Vicky en Semana

“Nos derrumbamos”: el dramático testimonio de Diana Osorio, esposa de Daniel Quintero, sobre el rechazo a sus hijas

En conversación con Vicky en Semana, Osorio aseguró que sus hijas están sufriendo bullying por cuenta de la “inmadurez” de algunos padres de familia que pidieron la salida de las niñas del colegio alemán en Medellín.

27 de mayo de 2022
Diana Osorio
Entrevista a Diana Osorio, esposa del Alcalde Daniel Quintero. | Foto: DAVID ESTRADA LARRAÑETA

El pasado 25 de mayo se conoció, por medio de las redes sociales, una carta firmada por 23 padres de familia del colegio alemán Deutsche Schule de Medellín, en la que exigían a las directivas del colegio la no admisión de las hijas del suspendido alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero Calle.

Según explica la misiva, entre los padres firmantes hay sorpresa por “la admisión de la familia de Quintero Osorio en el colegio (...) puesto que es evidente la contraposición de los valores y principios que la familia profesa y los distinguen”.

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Esta situación generó una controversia entre las personas que defienden las intenciones de los padres de familia y otros, como la propia familia de Quintero, que ven en esta acción una situación discriminatoria. En conversación con Vicky en Semana, la esposa de Quintero Calle, Diana Osorio, dio su versión de la situación y expresó “el dolor” que siente su familia por este hecho.

“Lo triste es que no es la primera vez. En meses pasados dieron la dirección de nuestra casa y dijeron: ‘Incendiemos esa casa’”, inició Osorio, asegurando que lo último que ella quería era que se supiera en qué colegios estudian sus hijas, precisamente por su seguridad.

Además, contó que su hija mayor (de solo cuatro años), fue víctima de bullying en el colegio, precisamente por la gestión política de sus padres en el Alcaldía de Medellín. “Nosotros tenemos micrófono, pero hay muchas personas que no y eso es triste” porque a muchas personas les pasa lo mismo, manifestó.

“Los papás no han sabido manejar las diferencias”, expresó, asegurando que para ella y su esposo, el bullying sobre las niñas es consecuencia del odio de los padres de familia. “Qué lindo que fuéramos como los niños (…), qué lindo que los papás pudieran ser como sus hijas”, añadió.

Asimismo, dio un consejo a todos los adultos que la escuchaban: “Todas las noches, ojalá pudieran orar por sus enemigos (…) para andar ligeros y tranquilos (…). Las rabias, los odios no los tienen que heredar los hijos”.

En la conversación con Vicky en Semana, Osorio recordó que su niña menor (de dos años) comparte jardín con un familiar del expresidente Álvaro Uribe, una situación que le parece “muy buena”.

“Los adultos no tenemos que sembrar odios o diferencias en los niños (…). Es muy bueno que se conozcan desde pequeños para cambiar eso”, agregó.

Por otra parte, volviendo al tema del bullying, incluso de los adultos hacia los niños, mencionó que esta situación se ha derivado de la falta de diversidad en su ciudad, pues comparado con otras, en zonas del mundo como Europa, “Medellín es una ciudad más bien cerrada. En Medellín es difícil encontrar una familia musulmana en el colegio, como uno encuentra en otros países esta diversidad”.

“Precisamente esta falta de diversidad ha hecho que las mentes de muchas personas, que increíblemente han viajado por el mundo, sean abiertas al mundo pero cerradas en su casa. Y la ideología política, religiosa, la inclinación sexual no debe ser una variable, ni en el colegio alemán, ni en ningún colegio”, recalcó la también gestora social de Medellín.

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Por último, Osorio habló de cómo están viviendo esta situación sus hijas, asegurando que la niña de dos años no tiene ni idea del asunto, pues ella “está en su fantasía; ella no tiene conocimiento de esto”, mientras que la de cuatro años sí ha empezado a cuestionarse algunas situaciones que ocurren alrededor de la vida de sus papás, especialmente en el ámbito político.

“Me ha tocado empezarle a hablar de política a una niña de cuatro años, pero yo creo que es un ejercicio bonito: que nosotros le contemos a nuestros hijos nuestras visiones del mundo; nuestras visiones de país, de ciudad, desde una óptica amorosa y no sesgada. Sin rabias y sin personalismos”, concluyó.