuso de lados y lados, de diferentes sectores, para lo cual hace falta mucha antropología y sociología para poderlo resolver. El pueblo Nasa es un pueblo que tiene su propia lengua, que tiene su propio mito fundacional, que tiene su propia historia, que no fue vencido por el español, que tiene su propio territorio y que construye soluciones mucho más allá de la propia vida de quienes se habita. Esa historia nasa necesita de parte del país mejores métodos para poderla resolver y para poderla encontrar y esta historia necesita de mucha educación de todos los sectores para poderla trasegar adecuadamente.
Cuando yo veo el tema del conflicto indígena con los dueños de la tierra, caucanos y vallecaucanos, con las autoridades locales –incluso la nuestra– veo que lo que ha faltado es efectivamente despejar los lenguajes. Son lenguajes demasiado contrarios, demasiado distintos y a esos lenguajes tan distintos les es imposible ponerse de acuerdo. Yo escuché a los indígenas y los indígenas recalcan e insisten en no tener soluciones y seguramente también siempre tienen una nueva necesidad. Escuché al Gobierno Nacional que ha dado respuestas y soluciones pero seguramente no las ha dado todas. Por el bien de la sociedad colombiana, por el bien del departamento del Cauca y el departamento del Valle del Cauca, esta contradicción histórica necesita ser resuelta y necesita ser resuelta con garantes y validadores internacionales, necesita ser resuelta con un diálogo mucho más disruptivo del lenguaje que hoy se ha tenido y del diálogo que se ha tenido. Necesita también tranquilidad para que la tranquilidad nos impida que vuelvan a ocurrir eventos como el que tuvimos el día de ayer.
SEMANA: Lo que han solicitado es que estos indígenas regresen allá a sus resguardos indígenas pero lo que han dicho es que se niegan a eso y que por el contrario lo que dicen es que van a permanecer allí. Se niegan a volver a los resguardos.
J.O.: Yo quiero decirte que no sería bueno la lógica “echemos a los indígenas de la ciudad de Cali”. Yo creo que eso es un error y creo que ese es un error que lleva esto a una mayor polarización y que lleva a esto a una situación mucho más degradada y difícil. Yo creo que lo que se tiene que hacer es establecer esa mesa y creo que el diálogo, la palabra, el sí a la vida, es lo que tiene que imponernos a todos la agenda y creo que esa agenda se tiene que hacer con los acompañamientos pertinentes en algo que tenemos común todos y es que la madre tierra tiene que ser cuidada y que todos nosotros habitamos en la misma, por tanto tenemos que ser cuidadosos.
Yo quiero decir a todos aquellos que están muy molestos en Cali y que tienen derecho a estar molestos por todas las dificultades de abastecimiento que hay, yo lo sé. Es más, he estado haciendo hasta lo imposible por resolver, pero no ha sido sencillo y en la medida que no ha sido sencillo tenemos que albergar la tranquilidad y la paciencia para poderlo construir en el marco del diálogo. Quiero señalarle al presidente con amabilidad, casi decir con ocasión de patria, presidente establecer mesas de trabajo no es ceder de forma inapropiada, por el contrario, establecer mesas de trabajo es mostrar ese liderazgo que usted ejerce en un escenario distinto. Establecer mesas de trabajo que nos posibilite legitimar que se adelante en el desbloqueo y establecer estas mesas de trabajo, una con toda la institucionalidad, porque la institucionalidad no trabaja integralmente, y otra con aquellos sectores que se encuentran en contradicción que en el izquierdo de preferir que los bloqueos les está orientando la pérdida de cualquier tipo de apoyo social y popular porque los bloqueos a quienes más afectan son a los más pobres.
SEMANA: Estoy viendo el chat del Facebook y hay gente que escribe “Cali no es de los indígenas, no es territorio indígena” y esto me hace pensar que los indígenas no permitirían que nadie ingresara a su territorio a dar órdenes como ellos lo han hecho en Cali. ¿Cómo ve usted ese punto de vista de quienes empiezan a decir “no, ellos no tienen por qué venir a ocupar nuestro territorio nuestro terreno”?
J.O.: Yo quisiera decir que Cali es multicultural, es pluriétnica. Cali como multicultural y pluriétnica es un espacio de todos, somos afros, orgullosamente afros, somos mestizos, orgullosamente mestizos, tenemos siete cabildos indígenas y orgullosamente están en nuestro espacio. De tal forma que no podemos negar lo que somos y eso de negar lo somos es un error, pero también señala la comunidad indígena que de otro territorio visita nuestro espacio, que no puede, no debe, es una irresponsabilidad adelantar funciones de autoridad en un territorio que visitan. Por el contrario, su llegada a nuestra ciudad debe ser una llegada de tranquilidad y mucho respeto. Por ejemplo, yo pensaría lo siguiente a manera de soluciones, buscar soluciones debe ser la responsabilidad de todos. Hoy tenemos desabastecimiento, mucho desabastecimiento y los productores indígenas no tienen a quien vender, mucho de sus productos van a dañarse y, por tanto, van a sufrir las pérdidas por no tener consumo.
Si la reconciliación es la tarea, bien podríamos adelantar un gran mercado, un gran mercado campesino e indígena para reducir las especulaciones, un gran mercado que habilite desde los territorios del sur la papa, la yuca, el plátano, la carne, las aves hacia la ciudad de Cali para que podamos proveer a la ciudad de Cali, para que podamos proveer y vender este tipo de productos. Cero especulación, a los precios más económicos posibles y, de esta manera, los gestos nos ayuden a esta reconciliación necesaria.
SEMANA: Cuéntenos cómo le fue con esa reunión con el presidente Duque, en qué pudieron avanzar, qué les dijo el presidente.
J.O.: Primero, yo quiero aplaudir el gesto del señor presidente que venga a nuestra ciudad, tuvimos la reunión a las 2 y 20 de la madrugada, la adelantamos la gobernadora, la doctora Clara Luz, el alcalde y digamos que nosotros en minoría y todo el ejecutivo nacional: ministros, viceministros, la cúpula militar, la cúpula de la Policía. Uno a veces se siente un poquito sofocado porque somos muy pocos en lecturas frente a todo el ejecutivo nacional, pero a mí me parece que es un gesto importante que debe ser consolidado.
Lo por mí planteado, no es nada distinto a lo que les he venido señalando a ustedes, es que hay que parar cualquier posibilidad de una espiral mayor de violencia, yo creo que polos opuestos, polos radicales, polos obtusos, polos que entienden miradas muy desgarradoras de la vida pública, han llevado esto a los extremos. Al llevar esto a los extremos, los que estamos en funciones civilistas, que ponemos la vida de por medio, salimos martirizados. Yo creo que eso va a ocurrir, vamos a salir martirizados los que tenemos posiciones más tranquilas, que estamos estimulando que este incendio no se acelere, porque este es un incendio dramático para un país en pandemia. Ese fue mi planteamiento al presidente.
El segundo planteamiento ya es mucho más local, tiene que ver con los efectos y con la circunstancia local. En Cali se han movido los muchachos, yo he ido a los barrios donde han estado la barricadas y he hablado con ellos: el peluquero, el trabajador de la construcción, el muchacho bailarín, el muchacho deportista, el presidente de junta comunal, las plataformas juveniles, se han movilizado y han adelantado un proceso. En el marco de la reforma tributaria han expresado las molestias que la pandemia y los sitios crónicos de exclusión les ha provocado. Creo que con ellos hay que establecer la mesa, soy un convencido que hay que hacerlo y soy un convencido que esa mesa podría anticipar lo que otras ciudades del país viven. Podría anticipar un proceso de reconstrucción de tejidos para que esto que ha vivido Cali no lo vayan a vivir pueblos hermanos. Por eso yo he llamado a todos los alcaldes, con el de Barranquilla, Cartagena, con el alcalde de Bucaramanga, Pereira, Armenia, Manizales, con todos los alcaldes.
SEMANA: ¿Habló con Claudia López, alcaldesa de Bogotá?
J.O.: Con Claudia no he hablado, no he hablado con Claudia porque digamos que no es tan sencillo y hay que también construir nuestra propia armonía, nuestra propia armonía no está bien y cuando una armonía no está bien, uno debe dejar y construir una armonía bien. Entonces yo con Claudia no he hablado pero sí debo decir que si estableciéramos esas mesas y solucionáramos la problemática de los jóvenes, evitaríamos que en otros espacios esto se desate. Ese fue el segundo elemento planteado por mí al señor presidente Iván Duque, él hizo un audio y yo quiero que se audio y video del presidente ojalá sea publicitado porque le habló a los jóvenes de Cali y abrió la posibilidad de establecer esa línea de trabajo y esa mesa en construcción.
SEMANA: Hoy ya vimos muchos militares en la calle, ¿usted está de acuerdo con esta militarización ordenada por el Gobierno?
J.O.: Estoy de acuerdo con una estrategia integral de seguridad que incorpore la Policía y la Inteligencia para proceder contra la criminalidad que hay en nuestro territorio que impacta desde muchos flancos. Yo sí estoy de acuerdo en eso, yo creo que aquí hay unos incentivos criminales que tienen que ser desdibujados, que tienen que ser retirados para que la movilización y la protesta sana tenga un camino y para que la criminalidad se ha castigada con el poder del Estado. Ese poder ineludible e importante del Estado que es poder dar a buen recaudo a quienes ponen en peligro la vida y a quienes ponen en peligro la dignidad de los pueblos. A mí me parece que eso hay que hacerlo y yo creo que muchos pueden molestarse pero creo que es la función adelantar, tiene que haber acciones efectivas con mucha claridad con todos aquellos que incentivan, instrumentalizan y adelantan agobio para tratar de que esta situación se ponga peor.
SEMANA: Cuando se habló de asistencia militar usted dijo que no se necesitaba, también lo dijo la alcaldesa de Bogotá, lo dijo el alcalde de Medellín. Ahora no es una asistencia militar sino una militarización. ¿Puede ser más concreto en su respuesta en torno a la militarización de la ciudad? ¿Está de acuerdo o no?
J.O.: No. Una solución política necesita una respuesta política, una situación social necesita una respuesta social, una respuesta militar a una situación política y a una situación social sería la peor receta que se puede instrumentalizar en este instante.
SEMANA: ¿Esa solución militar usted la ve como la solución inmediata para restablecer el orden público?
J.O.: No, yo por el contrario creo que una situación de orden militar agravaría y crearía más focos en todo el país y llevaría a este país a perder más gobernabilidad de la hoy se ha perdido. Yo no creo que esa sea una ruta, yo creo que esa es una ruta equivocada, creo que quienes promocionan esa ruta están leyendo mal al país, están leyendo mal la situación en todo el territorio nacional. Yo quiero decirles: es una equivocación, es una equivocación.
SEMANA: ¿Por qué, alcalde?
J.O.: Porque los temas sociales, los temas culturales, las privaciones socioeconómicas, son muy grandes y las privaciones son muy grandes en todos nuestros circuitos. Hay camiones y tractomulas que están bloqueando vías, hay cocaleros y personas que en el tema del glifosato podrían bajar a bloquear vías, hay campesinos que no tienen cómo sacar sus productos que saldrían a bloquear vías, hay indígenas en demanda de reivindicaciones históricas que podrían bloquear vías y hay ciudades con hambre que podrían bloquear vías. Si esa situación se diera así, no habría capacidad ni habría forma alguna de resolver lo que se incendie y, por el contrario, nos llevaría a todos nosotros a un deterioro muy grande donde todos perderíamos. Perderían los empresarios, perdería la ciudadanía, perderíamos a nuestros jóvenes talentosos y líderes, perderíamos nuestra capacidad de relacionamiento internacional, pero además, perderíamos en el marco de una pandemia no resuelta. Esa es una equivocación, es la lectura que yo hago desde Cali.
SEMANA: Aquellos que se han puesto críticos frente usted, que cree que le ha faltado autoridad o liderazgo o que han sentido un vacío de esa autoridad en la Alcaldía de Cali, ¿qué les dice a esas personas?
J.O.: Que efectivamente la situación hizo perder mucha gobernabilidad de nuestra institución Alcaldía. Es absolutamente cierto que cuando una bomba social como la que hemos tenido que administrar hace perder gobernabilidad a todos y que yo no soy un hombre insensato que no reconozca las circunstancias. Es más, yo quisiera pensar en qué le pudo haber pasado al presidente de la época en el Bogotazo, o qué le pudo haber pasado al presidente de la época en Venezuela en el Caracazo, o qué pudo haber pasado en esas movilizaciones que se observan de cuando en vez en zonas del Caribe colombiano. Sí, eso es cierto, señores, ustedes tienen toda la razón, pero también es cierto que aquí hay un ejercicio de liderazgo no se queda quieto, que busca respuestas e integra soluciones, que sabe que la situación es candente pero no renuncia a la intención de poderla construir y solucionar con participación de todos. Que no renuncia a las tareas que nos demanda la época y que nos demandan futuras generaciones.
Por eso sí tiene razón cuando dice “ha habido vacíos”, cómo no señalar que efectivamente han ocurrido. Tampoco jamás podrán señalar que de forma incansable, desde aun antes del paro del 28 hemos encendido las alarmas y hemos venido trabajando, la historia se reporta y efectivamente el lado de la historia en el que nos encontramos es el lado correcto.
SEMANA: Cuéntenos su explicación de por qué llegamos a esto, ¿cómo llegamos a este punto en Cali, cómo llegamos a esta situación que se está viviendo en la ciudad?
J.O.: Somos víctimas de muchas contradicciones en nuestro país. A tan solo una hora de Cali están los mayores cultivos de hoja de coca, que se desplazan en toda la Cuenca del Pacífico, desde Jamundí hasta Nariño. Tenemos que en Cali se evolucionan los recursos de la vida ilegal que deterioran desafortunadamente toda la Cuenca, el Litoral Pacífico desde Nariño hasta el Chocó. Tenemos en nuestra ciudad la manifestación de conflictos armados no resueltos integralmente, llamas encendidas que aun están allí presentes. Tenemos, desafortunadamente, las bandas criminales que ante los dos fenómenos anteriores reproducen su poder y estimulan su esfuerzo. Tenemos, desafortunadamente, la participación de actores foráneos, diría yo, de carteles de la droga foráneos que les estimula y les interesa el caos para poder desarrollar esos asuntos. Pero si partimos de esos elementos de alta criminalidad, también tenemos temas no resueltos aún, temas que están ahí, los temas de la tierra en las zonas del valle geográfico del río Cauca sigue siendo un tema de no resolver. Tenemos además las exclusiones y las omisiones permanentes.
Todo eso en un tiempo de pandemia, todo eso cuando los jóvenes llevan un año encerrados, todo eso cuando hemos tomado la decisión, quizás errada, de solamente controlar el virus evitando la cercanía de las personas pero también rompiendo los parámetros del encuentro del covid, en donde se encuentra el amor, en donde se hace la personalidad, donde se construye la identidad, donde se ata el colegaje. Todo eso sin fútbol que es un espacio de transmisión de emociones, sin escenarios de los conciertos y de la cultura, sin la oportunidad de nuestros bailarines de salsa o de nuestros jugadores de fútbol. Todo eso viene en un momento donde el presidente toma la decisión de una reforma tributaria y esa decisión de reforma tributaria para mal o para bien, mal comunicada, se traslada como el incentivo perverso que movilizó esto.
Sí, todo eso lo hemos tenido, pero también tenemos la grandeza de poderlo superar, tenemos las capacidades humanas para poder construir y para poder conectarnos. Tenemos que trabajar incansablemente, minuto a minuto, hasta que a todos aquellos que son contradictores, que están molestísimos, yo les tengo que decir que saco bandera blanca pero es el momento de integrarnos para encontrar la solución. Yo les entrego mi corazón, pero es el momento de encontrar la ruta, es el momento de acidificar más las condiciones.
A todos aquellos que están en el Comando del Paro, a todos aquellos que movilizan el paro, yo les tengo que decir que este es nuestro país, tienen que ser conscientes del país que tenemos y conscientes de la responsabilidad que deben de tener. Al gobierno central: hay que abrir el diálogo. A veces esto parece común, uno lo debe ver de esta manera: sí es una oportunidad presidente Duque, es una gran oportunidad, presidente, es la oportunidad para que en el marco de la institucionalidad nosotros demos salidas y esa oportunidad no la podemos dejar pasar.
Ahora, desde mi perspectiva, es una perspectiva humanista, debe ser desde el diálogo. Para mí la vida y el diálogo es el camino más importante y correcto.